Anova, Compromís, Equo y CxM, a favor de una confluencia amplia y no bajo las siglas de un partido

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Sergio Pascual, secretario de organización de Podemos, señaló ayer en rueda de prensa que Podemos se presentará con su logo y siglas a las generales, frente a otros partidos que ven necesaria una confluencia. / Javier Lizón (Efe)

A pesar de las intenciones de Podemos de concurrir con su marca y logotipo a las próximas elecciones generales, algunos partidos confían en que se pueda lograr una candidatura amplia. Aparte de la apuesta de IU, impulsada por Alberto Garzón, otras fuerzas políticas como Anova, Compromís, Equo o Convocatoria por Madrid (CxM) son partidarias de avanzar pasos para una unidad en la que todos se sientan cómodos y representados. La experiencia de Ahora Madrid o Barcelona en Comú es una de las referencias. En cualquier caso reconocen que es pronto todavía y que los próximos meses, sobre todo a partir de la constitución de Ayuntamientos y cámaras autonómicas, se podrán mantener conversaciones sobre el asunto.

Desde Galicia, Anova destaca a cuartopoder.es que para su proyecto político las elecciones generales son primordiales. “Hay que hacer frentes amplios, con la izquierda social y política unida teniendo en cuenta que el motor está en la ciudadanía activa”, explica Manoel Santos, responsable de comunicación de la formación liderada por Xosé Manuel Beiras. Recuerda la experiencia de AGE y la “superación por elevación, incluyendo a la parte social”, de las mareas. Para este partido, las marcas son lo menos importante y la generosidad tiene que venir no sólo de Podemos. “No hay gallos en el gallinero, como dice Beiras, hay que actuar con cooperación y confluencia”, señala Santos. Para Anova, es importante respetar el ecosistema político propio de Galicia. “Tiene que haber un entendimiento entre partidos y la izquierda social, en eso trabajaremos”, subraya. En su horizonte político está la necesidad de realizar unos procesos constituyentes para que haya una ruptura democrática. Desde A Coruña, Xulio Ferreiro, cabeza de lista de Marea Atlántica destacó en una entrevista a este medio la necesidad de replicar el modelo de las mareas gallegas para las generales. La unidad también es defendida sin matices por la líder de EU, la marca gallega de IU, Yolanda Díaz.

Muy claro habla Juan López de Uralde, coportavoz estatal de Equo. La formación ecologista tiene en su hoja de ruta marcada la necesidad de candidaturas de confluencia. “Nuestro trabajo de cara a las generales va en la dirección de una confluencia amplia, no bajo las siglas de ningún partido, sino en la que se respete la diversidad de opciones y propuestas que conforman ese espacio de cambio”, señala a cuartopoder.es. Más rotundo se muestra aún al ser preguntado sobre la postura actual de Podemos. “El que tiene una mayor responsabilidad en conseguir que esta suma fructifique es quien tiene ahora mismo más tirón y pensamos que para que el cambio sea posible, quien más fuerza tiene es el que tiene que actuar con mayor generosidad. No es el momento de aferrarse a unas siglas sino de buscar la mejor manera de sumar”, señala. Recuerda Uralde que el partido ha trabajado en las pasadas elecciones en este tipo de candidaturas y que lo seguirá haciendo. “En algunos sitios nos pusieron el mote de pegamento verde”, comenta al respecto. Confía en que los partidos sean capaces de ponerse de acuerdo como punto de partida.

Otro actor importante en la gestión de las candidaturas de unidad popular es Convocatoria por Madrid (CxM). Esta plataforma, impulsada por el sector ex-IU cercano a Tania Sánchez y en el que también participan Equo y otros, quiere ser “la levadura de la unidad popular”, según destacan fuentes oficiales del colectivo a este medio. No dan nada por perdido ya que “todo cambia rápidamente” en estos tiempos. “Queremos que los resultados de las elecciones se traduzcan en unos apoyos unitarios y mayoritarios electoralmente. Eso es en lo que vamos a trabajar. La forma concreta dependerá de cómo se vayan colocando los distintos actores. Lo principal es que todos los actores implicados pongan por encima los intereses del país y de cambiarlo frente a los objetivos de parte. Que todo el mundo se sienta cómodo, partícipe y tenga cabida. Eso se ha conseguido en las candidaturas de unidad popular”, comentan estas fuentes. Otros actores sociales como Ganemos Madrid destacan que al ser un movimiento municipalista no entrarán de forma oficial en este debate para las generales.

Por su parte, la posición de Compromís está menos clara por el momento. Su buen resultado, con su marca, en las pasadas elecciones, hacen que estén más centrados estos días en las negociaciones postelectorales. En cualquier caso, según apunta a cuartopoder.es Mireia Mollá, diputada regional por Alicante, existe voluntad y predisposición de esta fuerza política por tener encuentros, conversaciones y reuniones para abordar el tema. “Entiendo que con Podemos se tendrán conversaciones, está todo en un punto que todavía es prematuro. Las próximas semanas sí que habría que avanzar algo al respecto”, destaca Mollá. En cualquier caso, sí tienen claro las líneas por las que debería pasar la posibilidad de construir alguna candidatura común. Respecto a las políticas en sí pasaría porque se haga un rescate a las personas, una regeneración profunda y una política con un componente medioambiental.

Además, recuerda Mollá que no se puede obviar el ámbito valenciano por lo que habría que tener en cuenta los sistemas de financiación territoriales, las competencias, etc. Sobre el cómo se debería hacer, destaca “articular una herramienta útil, mucho más allá que los simples pactos o coaliciones políticas”. “Somos partidarios de que haya unas primarias abiertas, pero la nuestra tienen un componente de garantía de visualización de la pluralidad política. Creo que puede ser positivo, si quieres formar parte de algo que te represente más que a ti mismo, tiene que haber un equilibrio, que todos los componentes sientan que forman parte del proyecto”, reflexiona Mollá. Sobre la denominación o siglas, comenta que “si se produce algo más grande no creo que tengamos problema en encontrar algo que nos arrope a todos”.

Sí parece más cercana una candidatura común, incluso con otras siglas como dejó entrever ayer Sergio Pascual, en Cataluña junto a las fuerzas que han compuesto la candidatura de Barcelona en Comú. El secretario de organización de Podemos, reiteró ayer también en rueda de prensa de forma rotunda la posición del partido a nivel estatal. “Para que quede claro y con total rotundidad: los ciudadanos españoles podrán encontrar la papeleta de Podemos con su logo y su nombre en las elecciones generales de noviembre”, destacó. Además, ofreció la “mano tendida” de su formación a las personas que quieran contribuir al cambio presentándose en sus primarias. Pascual señaló que había unanimidad en la dirección estatal. No obstante, sectores del partido han pedido reabrir el debate aunque de forma extraoficial y sin utilizar los mecanismos que Podemos dispone. A día de hoy, esta postura choca con las planteadas por el resto de fuerzas, especialmente la de IU. Sin embargo, según fuentes del partido cercanas a la posición de Garzón, hay optimismo para que la situación cambie. En los próximos días empezarán a producirse contactos y como todas las personas consultadas coinciden, se prevé un verano movido en este sentido.

9 Comments
  1. María says

    Hace mucho tiempo que pienso en esta posibilidad. Hace mucho tiempo que expresé públicamente, en Facebook, la necesidad de generar una savia nueva que sacara a este País del bipartidismo, de una nueva rebeliòn que limpiara a fondo toda mancha de corrupción y de duda. La idea de una coalición de izquierdas, además de ser una postura inteligente, es una necesidod para cambiar la política, tan viciada y vetusta que nos gobierna. Pero para eso, hay que pensar en el bien de la sociedad y los intereses comunes, olvidarse de lo individual frente a lo colectivo.
    Requiere un gran esfuerzo por parte de todos, y el pleno convencimiento de estar haciendo lo mejor.
    María.

  2. Carmen Huerta says

    Divide y Venceras.Tengo 80 años me eduque en la dictadura,y la division en la.izquierda ha sido nuestro mal.Un s

  3. eliocruz.es@hotmail.com says

    Me parece una.buena idea,.una.Union Populär de Izquierda,el problema esta en Podemos se creen importante, Su enemigo es.Su falta de.ideologia ,.Su transversalidad es.muy peligrosa.

  4. eliocruz.es@hotmail.com says

    Me parece buena idea.de.la Union Populär de.Izquieda,Podemos es prepotente pero no tienen ideologia y se convierte en un partido transversar peligroso.

  5. Gonzalo says

    Podemos, su idea de fagocitar a todos y su apuesta por la división impopular no ha tenido apoyo de nadie. Me alegro mucho y espero que se sumen cuanto antes a la Unidad Popular que están construyendo Alberto Garzón, Julio Anguita, Yolanda Díaz, Beiras, Juan López de Uralde…

  6. delao says

    Asi que los de Podemos son: peligrosos, transversales, sin ideología, prepotentes y su apuesta por la división impopular no ha tenido apoyo de nadie, (aun teniendo el 14 % del apoyo en las municipales celebradas el mes pasado). Pues francamente, no veo a que tanto interés para confluir junto a ellos….¿O va a ser que interesa y mucho su poder de convocatoria ?

  7. Alejandro Romero Cabrera says

    LA TRIBUNA 05.06.2015
    La encrucijada de Podemos
    ISIDORO MORENO En un análisis de urgencia sobre el movimiento del 15-M, escribía el profesor Carlos Taibo, hace ahora cuatro años, que en este convivían dos almas. La de los indignados que atribuían la lamentable situación existente a la naturaleza misma del sistema económico-político imperante y la de aquellos cuya indignación respondía a que no veían suficientemente recompensados por parte de la sociedad sus esfuerzos y méritos y habían entrado a formar parte de un «precariado» sin horizontes o simplemente de las estadísticas del paro. Estas dos almas, estos dos diagnósticos realizados en base a una misma radiografía social, desembocaban en dos diferentes objetivos: transformar de raíz el sistema, sustituyéndolo por otro cuya lógica fuera distinta a la del mercado y la búsqueda agónica de la ganancia y el beneficio personal, o reformar aquellos aspectos políticos del sistema a los que se hacía responsables principales de la situación: los partidos corruptos y el mal funcionamiento de las instituciones. Si se quiere, podríamos hablar de un alma rupturista y de un alma reformista, la vieja dualidad una de cuyas últimas versiones la experimentamos quienes vivimos la anterior Transición, en la época del desmontaje controlado del franquismo y el comienzo de la Segunda Restauración Borbónica. Desde aquella época, en que triunfó la «Reforma» frente a la «Ruptura» con la cooperación activa de los partidos
    de izquierda y los sindicatos mayoritarios, y salvo casos muy concretos y de escasa representatividad, el sistema político se ha basado en un bipartidismo de la alternancia y no en la confrontación entre alternativas. Así ha sido a nivel del Estado y de la gran mayoría de los ayuntamientos, aunque en Andalucía se estableció un unipartidismo que se ha convertido en Régimen debido al Gobierno continuado de un mismo partido en la Junta. Hace poco más de un año se creó Podemos, un partido que se reclama heredero o traductor del 15-M y que ha heredado de éste su doble alma. Hasta ahora, las contradicciones que ello produce no han aparecido demasiado, al menos públicamente, porque no ha tenido que realizar opciones trascendentes dentro del tablero político institucional. Pero en estos días Podemos sí tiene que tomar importantes decisiones, sea directamente o a través de las agrupaciones y partidos instrumentales que ha creado o apoyado. La principal, si pacta o no con uno de los dos partidos que son los pilares del régimen político que, según su planteamiento, hay que transformar radicalmente. Tendrá que decidir si el PSOE es menos «casta política» y menos responsable de los efectos de la crisis sobre las clases populares que el PP. Que esto significaría apoyarlo, por una u otra vía, en Sevilla y otros lugares para desbancar al PP allí donde éste no tenga mayoría absoluta. Se trataría de una evidente corrección del análisis según el cual el PSOE no es otra cosa, en la actualidad, que una de las dos columnas del régimen por ser sostenedor, al mismo nivel de protagonismo que el PP, del sistema económico-político dominante. Sólo considerando que el PSOE no es «la otra derecha», o que es el mal menor, cabe pensar que ese partido podría realizar una política realmente distinta, en lo fundamental, a la del PP si fuera suficientemente
    condicionado para ello. Lo que ocurre es que esta corrección dejaría sin terreno propio al nuevo partido porque ésa es precisamente la teoría que ha defendido permanentemente, aunque sin otros resultados que obtener algunos cargos, Izquierda Unida y que ha llevado a esta formación a su casi liquidación y sustitución, en la ilusión y el voto de muchos, por Podemos. Y es claro también que si Podemos niega su apoyo al PSOE será acusado de «traicionar a la izquierda» por parte de quienes aún piensan que el bipartidismo supone una confrontación derecha-izquierda y no la alternancia de dos grupos que, en lo esencial, defienden los mismos intereses. Ésta es la encrucijada en que las dos almas no pueden seguir coexistiendo. Cuál de ellas termine imponiéndose lo veremos pronto. Si se impone la opción de convertir la partida actualmente a dos (PP-PSOE) en un juego también a dos aunque en parejas (PP-Ciudadanos por una parte y PSOE-Podemos por otra) ello reflejará que ha ganado el alma reformista y Podemos se convertirá en una especie de IU bis. El dilema es aceptar la lógica del juego político existente, convirtiéndose en un jugador más con mayor o menor grado de influencia según sea su cuota de poder, o ser el medio de transmisión de la voz de los movimientos sociales alternativos y el fustigador de los vicios que surgen del propio funcionamiento del sistema con el objetivo de transformarlo en una democracia en la cual sea posible la participación real de la ciudadanía no sólo en las urnas cada cuatro años. Isidoro Moreno, Catedrático Emérito de Antropología Social de la Universidad de Sevilla y miembro de Asamblea de Andalucía. Publicado en los Diarios andaluces del Grupo Joly el 5 junio 2015.

  8. Pancho says

    La unidad de las izquierdas transformadoras es más necesaria que nunca.
    La posición de la dirección Podemista puede ser convidada si las bases de Pidemos apuestan por ello.
    Personalmente conozco a varios compañeros que están por la unidad de las fuerzas de izquierda.
    Creo que será cuestión de tiempo, pues la dirección no es tonta y sabrá rectificar su error, como en la revocación de la decisision de solo presentarse después de las europeas a las generales.

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