TRIBUNA / Confederación Nacional del Trabajo

Las falsas cooperativas de autónomos: la nueva cesión ilegal de trabajadores, “legalizada”

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Autor: CNT

Durante los últimos años, ha habido una merma de los derechos de los y las trabajadoras, sobre todo, desde la última reforma laboral. Pero aún con esos recortes, existen empresas que no están satisfechas y quieren más. La avaricia es ilimitada. Y para ello, utilizan los métodos que hagan falta. Entre ellos, la cesión ilegal, con la intención de conseguir esencialmente 3 cosas: reducir los costes laborales, no pagar los despidos y la paz social a costa de una plantilla sumisa y atemorizada.

El artículo 43. 2 del Estatuto de los Trabajadores regula la cesión ilegal de trabajadores refiriendo que existirá: 1º “cuando el objeto de los contratos de servicios entre las empresas se limite a una mera puesta a disposición de los trabajadores de la empresa cedente a la empresa cesionaria”; 2º “que la empresa cedente carezca de una actividad o de una organización propia y estable”; 3º “que no ejerza las funciones inherentes a su condición de empresario”. El mismo precepto legal nos dice que no es una lista cerrada, ya que, utiliza el encabezado “en todo caso”. Es decir, que en estos casos descritos siempre habrá cesión ilegal, pero en otras circunstancias también podría haberla.

«Las ETT venden a las empresas seguridad de que no pagarán despidos y que no habrá conflictividad»

Realmente, la cesión ilegal de trabajadores es un abuso o una forma corrupta de subcontratación, que se legalizó en este país con las Empresas de Trabajo Temporal (ETT), que en un principio, empezaron a contratar por debajo de los convenios colectivos, por lo que se enriquecían a través de la explotación salvaje de los trabajadores y trabajadoras. Este abuso se “remendó” por la Ley 29/1999, de 16 de julio, de Modificación de la Ley 14/1994, de 1 de junio, y desde entonces las ETT perdieron una de las 3 razones más arriba descritas. Ahora lo que venden es la seguridad a las empresas de que no pagarán despidos y que no habrá conflictividad, un derecho fundamental para que los y las trabajadoras puedan defender sus intereses.

Lo cierto es que la reducción de costes laborales es un incentivo muy grande para las empresas, por ello se están creando nuevas y perversas formas de conseguirlo. Aunque con ello se genere dumping social.

La nueva forma de cesión ilegal de trabajadores y trabajadoras es muy simple, aunque eficaz. Se utiliza un tipo concreto de “empresa”, la cooperativa. Se obliga a las personas trabajadoras, si quieren trabajar, a cooperativizarse. El tipo de seguro social al que están obligados es el autónomo, que se han de pagar los propios trabajadores y trabajadoras. Simple, ¿verdad? Pero perverso. Y como colofón, además parece legal. El Tribunal Supremo sostiene que no existe cesión ilegal en una cooperativa de trabajo asociado, (STS 17 de diciembre 2001).

El caso de Servicarne

La cooperativa, una de las formas de cooperación de los trabajadores, hoy es usada para la propia explotación laboral, pervertida a un nivel inimaginable. Por ejemplo, en SERVICARNE, hay unas 5.300 personas trabajando, pero sus asambleas son ridículas. Las pocas personas que acuden (unas 100, menos de un 2% en la última) en su mayoría son los cargos o encargados. Trabajadores “rasos” solo acudieron 11 a la última asamblea y, por supuesto, no facilita la posibilidad de participación. 

«No sabes cuánto vas a cobrar, aunque sí tengas que pagar autónomos y la aportación»

Estos trabajadores se rigen por el régimen de la seguridad social de autónomo, que elimina el horario y el convenio colectivo de un plumazo. Jornadas de 12 horas o más, de lunes a domingo, sin saber cuándo se descansa, cobrando por producción, es decir, a destajo, y sin un convenio colectivo que te asegure un sueldo mínimo. No sabes cuánto vas a cobrar, aunque sí tengas que pagar autónomos y la aportación “voluntaria”. Tampoco hay posibilidad de participar en ningún proceso de negociación sobre el sueldo y los derechos laborales. Es el esclavo perfecto, perdón, el trabajador.

Esta supuesta forma legal de ceder trabajadores y trabajadoras, no se mantiene en pie en cuanto levantamos el velo, ya que no existe una cooperativa, como tal, que se organice de una forma democrática y donde los y las cooperativistas puedan participar libremente. Cuando solicitan información, no se les facilita a sus propios socios, tal y como está recogido sus propios estatutos, y son perseguidos o despedidos por ello, como ocurrió con los afiliados a CNT. Finalmente, obtuvieron una sentencia favorable en los juzgados. Hoy en día, esta empresa está siendo investigada por Inspección de Trabajo por los falsos autónomos.

El dumping social y la competencia desleal

La perversión de estas falsas cooperativas para crear una cesión que parezca legal genera un daño importante a los y las trabajadoras, imponiéndoles sueldos muy bajos y los gastos (el seguro de autónomo y la aportación), que reducen aún más los salarios, generando una clase trabajadora empobrecida, un dumping social.  Pero también se generan otros daños a la sociedad, como la competencia desleal.

¿Qué empresa puede competir con estas falsas cooperativas, cuando tienen el deber de pagar conforme a convenio colectivo y los seguros sociales?. Incluso, la propia patronal (el secretario general de la Federación Empresarial de Carnes e Industrias Cárnicas) denuncia esta situación.

Por mucho que la judicatura les proporcione la legalidad, la realidad es demasiado cruel para que podamos seguir ignorándola. Se está permitiendo una cesión ilegal a unas empresas formadas a través de un resquicio legal creado por la judicatura, con la única intención de explotar al máximo a seres humanos y generando grandes perjuicios a toda la sociedad.

(*) La Confederación Nacional de los Trabajadores es una organización anarcosindicalista, fundada en 1910

 

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