Bárcenas como síntoma de un sistema político averiado

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Jesús Cuadrado *

Al comprobar estos días que Bárcenas y las primeras páginas de El Mundo marcan la agenda diaria del país, recuerdo cómo hace años viví muy de cerca el desarrollo del secuestro del Alakrana, un pesquero español capturado por delincuentes somalíes en 2009. Una técnica muy utilizada por los secuestradores, dirigidos desde Londres por chorizos de cuello blanco, consistía en representaciones dramáticas organizadas para la hora del telediario en España. Muchos recordarán escenas preparadas con contactos telefónicos de secuestrados con sus familiares, acompañados de sonidos de disparos, que conseguían el efecto esperado en una opinión pública conmocionada. O, en el clímax del secuestro, montajes como aquella historia de tres pescadores supuestamente trasladados a tierra para, con la tensión conseguida en los informativos, subir el precio del rescate. Cómo no recordarlo al ver ahora lo que ocurre en España, donde, en medio de una crisis económica que amenaza nuestro futuro, un delincuente puede conmocionar al país en cada telediario. ¿Es hoy España un país secuestrado, como el Alakrana?

Se le ha oído decir al presidente del Gobierno que España es un Estado de Derecho que no admite chantajes, y así debe ser. Por eso, ante la evidencia de que vamos a asistir durante meses al espectáculo de verle, en situaciones de ridículo permanente, al chantaje de un delincuente confeso, no se comprende que Rajoy ni se dirija a la Nación para hablarle por derecho, como se expresa la gente de bien, para explicarle lo que pasa, ni dimita para librarnos de la situación de debilidad que hoy más daño puede hacerle al país. Los periodistas mejor conectados con el PP, que conocen el paño, dan por hecho que Rajoy agotará la legislatura, aunque no será candidato en las próximas, y sostienen que un chorizo no puede condicionar la Presidencia del Gobierno. Pero, si estos patriotas escribieran España donde ponen Rajoy, deberían entender que la patria no puede estar gobernada, hoy menos que nunca, bajo el síndrome de lo que en EEUU se conoce como “el pato cojo”, es decir, con un líder sin autoridad ni en el país ni en su propio partido. La derecha española, si se pregunta en serio qué le interesa a España, debiera comprender que es insostenible para la imagen del país, esencial en la crisis de deuda que padecemos, sostener a un presidente de Gobierno asociado a un “Luis, sé fuerte”, similar a aquel otro de “amiguito del alma”. Con seguridad, este debate no se daría en una democracia fuerte; pero, en España, tenemos un sistema político averiado, corrompido, en el que, quienes tienen la obligación de hacerlo, nunca se preguntan qué le interesa al país. Y no es verdad que, entre las opciones posibles para una imagen exterior de estabilidad, la mejor sea mantener a Rajoy a cualquier precio. Para comprobar hacia qué escenario nos dirigimos, se puede leer, por ejemplo, el “Mariano, en un lío” de un diario tan pegado a los mercados como The Economist.

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El artículo 'Mariano, en un lío', en la web de 'The Economist'. / Captura de pantalla de economist.com

Uno de los signos más inquietantes del sistema político corrompido que padecemos está en la perversión del sistema de alternativa imprescindible en democracia. El propio líder de la oposición, Rubalcaba, ofreció una prueba “de libro” cuando anunció la moción de censura al presidente del gobierno “si no comparece en el Congreso a explicar el caso Bárcenas”. La moción de censura está constitucionalmente prevista para intentar un cambio de gobierno cuando una situación política lo requiere. Si el líder de la oposición entiende que el país vive una situación extrema, está legitimado para proponer una alternativa política; para eso está. ¿Entonces? Ocurre que Rubalcaba no es realmente un líder alternativo en la oposición, es, como dirían en algunos países latinoamericanos, un “mientrastanto”, otra versión de la grave avería en nuestro sistema político. Por eso, el líder de la oposición, que, en una situación incomprensible, aún no ha manifestado que aspire a ser candidato a presidente del gobierno por su partido, modifica su estrategia política cada semana. Así, desconcierta a los ciudadanos pasando, sin solución de continuidad, de exigir la dimisión de Rajoy a considerarle un socialdemócrata con el que se puede pactar, para volver a la petición de dimisión, no se sabe por cuánto tiempo. O se reúne un gabinete de crisis de la dirección del PSOE para acordar “romper relaciones con el gobierno” (¿?) al día siguiente de celebrar una reunión de su Comité Federal, máximo órgano del partido, que ignoró totalmente la crisis de gobierno que está viviendo el país. Así, los españoles viven un estado de crisis política, que perciben como muy grave, sin esperar nada ni del Gobierno ni de la oposición y ven a ambos más preocupados por los telediarios que por sus obligaciones institucionales. ¿Hay peor experiencia para una democracia que estar hartos de un gobierno inútil y no poder esperar que se active con normalidad la alternativa política?

¡En qué momento! Después de la borrachera inmobiliaria de los últimos años, agotado un modelo de crecimiento que no da más de sí, necesitados con urgencia de trazar un recorrido de transición económica, cómo vamos a construir una visión de país en estas condiciones de ausencia de liderazgos políticos. Sólo así se explica que, por ejemplo, cuando ha quebrado la mitad de nuestro sistema bancario, los sueldos de los principales dirigentes de la banca española sean los más altos de Europa, como señala el informe para 2011 de la Autoridad Bancaria Europea. A nadie le he oído analizar con más claridad los riesgos económicos a los que se enfrenta hoy España, y también las posibilidades con las que cuenta, que al presidente de Mondragón Internacional, Josu Ugarte. En su libro España está en crisis. El mundo no, describe de forma realista la posibilidad cierta de que el país termine en la periferia  económica del mundo actual si no se pone en marcha con urgencia una estrategia industrial de internacionalización adaptada a un mundo en el que los mercados que más crecen son los de los países emergentes, es decir, una política de Estado que necesita de un país institucionalmente fuerte. Y así es; cuando en España podemos asistir a la tragedia de una generación perdida, como tantas veces en el pasado, cuando más necesitamos liderazgos que movilicen el país para concertar los objetivos que nos concentren en los cambios urgentes que necesitamos para esta transición económica, tenemos a toda la clase política pendiente de un mequetrefe y de su próximo chantaje, sin que ni gobierno ni oposición muestren capacidad para romper este bucle. Así que, al modelo económico agotado, se le antepone hoy un sistema político corrompido, incapacitado para liderar el país en su peor crisis económica, cuando más se la juega. ¡En qué momento!

¿Qué hacer? En primer lugar, y digan lo que digan aquellos cuyo sueldo depende de que continúe Rajoy, el peor escenario para el país es el de la prolongación en el tiempo del circo Bárcenas con la carga de deslegitimación permanente que eso supone, con la pérdida de capacidad de liderazgo de Rajoy en su propia familia política, como ya resulta evidente. En segundo lugar, el PSOE, en su estado actual, con un liderazgo desprestigiado y con un fuerte rechazo de la opinión pública, demuestra incapacidad para ejercer su función alternativa. Y, en tercer lugar, ante un sistema político agotado, incapaz de responder al desafío presente, sólo veo capacidad alternativa en las disidencias de los propios partidos y en las reacciones ciudadanas, que ahora parecen desgraciadamente poco activas, como cansadas. En fin, se trata de saber si queda Nación para reaccionar.

(*) Jesús Cuadrado es militante del PSOE y exdiputado.
5 Comments
  1. JOSE LUIS PEREZ GONZALEZ says

    SI EL REY ESCORRUPTO Y SUS
    EMPLEADOS PORQUE NO LO VAN HASER
    EL SACO DEBE SE MUY GRADE PERO SEGURO QUE LA CULPA ES DEL PUEBLOQUE LO CONSIENTE Y SE CALLA

  2. Ciro says

    Claro que queda nación, gente para borrar del mapa a esos dañinos y abrir un proceso constituyente. El problema es el control que mantienen de todos los medios y de un sistema electoral corrupto e injusto. ¿Nos liamos a tiros?

  3. Verbarte says

    El sistema no está averiado. La avería viene de fábrica y el sistema es así, lamentablemente. La cosa está en que todos se libran de sus peores fechorías y sólo se les encausa como a Al Capone por la contabilidad. http://wp.me/p2v1L3-lZ

  4. juan gaviota says

    Todo lo que está ocurriendo es parte del guión, que leen de forma alternativa los socios de la coalición neoliberal pp$oe.
    La solución es fácil en el papel ; Encontrar a los que escriben el guión,neutralizaros, lanzar el lastre por la borda y volver a empezar.

  5. Rubes Keitel says

    El verdadero Rajoy podría haber sido secuestrado y estar bajo vigilancia en un depósito opaco de Bárcenas. http://rubeskeitel.blogspot.com.es/

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