Desaparecido en combate

En una decisión sin precedentes, ajena a toda lógica política, a cualquier estrategia ganadora, el Partido Popular ha decidido retirar de la circulación a Arias Cañete, su candidato a las elecciones europeas, justo en la recta final de la campaña electoral. El que fuera ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, ha suspendido entrevistas, esquiva a la prensa incluso en los mítines y pretende llegar al domingo sin haber ofrecido una sola rueda de prensa. No está confirmado, pero corre el rumor de que grupos de afiliados al PP, coordinados por el dirigente de Nuevas Generaciones Ángel Carromero, han iniciado una campaña nocturna de despegue y retirada de toda la cartelería callejera en la que aparezca Cañete. Para que no quede ni rastro del aspirante a comisario europeo.

¿Cañete? ¿Quién es Cañete? se preguntan en Génova. Y es que tras hacerse el harakiri con toda naturalidad a las primeras de cambio, el candidato Cañete ha pasado de ser el ministro mejor valorado del Gobierno a convertirse en el enemigo público número uno de las mujeres. El primate alfa se desinfla: su reacción ante la adversidad ha sido la de un individuo mediocre, huidizo, receloso, efímero. Un perdedor. Para la prensa europea es el hombre de las cavernas. Para la prensa española, el hombre invisible. “Sé fuerte, Cañete”, le consolará un Mariano Rajoy que sin duda comprende su canguelo. Recuerde que cuando vinieron mal dadas el presidente se agazapó tras una pantalla de plasma. Así demuestran su “superioridad intelectual” en el PP: evitando dar la cara, escondiéndose, negándose a dar explicaciones a los medios, es decir, a los ciudadanos.

Cañete se ha comido sus palabras, no podía ser de otra manera: “La forma de expresarme fue desafortunada… Pido disculpas si he ofendido a alguien”. Una semana después, suenan sinceras las disculpas, ¿verdad? Quizá un poco tarde para una persona normal, sinceramente arrepentida, pero con el punto de maduración exacto para quien ha tenido que superar la soberbia intrínseca que corroe a los líderes populares. ¿Si ha ofendido a alguien? Pues claro, a todos los ciudadanos con dos dedos de frente. ¿La forma de expresarse fue desafortunada? Sí, y también el fondo. A no ser que realmente piense lo que dijo.

Cañete ha desaparecido en combate. No es para menos. A sus declaraciones machistas, a su perdón tardío, se suma la información publicada por el diario Infolibre: Cañete tuvo participación en empresas relacionadas con paraísos fiscales. Algo legal, pero reprochable. Sobre todo para alguien que se siente tan español.

Políticos corruptos forman sociedades enfermas. Políticos cobardes constituyen gobiernos débiles. Políticos corruptos y cobardes son capaces de hacer cualquier cosa para ganar unas elecciones. Incluso rebajarse a pedir perdón.