‘Escrache’ a periodistas

“Un club público con lista de espera de años privilegia a la jet set y a políticos”, titulaba ayer en portada el diario El País. Se refería al madrileño Club de Campo del Ayuntamiento de Madrid, y a la lista de VIPs que habían creado y que se financiaba a costa del contribuyente. “Familiares de políticos, empresarios, miembros de la jet set y hasta a Luis Bárcenas”, señalaba en el subtítulo el diario de Prisa, se beneficiaban de las llamadas “atenciones protocolarias”.

Acostumbrados como estamos a la corrupción, una minucia como ésta, tarjetas VIP para saltarse la lista de espera del populacho y ahorrase unos cientos de euros, la verdad es que no impresiona. Vivimos en un país podrido, y pobres de los que no se vayan  acostumbrando. Políticos, empresarios, altos cargos, miembros de la jet y de familia real, son capaces de robarnos de mil maneras diferentes. Las tarjetas VIP de un Club de Campo financiado con dinero público solo son una vuelta de tuerca más a ese yugo que aprieta el gañote del ciudadano. Nada nuevo…

Excepto por un pequeño detalle, que el diario El País liquida en apenas doce líneas del último párrafo: entre los gorrones invitados por Ana Botella con el dinero de los madrileños hay un “reducido” número de periodistas. Sí, esos defensores de las libertades, esos vigilantes de los abusos del poder, también disfrutan por la patilla de las piscinas, de las hípica y de los campos de golf. “Un directivo de El Mundo y uno de sus columnistas, el director y el presidente de La Razón, el consejero delegado de Vocento, el director de Interviú, dos presentadores de la Cope, el director y un cronista político de La Gaceta”.  Se echan en falta los nombres, la verdad.

¿Criticará el directivo de El Mundo en su diario los proyectos olímpicos del ayuntamiento que le paga la sauna? ¿Le preguntarán a Francisco Marhuenda en las tertulias de La Sexta por la relación calidad-precio de las instalaciones del Club de Campo Villa de Madrid? ¿Sacará Interviú en pelotas a la hija de Ana Botella? ¿Contará el director de La Gaceta el día que compartió ducha en el Club de Campo con Bárcenas?

En España, cuando hablamos de los culpables de la crisis y del deterioro moral que vivimos siempre pensamos en políticos corruptos, banqueros depredadores, empresarios defraudadores, miembros de la familia real y demás parásitos habituales. Nos olvidamos de los periodistas, en demasiadas ocasiones cómplices necesarios para las sinvergonzonerías de los primeros. Por algo esta  profesión sigue siendo, según el barómetro del CIS del mes de marzo, la segunda menos valorada de nuestro país.

Me temo que somos parte del problema. ¡Cualquier día nos hacen un escrache!