“Los derechos de la mujer en el parto no deben dejar de respetarse en tiempos de pandemia”

  • Noemí Belda, matrona de paritorio, afirma que no se están respetando las recomendaciones sobre parto y covid-19 que establece la OMS
  • Las comunidades autónomas no se ponen de acuerdo sobre los pasos a seguir en los partos ante la situación de covid19
  • “Las guías de las OMS recomiendan el acompañamiento incluso si la mujer es covid-19 positivo”, afirma la matrona

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La tarde del 6 de abril, la matrona Noemí Belda asistió el parto más surrealista de su vida. Dos días antes y debido a la situación de covid-19, la Generalitat Valenciana anunció un protocolo de actuación en partos que limitó, entre otros aspectos, el acompañamiento a las mujeres embarazadas. La pareja que entró por la puerta de urgencias del hospital aquella tarde no sabía nada. Él tuvo que marcharse a casa. Ella, se quedó sola. Su conexión sería a través de una pantalla.

Con el smartphone entre las manos, la matrona trataba de enfocar a la mujer para que su pareja pudiera verla, mientras no dejaba de pensar en lo extraña y frustrante de aquella situación. “Estamos acostumbradas al contacto humano de quien ve nacer a su bebé. Era muy raro ver a una mujer pariendo sola, más pendiente de su teléfono que de su proceso fisiológico”.

Belda es matrona de paritorio del hospital Mare de Déu dels Lliris de Alcoi, en Alicante. Un hospital público de referencia a la atención al parto natural, con el reconocimiento de la Organización Mundial de la Salud (OMS) por el respeto a los derechos de las mujeres y aval en buenas prácticas obstétricas. “La puesta en marcha del protocolo de la Generalitat suponía un paso atrás en todo lo que habíamos conseguido”.

A la mañana siguiente, Belda y su compañera redactaron una carta a su supervisora, donde exponían las sensaciones de rabia, frustración y deshumanización de un momento tan íntimo. “En este caso, había solo una mujer de parto y pudimos acompañarla con la videollamada. Pero cuando hay más partos, este procedimiento no puede llevarse a cabo. La matrona no puede estar en todo momento con una sola mujer y ante una complicación, es la persona acompañante la que avisa. En una urgencia, cada minuto cuenta. Por suerte solo tuvimos ‘una víctima’ de este protocolo absurdo”.

Durante los días siguientes a la aplicación del protocolo, la marea social de colectivos de matronas y mujeres embarazas rechazando la directiva, obligó a la Consellería de Sanitat a rectificar y emitir una nueva orden en la que sí se permitían los partos con acompañamiento. “Las guías de las OMS recomiendan el acompañamiento incluso si la mujer es covid-19 positivo. Aparte de los riesgos físicos de quedarse sola durante el parto y el postparto, la mujer podría tener secuelas psicológicas”, afirma Belda. “Los derechos de la mujer no deben dejar de respetarse en tiempos de pandemia”.

Derechos también vulnerados en otras comunidades, como en el caso de Asturias, donde las embarazadas se han unido para exigir el acompañamiento en el parto. De la misma manera lo denuncia la plataforma El Parto es Nuestro, asociación sin ánimo de lucro y feminista, que pretende mejorar las condiciones de atención a madres e hijos durante el embarazo, parto y posparto en España. En su web, exponen las malas praxis por covid-19, entre las que también se destacan el acortamiento de partos normales con instrumentalización -fórceps y ventosas- o las cesáreas e inducciones innecesarias.

En este aspecto, Francisca Fernández, abogada especializada en negligencias médicas, denuncia mediante un artículo en su página web el acortamiento de los partos en la Comunidad de Madrid: “Se proponen practicar fórceps y ventosas, con todo su potencial lesivo, a bebés y madres que no lo necesitan […] Las consecuencias del uso de esos instrumentos van, desde la fractura craneal y hemorragias en el recién nacido, a desgarros vaginales y del esfínter anal con incontinencia en las madres. Estos protocolos atentan contra la integridad física de las gestantes y contra los derechos humanos”.

La matrona Noemí Belda. / Cedida

Para la matrona alicantina, tomando medidas de protección no hay necesidad de que la mujer esté sola. La solución perfecta sería contar con test rápidos para detectar coronavirus, como en el caso de muchos hospitales privados: “estamos bastante lejos de todo eso, que sería lo ideal. Así que tratamos a todas las personas como potencialmente contagiosas. Por lo tanto, no tiene sentido emitir protocolos egoístas desde el miedo y la deshumanización, en contra de todas las recomendaciones científicas”. Y no solo con respecto a los nacimientos, sino también a las muertes: “Se están vulnerando derechos en los dos extremos de la vida, tanto las personas que están llegando al mundo, como las que se van”, concluye la matrona. De hecho, en Alcoi ya se está dotando de trajes especiales a quienes deseen despedirse de sus familiares en fase terminal.

El caso valenciano, un ejemplo a seguir

Belda está orgullosa de la reacción que se tuvo ante la emisión del protocolo valenciano y destaca la labor de las asociaciones de matronas, pero especialmente de las mujeres embarazadas que denunciaron el protocolo. Una de ellas fue Mireia Pascual, a la que Belda da clases de matronatación y que, a sus 38 semanas de embarazo, no estaba preparada para parir sola.

No es un capricho. Está demostrado científicamente que la oxitocina, hormona que activa las contracciones en el parto, está muy relacionada con el nivel de estrés. Podría suceder que, cuando la mujer llegue al hospital y se le niegue el derecho a parir acompañada, el estrés generado impida la dilatación”.

La impotencia y el miedo aumentaban al mismo nivel que su sensibilidad, esa que crece cuando estás embarazada y con las hormonas totalmente disparadas. “Mi cerebro ya se había adaptado a muchas circunstancias que yo me había imaginado diferentes, como que tu familia no pueda conocer al niño. Solo te falta que en plena pandemia mundial no respeten tu derecho como mujer a decidir si quieres estar acompañada”.

Pascual es periodista de salud y al conocer la noticia, envió una nota de prensa a varios medios de comunicación locales y regionales. Para su sorpresa, al día siguiente ya estaba dando entrevistas en prensa, radio y televisión. Juntas, consiguieron que la Generalitat diera un paso atrás.

En palabras de Belda: “Queremos servir de ejemplo a otras comunidades. Los protocolos los elaboran comités de expertos y asesores. Está bien que se haya mejorado y se piense en el bienestar de todas las personas. Rectificar es de sabias”.

1 Comment
  1. Anónimo says

    Y no solo en los partos, también el resto de personas ingresadas en hospitales no por el coronavirus no se le están respetando sus derechos, no se les puede visitar, se les deja solos, no informan bien a la familia, mueren solos. Mi madre sin vida, de mala manera en la cama del hospital. Nunca lo podré olvidar, en la cama de al lado otra mujer a la que nadie atendía…horrible.

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