Abolir la prostitución. Una lucha de las Comisiones Obreras de Madrid
- "La prostitución no es ni más ni menos que una violencia extrema contra las mujeres, por lo que no cabe más que su abolición"
- "El consentimiento es tan falaz como la narrativa que presenta la prostitución como una forma de libertad sexual"
- "Hay que deconstruir los modelos patriarcales y machistas de masculinidad y la idea de jerarquía sexual masculina que se representa en la prostitución y la pornografía"
Paloma Vega, Secretaria Organización de CCOO Madrid
La gran antropóloga feminista mexicana, Marcela Lagarde y de los Ríos, dice en su obra Para mis socias de la vida que "por definición las mujeres que ejercen la prostitución no son autónomas. Por definición son cuerpo objeto para el placer de otros. Su cuerpo subjetivo, su persona está cosificada y no hay un “yo” en el centro. En esa situación no existe la posibilidad de construir una persona que se autodefine, que se autolimita, que se protege y se desarrolla a sí misma. Aun cuando pueden ser independientes económicamente y hasta mantener hijos, maridos, amantes".
Leer esto o las reflexiones de muchas otras feministas no puede dejar indiferente a nadie. A pesar de ello, la prostitución está normalizada y naturalizada en nuestra sociedad. Todavía hay quienes la consideran un trabajo, obviando que la gran mayoría de las mujeres prostituidas son víctimas de trata y explotación sexual. Además, muchos jóvenes se acercan a ella a través de la pornografía hegemónica, que se ha convertido en la puerta de entrada a la prostitución y a la violencia, y en esta pandemia se ha convertido también en un negocio en auge.
La prostitución no es ni más ni menos que una violencia extrema contra las mujeres, por lo que no cabe más que su abolición. Como sindicato de clase, desde CCOO tenemos la obligación de luchar contra el sistema que la propicia, reproduce y ampara desde distintos ámbitos.
Así, uno de ellos consiste en actuar sobre los imaginarios simbólicos, combatiendo la cosificación de mujeres y niñas, y desterrando la distinción entre prostitución forzada y prostitución consentida. Es decir, visibilizar las situaciones de discriminación y vulnerabilidad de las que el sistema prostitucional y las redes de trata de mujeres se alimentan, y además, revelar las formas de violencia que sufren las mujeres prostituidas y víctimas de trata. En este sentido, en un contexto de desigualdad estructural, el consentimiento es tan falaz como la narrativa que presenta la prostitución como una forma de libertad sexual.
Otro de los ámbitos en los que actuar será el desarrollo de otros modelos de masculinidad. Hay que deconstruir los modelos patriarcales y machistas de masculinidad y la idea de jerarquía sexual masculina que se representa en la prostitución y la pornografía.
A su vez, es necesario trasladar el peso del estigma desde las mujeres prostituidas hacia el sistema prostitucional, es decir, hacia los proxenetas y prostituidores (los mal llamados clientes). Mientras tanto, han de ponerse en marcha estrategias de solidaridad feminista con las mujeres prostituidas, incluyendo políticas de ayuda, empoderamiento e inserción laboral.
Abordar la prostitución desde un enfoque crítico evidencia su incompatibilidad con la lucha de nuestro sindicato contra la explotación y por la igualdad entre mujeres y hombres. Por primera vez, las ponencias congresuales de CCOO de Madrid, que se están debatiendo en estos momentos, recogen este posicionamiento claramente abolicionista que esperamos que el próximo Congreso ratifique. Esta es una lucha de todas las CCOO de Madrid.
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No es cierto que la mayoría sean víctimas de trata (la típica leyenda urbana que se repite y repite hasta que todo el mundo se lo cree).
Sí es cierto que hay mucha explotación. CCOO debería focalizarse en luchar contra la explotación (es una obligación moral pero claro, como «no es un trabajo» CCOO se escaquea de su obligación moral).
Ya existen en nuestro país suficientes asociaciones de prostitutas como para que sea obligado escucharlas antes de tomar decisiones. Pero no interesa porque lo que dicen es otra cosa.