La realidad siria y el optimismo de Annan

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¿Hasta cuándo podrá seguir tensando la situación Bashar al Assad? Aprovechando el apoyo de sus valedores internacionales, las divisiones que debilitan la oposición siria y la tibieza internacional hacia la represión, el dictador sirio agota hoy el plazo de la implantación del plan de paz acordado con el enviado especial de la ONU, Kofi Annan, sin que haya cambios sobre el terreno. Hoy a las 6.00 AM hora local (5 de la mañana en España) debería entrar en vigor un cese de hostilidades en el que nadie confía, como el martes tendrían que haberse retirado las tropas que ayer seguían bombardeando y disparando contra núcleos civiles.

Pocos creían, ya a finales de marzo, que el compromiso del régimen sirio con el plan de paz de Annan fuera real, pero los vídeos que llegan sobre el terreno demuestran que los ataques contra la población civil por parte del Ejército sirio prosiguen, como continúa la impunidad y una crisis humanitaria que nadie quiere ver.

Donde el ministro sirio de Exteriores, Walid Muallem, ve una retirada parcial de sus carros de combate, siguiendo el calendario marcado por Annan, los activistas ven un redespliegue de los mismos. En los vídeos se han grabado tanques siendo camuflados, y se han visto vehículos de guerra en zonas donde antes había escasa presencia militar, como en la ciudad fronteriza de Azaz, en la frontera con Turquía, donde el pasado martes varios refugiados resultaron heridos por disparos sirios cuando estaban en un campo de refugiados turco. Los activistas denunciaban en la noche del martes, en vísperas de la entrada en vigor del cese el fuego, ataques contra Homs, Hama, Deir al Zor, Daraa, Latakia, Aleppo, Idlib o Zabadani, a pocos kilómetros de Damasco.

En los días previos a la entrada en vigor del calendario forjado por Annan, el número de víctimas mortales se ha disparado. Se han contabilizado un millar de muertos en 10 días, 101 sólo en la jornada del martes, que incluyen el macabro hallazgo de una fosa común en la localidad de Homs, en el barrio de Deir Balba, con 37 cadáveres entre los que se cuentan todos los miembros de dos familias. En barrios como Khaldiyeh la situación humanitaria es crítica, ya que no hay acceso a suministros médicos o alimentos y la electricidad y el agua siguen estando cortadas por el régimen.

Sin embargo, Kofi Annan sigue viendo motivos para el optimismo, al menos hasta que hoy se pueda discernir si el régimen aplica algún tipo de alto el fuego o no. Tras el compromiso del Ejército Libre de Siria, la facción de desertores, de respetar el cese de hostilidades –algo poco indicativo dado que la organización no tiene control real sobre todas las facciones armadas que actúan en Siria- la voluntad de Damasco se vio en entredicho cuando el régimen, hace pocos días, exigió “garantías por escrito” a los grupos armados para poner fin a sus propias operaciones militares. Ayer, ya no le eran necesarias.

“Después de que nuestras fuerzas armadas hayan completado exitosamente sus operaciones de combate contra los grupos terroristas armados y reforzado el papel del Estado sobre su territorio, se ha decidido parar esas operaciones el jueves por la mañana”, dictaba ayer un comunicado oficial del régimen sirio.

Es posible que esta vez Damasco se piense dos veces si cumple su palabra o sus acciones contradicen sus compromisos con la comunidad internacional. Después de que Rusia y China bloqueasen dos resoluciones ante el Consejo de Seguridad para proteger a Assad, pequeños signos hacen entrever cierto malestar en Moscú y Pekín hacia su socio árabe. China ha pedido al Gobierno y la oposición siria que cumplan con Annan y, en concreto, ha exigido a Assad que “implante completamente el compromiso del alto el fuego y de la retirada de tropas”, mientras que el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, ha lamentado que Damasco no haya adoptado “pasos más decisivos” hacia la resolución del conflicto.

Gran Bretaña, mientras tanto, parece deseosa de volver a resucitar el dossier sirio ante el Consejo de Seguridad y acusa a Damasco de “usar el plazo para encubrir una intensificación de sus acciones militares” y Turquía amenaza con tomar acciones tras el ataque contra el campo de refugiados sirio instalado en su territorio. Incluso Líbano, aliado de Assad –Hezbolá forma parte del Ejecutivo- ha exigido una investigación sobre los disparos sirios que acabaron con la vida de un periodista local en territorio libanés el pasado martes. La impunidad no le puede durar a Damasco para siempre.

2 Comments
  1. Dusty Tysor says

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