El Gobierno responde al rotundo éxito de la huelga de la Enseñanza con improperios

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Imagen de la mnifestación celebrada ayer, día 24, Barcelona, a la que acuideron 175.000 personas, según los convocantes. / Marta Pérez (Efe)
Imagen de la manifestación celebrada ayer, día 24, Barcelona, a la que acudieron 175.000 personas, según las organizaciones convocantes. / Marta Pérez (Efe)

La huelga general en la Enseñanza pública y privada concertada --la segunda en menos de un año contra la política educativa del Gobierno del PP y su Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE)-- fue secundada por el 83% de la comunidad docente y constituyó un éxito rotuno, según sus organizadores, a los que no cabe suponer falta de honradez ni intereses espurios. Sin embargo, según la íntima colaboradora del ministro José Ignacio Wert y secretaria de Estado, Montserrat Gomendio, sólo el 20% de los profesores secundó el paro. Gomendio intentó enfrentar a padres y maestros antes de la huelga, diciendo que los profesores "tienen empleo fijo” –lo que es parcialmente falso--  mientras que muchos padres están en paro. Ayer metió a todos en el mismo saco --profesores, alumnos y padres de alumnos-- y los calificó de “demagógicos, simplistas y en muchos casos ofensivos”. Y además “fracasados”, pues, según sus datos, sólo uno de cada cinco docentes secundó el paro. Sus cifras contrastan con el prometio del 70% del profesorado que ofrecieron los sindicatos.

El colofón a la extraordinaria jornada de aulas vacías lo pusieron las grandes manifestaciones que se registraron en todas las ciudades y poblaciones importantes por su número de habitantes, con una afluencia extraordinaria de profesores, alumnos y madres y padres en ciudades como Barcelona (170.000 manifestantes), Sevilla, Zaragoza, Valencia... La manifestación más numerosa (250.000 personas, según los organizadores) se registró en Madrid. El helicóptero de la policía sobrevoló la zona poco antes de que comenzara la marcha y se retiró cuando, a las 19:10, las nubes, muy bajas, comenzaron a soltar lluvia. Quizá por eso, la Delegación del Gobierno tardó más de lo habitual en reducir un 75% la afluencia. Con ello ya contaban los asistentes, cuando, sin poder avanzar un paso más para acercarse al escenario desde el que se leyó el manifiesto, comenzaron a gritar: “Luego diréis que somos cinco o seis”.

La protesta contra la LONCE y su carga de preceptos autoritarios y fracasados –reválidas, segregación, clasismo y religión evaluable como disciplina científica, entre otros--, se extendió en los lemas de los manifestantes a otras materias como la quita de becas, la liquidación de más de 30.000 puestos de trabajo de profesores y el hachazo a la investigación y el desarrollo científico-técnico que ya ha puesto en fuga a cientos de investigadores, expulsado a miles de licenciados y que, según los expertos, está oscureciendo el futuro de este país. "Es como si el ministro Montoro, al “salir del túnel” y “atisbar la recuperación”, hubiera decretado y hasta gritado con el visto bueno del presidente Rajoy: “¡Que hagan más túnel!”, comentaba Eva E, profesora de la Universidad Complutense.

Una hora antes de que comenzase la manifestación de Madrid, que arrancaba en la plaza de Neptuno y terminaba en la de Sevilla, los convoyes del Metro y los autobuses que conducen a las inmediaciones (Atocha, Sol, Sevilla y Cibeles) iban abarrotados de alumnos, profesores y padres con los distintivos de la Marea Verde, las populares camisetas verdes con la leyenda “Escuela pública de todos y para todos”. Para disgusto de la expresidenta Esperanza Aguirre, la gama se ha ampliado: pañuelos, bufandas, gorras, sudaderas. Se echaron en falta chubasqueros. Un acierto de los responsables del ferrocarril suburbano es que hayan colocado esas pegatinas ilustradas con fragmentos literarios y también de la Constitución. Así, muchos jóvenes pudieron leer el artículo 27 de la Carta Magna, ese que dice: “Todos tienen derecho a la educación” y añade: “los poderes públicos garantizan el derecho de todos a la educación”.

Contra la poda del primer epígrafe clamaban los jóvenes del Sindicato de Estudiantes gritando: “Presupuestos militares para gastos escolares” y “si somos el futuro, ¿por qué nos dan por culo?”. Desde los altavoces instalados en la caja de una furgoneta reclamaban la convocatoria de una huelga general. En su pancarta se leía: “No a la contrarreforma franquista, becas sí, tasas no. Wert dimisión”. Un dirigente que se iba quedando ronco por momentos, afirmaba micrófono en ristre: “No abandonaremos las calles hasta que cesen los ataques contra los trabajadores y contra las conquistas sociales, hasta que no retiren esta ley”. Para pedir la dimisión del ministro Wert emplearon un lema original: “Dimitir no es un nombre ruso”. También le aconsejaron: “Wert, capullo, recortate el orgullo”.

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Aspecto que presentaba el Paseo del Prado de Madrid durante la manifestación de ayer. / Kiko Huesca (Efe)

La manifestación tuvo un tono festivo, aunque no precisamente de “fiesta de cumpleaños”, según la expresión del ministro. Su comparación con la huelga de los maestros en México, que se ha prolongado desde el mes de abril, resulta cuando menos displicente para el país hermano, pues ignora las carencias de su sistema educativo, donde el que sabía leer y escribir enseñaba con un título de maestro en las zonas más empobrecidas y remotas y ahora debe someterse a una evaluación que consideran arbitraria. Y su comparación (la de Weert) con las protestas de los estudiantes en Chile tampoco ha sido afortunada porque no ha tenido en cuenta que entre los estragos de la dictadura del criminal Pinochet figuró la privatización y falta de financiación pública a la enseñanza superior. No es extraño que los jóvenes del Sindicato de Estudiantes --esos demagogos ofesivos, según doña Gomendio-- exijan que el “cavernícola convertido en ministro” no siga ni un día más en el cargo.

La secretaria general del Sindicato de Estudiantes, Ana García, tras resaltar el éxito de la huelga y de las movilizaciones, envió un recado al PSOE y a las demás formaciones de la oposición: “Está muy bien que vengan a hacerse la foto y dar una rueda de prensa, pero la lucha se hace movilizando en las calles, dejando de dar balones de oxígeno al PP y exigiendo la dimisión del ministro”. En nombre de los sindicatos de la enseñanza, que cifraron en un 83% el seguimiento del paro, Carlos López, de FETE-UGT, criticó las “provocaciones” del Ministerio de Educación y dijo que con esta huelga se han conseguido dos hitos: “Ha sido histórica y ha logrado la unidad de la comunidad educativa”.

Todos los representantes sindicales, incluido el de Anpe, la segunda organización en número de profesores afiliados, coincidieron en que sólo se reunirán con Wert cuando retire el proyecto. El portavoz de CCOO, Francisco García, añadió: “No iremos al Ministerio mientras no haya interlocutores con credibilidad” y destacó que “el Gobierno está socialmente aislado” y los enseñantes seguirán en la calle e impugnarán en los tribunales todo el desarrollo normativo que se apruebe. Como es sabido, la LOMCE se ha tramitado en el Congreso sin el voto favorable de ningún grupo, salvo el PP, que también cuenta con mayoría absoluta en el Senado. Y toda la oposición se ha comprometido a derogar la norma cuando el partido de la derecha nacional pierda en las urnas esa mayoría absoluta que ya ha perdido en todas las encuestas.

Mientras los dirigentes de IU cedían el protagonismo a los sindicatos y organizaciones integradas en la Plataforma Estatal por la Escuela Pública, el secretario de organización del PSOE, Oscar López, presente en la marcha, quiso destacar que “lo mejor de la sociedad española, los padres, madres, profesores y alumnos, están hoy defendiendo el futuro del país frente al mayor ataque a la igualdad de oportunidades en democracia, que es la LOMCE”. Pasadas las 20:00 horas, cuando los convocantes ya habían leído el manifiesto, decenas de miles de manifestantes, con grupos de charangas y de instrumentistas que denunciaban la relegación de las enseñanzas artísticas, seguían abarrotando la calle de Alcalá desde la plaza de la Cibeles. Más que una manifestación, aquello era una concentración.

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Los manifestantes de Madrid se protegen de la lluvia con paraguas en su recorrido por la plaza de Cibeles y la calle de Alcalá durante la marcha celebrada ayer contra la LOMCE. / Foto: Kiko Huesca (Efe)
2 Comments
  1. Hernesto LLave says

    IU forma parte de las plataformas en muchas ciudades españolas por lo que ya tenía su protagonismo y nada que ceder (el portavoz de la plataforma va rotando por acuerdo). Muy desafortunada la introducción del último párrafo.

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