Trump el tramposo

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Donald Trump, en una rueda de prensa, en septiembre de 2008. / David Shankbone (Wikimedia Commons)

Yo que no quería y aquí estoy, escribiendo sobre el payaso de Donald Trump.

El famoso promotor inmobiliario lleva un par de semanas en el circuito de programas de noticias sembrando dudas sobre el lugar de nacimiento de Barack Obama. "Su presidencia puede que sea uno de los mayores fraudes de la historia de Estados Unidos", dice este farsante de flequillo hortera, mientras añade que está estudiando la posibilidad de postularse a las presidenciales de 2012. Los índices de audiencia de su alicaído reality "Celebrity Apprentice" suben, mientras tanto, como la espuma. Y se coloca primero en popularidad en la lista de potenciales candidatos republicanos.

Sediento de publicidad, Trump conoce nuestro estúpido juego de ciclo informativo de 24 horas, de afirmación escandalosa que provoca una reacción, que a su vez desencadena otra reacción, y así hasta el infinito. Mientras el país está sumido en un debate presupuestario que podría definir su futuro de manera trascendental, Trump está empeñado en robarse titulares auto-promocionales desempolvando una absurda leyenda urbana enterrada hace mucho tiempo.

Según un acta oficial de nacimiento y los archivos del periódico local, Barack Hussein Obama nació en Honolulu, Hawai, el 4 de agosto de 1961. Su madre era nativa de Kansas. Su padre, de Kenia, país que sugiere Trump y sus chalados seguidores denominados birthers es realmente donde nació Obama. De ser así, no calificaría para la presidencia, ya que sólo los nacidos en suelo estadounidense pueden ocupar la Casa Blanca, según se interpretan las palabras "natural born citizen" de la Constitución de Estados Unidos.

Los republicanos siempre han sabido darle muy bien la vuelta a la tortilla (con la reforma del sistema de salud acusaban a Obama de querer matar a la abuelita y ahora ellos proponen privatizar el seguro médico de los jubilados y hacerles pagar más por él). En 2008 ya pusieron en duda el origen de Obama, cuando era su propio candidato, John McCain, el que había nacido fuera del país (en unas instalaciones militares del Canal de Panamá, para ser exactos).

Los productores de los programas de pseudo-noticias en los que aparece Trump deberían ser más rigurosos. Si invitas a alguien para que diga algo escandaloso, al menos cerciórate de que dice la verdad, o que presenta aunque sea una simple evidencia. Él se limita a decir que "no sabe" si Obama nació en Estados Unidos, que tiene a personas estudiando el tema y que están encontrando cosas sorprendentes ("Obama es musulmán", es el subtexto). Siempre se ha dicho que el millonario Trump tiene menos millones de los que presume. Desde luego esta publicidad pre-posible-aunque-improbable campaña presidencial le está saliendo gratis.

Tuvo que ser el cómico Bill Cosby quien pusiera orden en uno de estos programas. "Oh, vale ya de Donald Trump", le dijo a la presentadora de Today que acababa de entrevistar al del flequillo cuando le pidió una reacción a las aspiraciones presidenciales del promotor. "Llévatelo a casa", remataba visiblemente molesto.

El domingo era Christiane Amanpour quien le preguntaba al asesor principal de Obama y cerebro de su campaña de 2008, David Plouffe. "Tiene cero posibilidades de que lo contrate el pueblo estadounidense", contestaba, añadiendo que el numerito de Trump era simplemente un espectáculo barato.

Alguien con dos dedos de frente pensaría que con esto se acababa todo. Se equivocan. Al día siguiente ya le pedían a Trump que contestara. "Soy la peor pesadilla de Obama", respondía, refrescando el interminable ciclo de reacciones.

Y una vez más era el payaso el que se reía de su público bobo.

1 Comment
  1. el_zurdo says

    El payaso de Trump sigue a rajatabla la máxima de Goebbels: «Una mentira repetida adecuadamente mil veces se transforma en verdad». Lo preocupante es que haya gente que se crea sus mentiras

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