El Gobierno mantiene bloqueado el barco de rescate Aita Mari

  • La solicitud de despacho fue solicitada hace más de 20 días
  • "Los asesores del PSOE deben pensar que si sale el Aita Mari, pierden votos"

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Aunque la convocatoria había sido realizada a las 16 horas, y a pesar de una imparable lluvia fina, media hora antes de la cita, decenas de personas se encontraban en el puerto de Pasaia, junto al Aita Mari, preparadas para descargar decenas de cajas de un camión y varias furgonetas. Días antes, y ante la negativa de la Dirección General de la Marina Mercante, Salvamento Marítimo Humanitario (SMH), la ONG propietaria del barco, había hecho un llamamiento para estibar mas de ocho toneladas de ayuda humanitaria, con destino la la isla de Lesbos.

“Al principio nos asustamos. ¿Cómo vamos a organizar a tanta gente?”, se preguntaba Iñigo Gutierrez, vicepresidente de SMH. "La verdad es que estibamos el barco en una velocidad record. La respuesta nos ha vuelto a sorprender. Todo esto esta siendo muy largo y, sin embargo, la gente vuelve a responder, a pesar del tiempo, de las horas…”

En poco mas de una hora, centenares de mantas, ropa o material de higiene se ordenaron en el barco, preparadas para las personas que se encuentran atrapadas en el campamento de refugiados de Moria, eufemismo con el que se designa a esta cárcel a cielo abierto, donde mas de 13.000 mujeres, niños y hombres malviven en un lugar ideado para apenas 3.000. Sin embargo, el Aita Mari no fue concebido sólo como un barco de transporte de material humanitario.

Éste viejo atunero de Getaria, de 32 metros de eslora, y tras 17 años de faena en las costas del Cantábrico, tenía como destino el desguace. Su armador había fallecido y la familia no quería seguir haciéndose cargo de él. SMH ya había operado con otro barco, el Lifeline, haciendo rescates en el Mediterráneo junto a otras ONGs, pero estaba buscando un barco por medio mundo, cuando la casualidad hizo que encontrara al Stella Maris, antiguo nombre del barco, a muy pocos kilómetros de casa.

Durante mas de cuatro meses de trabajo, voluntarios de la ONG y trabajadores del astillero de Kai Alde, del puerto de Pasaia, convirtieron a golpe de soplete un barco de pesca tradicional vasco en un barco de rescate operativo: Los frigoríficos donde se guardaba la anchoa se han transformado en un lugar seguro donde acoger a las mujeres y niños. Los neveros de popa fueron transformados en camarotes para la tripulación y en una sala de prensa y se ha construido una pequeña clínica donde se atenderán las urgencias entre otras reformas.

“Durante la transformación del barco, un ejército de voluntarios venidos de todos sitios acudían a sanear, limpiar, pintar… para que los operarios de Kai Alde pudieran ser más eficaces. Gracias a la ilusión de esta gente, las obras de reforma, que el cálculo estimado de siete meses, se dividieron en poco mas de tres. Era espectacular ver a tanta gente acudir a trabajar”, recuerda emocionado Iñigo Gutierrez.

Desde la ONG lo tuvieron claro: se bautizaría con el nombre de Aita Mari, en homenaje a un popular marino de Zumaia, conocido por arriesgar su vida para rescatar a los tripulantes de las embarcaciones que naufragaban frente a la costa. En 1866 y tras poner a salvo a varias personas, un golpe de mar hizo que cayera al agua y desapareciera para siempre frente a la bahía donostiarra.

Ausencia de respuesta del Gobierno

Con el barco listo y estibado, el equipo médico preparado y una tripulación con experiencia, formada en otros barcos de rescate, tan sólo quedaba la firma de la Dirección General de la Marina Mercante para salir en dirección a la zona SAR frente a las costas de Libia. Sin embargo, la firma de permiso a la solicitud de despacho nunca llega. Ni siquiera responden.

“Hemos hecho una solicitud de despacho a Licata, Sicilia, para después llevar ayuda humanitaria a la isla de Lesbos. Sin embargo, la respuesta de la autoridad marítima española nos pone trabas y dificultades constantemente. Y ahora ni siquiera nos contestan. Yo tengo claro que detrás de esta negación de despacho hay una decisión política, y hay una desviación de poder. Así lo hemos expresado en lo recursos que hemos presentado. Creemos que por su parte, actúan con mala fe y con conocimiento de que la actuación que se esta haciendo por parte de los funcionarios es injusta”, afirma Iñigo Mijangos, presidente de la ONG.

La ausencia de respuesta ante la solicitud de despacho del Aita Mari, demuestra una vez más que al llegar al poder, las políticas migratorias del PSOE no difieren mucho de las del PP. Mientras que el PSOE presentó un recurso en 2015 ante el Tribunal Constitucional contra una ley del Partido Popular que permitía las devoluciones en caliente en la frontera de Ceuta y Melilla, al llegar al gobierno defendió con argumentos muy similares a los de Mariano Rajoy éstas devoluciones, considerando que permitían combatir el "efecto llamada".

A esto hay que sumar el silencio informativo en las redes de Salvamento Marítimo, que desde finales de 2018, según denuncia la CGT, el sindicato mayoritario, ya no se comunican en redes sociales los rescates que se realizan de las pequeñas embarcaciones que salen desde el estrecho con dirección a la península. La reciente defensa de la actuación de la Guardia Civil en el caso de Tarajal también es otra prueba de ello, donde la Abogacía del Estado, dependiente de Justicia, ha pedido la absolución de los Guardias Civiles que dispararon a las personas que cruzaban a nado, causando el fallecimiento de 15 personas. Por otro lado, habría que recordar la promesa estrella del ministro Marlaska, de eliminar las concertinas (cuchillas de las vallas fronterizas) de Ceuta, que sigue sin cumplirse.

“Aquí estamos pagando un cálculo electoral”, afirma Gutiérrez. “Los asesores que tiene el PSOE han debido de pensar que si sale el Aita Mari llevando ayuda humanitaria, a lo mejor pierden votos. Pero lo que no se comprende es que un pretendido gobierno de izquierdas tenga bloqueado un barco con ayuda humanitaria en el puerto”. La solicitud de despacho fue solicitada hace ya 23 días, pero la Dirección General de la Marina Mercante, aún no ha dado respuesta. “Es un trámite administrativo, que se resuelve en horas”, insiste Mijangos. “Tenemos todos los documentos en regla y hemos pasado todas las supervisiones. Ni siquiera saben que alegar para negarnos la salida del puerto. Simplemente, no contestan", comenta.

"La situación que vivimos es de injusticia e indefensión. Hay un abuso absoluto de poder y es lamentable que como consecuencia de todo ello, cada día mueran personas en el mediterráneo o que haya miles de personas sufriendo en las islas Griegas y se nos prohíba siquiera ir a llevar ayuda”, reitera Mijangos.
Desde hace un año, el Aita Mari esta listo para zarpar y con todos los documentos en regla. Y ahora, con mas de 3 toneladas de ayuda humanitaria en unas bodegas que antes almacenaban pescado, en espera para asistir a las personas que se encuentran varadas en las islas del Egeo.

Gutierrez es muy claro: “Tenemos comunicación por escrito con los centros de rescate de Malta e Italia, donde se dice que si trabajamos en coordinación, no tendremos ningún problema a la hora de desembarcar a las personas rescatadas. Esta negativa solo puede ser el capricho de una mente perversa, o un torpe cálculo electoral en el que al final se juega con las vidas y el bienestar de mucha gente. El invierno esta a las puertas, y esta ayuda tiene que llegar".

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