Repsol seguirá perforando en Tarragona, Alborán y Vizcaya tras abandonar Canarias

Tras su salida de Canarias, Repsol continuará adelante con los proyectos de perforación en Tarragona, en el mar de Alborán (suroccidente mediterráneo) y en el Golfo de Vizcaya. Así lo confirmaron ayer fuentes de la multinacional petrolera a cuartopoder.es en conversación telefónica. Repsol reconoce unas pérdidas de, al menos, 60 millones de euros en la prospección fallida, aunque el presupuesto inicial se estimaba en la página oficial de Repsol en 47,3 millones. Solo el alquiler del buque de posicionamiento dinámico Rowan Renaissance costaba 500.000 euros diarios. La base logística del Puerto de la Luz se presupuestó en 30 millones. Y en la prospección trabajaron 750 personas de medio centenar de empresas. A toda esa inversión habrá que sumar ahora los 5 millones de multa que el Ministerio de Industria impondrá a la petrolera por no haber sondado los otros dos pozos que tenía autorizados: Sandía y Chirimoya. Así lo anunció ayer, en una entrevista a la radio canaria El Día, el subsecretario de Industria, Energía y Turismo, Enrique Hernández Bento.

En cuanto al impacto ambiental, Repsol asegura que continuará vigilando la pureza de las aguas en los alrededores de la prospección fallida, que en este momento se encuentra en proceso de sellado. Desde Repsol aseguran que el impacto ambiental ha sido mínimo: "Hemos seguido y seguiremos el estándar de seguridad noruego, que es de máximos. La compañía propuso un plan de vigilancia antes, durante y después de las perforaciones, y se está cumpliendo", aseguran.

Julio Barea es geólogo y portavoz de Greenpeace contra las prospecciones en Canarias. Y califica de "hipócrita" ese plan de vigilancia. "¿Con quién vigilan aquello. ¿Con las patrulleras de la Armada? Al barco que llevaba a sus propios observadores, que eran tres, no lo dejaron acercarse a menos de dos millas del Rowan Renaissance", asegura. Barea estaba a bordo del Arctic Sunrise, embarcación de Greenpeace que fue abordada por la Armada española cuando se dirigía al lugar de la prospección el 15 de noviembre de 2014 (una activista sufrió rotura de la tibia durante la operación militar contra la ONG ecopacifista).

Según Barea, solo el ruido producido por el perfilador sísmico es "horroroso. Para ti y para mí no, que no lo oímos. Pero estamos hablando de una zona donde se dan cita más de la tercera parte de las especies de cetáceos del planeta para procrear. Y ellos sí lo oyen".

Aprovechando el anuncio de Repsol este viernes del cese de las perforaciones, los ecologistas de WWF han iniciado una campaña de recogida de firmas para promover "la creación de un Santuario para las ballenas en el área más importante para los cetáceos en Europa. La inusual abundancia y diversidad de especies registrada en este lugar del Atlántico lo convierten en el más importante de la Unión Europea para las ballenas y los delfines. Un zona vital para la alimentación, cría y paso migratorio de estos emblemáticos animales y de muchas otras especies amenazadas, como tortugas y aves marinas", señalan en su web. Al cierre de esta edición ya habían recogido más de 40.000 firmas.

Barea añade, además, el impacto ambiental que supone depositar en el fondo del océano las toneladas de ripio extraídas de los pozos. "Si se han perforado más de 2.000 metros con un diámetro medio de unos 20 ó 30 centímetros, ¿dónde se ha metido el ripio, los residuos de excavar el pozo? ¿Y los lodos de perforación? ¿Y todos los lubricantes de la perforadora? ¿Adónde han ido a parar?", se pregunta.

Greenpeace no realizará ningún estudio del impacto ambiental tras las prospecciones de Canarias. "Eso costaría millones, y no los tenemos. Pero vamos a exigir al Gobierno y a Repsol que sí lo hagan. Estamos elaborando el comunicado y esperamos conseguir el mayor número de apoyos. También preparamos una petición para el gobierno que entre en las próximas elecciones, sea cual sea, con el fin de legislar la prohibición del fracking y de este tipo de prospecciones".

Barea alude, finalmente, a la presión política a la que se ha visto sometida Repsol para llevar adelante este proyecto. "Todos sabemos que Repsol no quería llevar a cabo esta prospección. Fue un empecinamiento del ministro de Industria, José Manuel Soria [Las Palmas, 1958]. Un empecinamiento mesiánico para decirle a los canarios que él les había llevado la riqueza y la energía. Ahora el Gobierno, sin duda, tendrá que compensar a Repsol de alguna manera".

De hecho, aunque el Rowan Renaissance puede perforar hasta 12.000 metros, Repsol se quedó poco más allá de los 3.000 alegando que los pozos hallados eran insuficientes y estaban demasiado llenos de agua. Y ha roto su compromiso con el Gobierno de seguir con las prospecciones en los otros dos pozos canarios autorizados.

En su página web, Repsol todavía no han retirado el enlace que habla de que las extracciones podrían superar el PIB canario. Y que nos recuerda que España importa cada día 100 millones de euros en hidrocarburos. Habiendo en España, cuando no sopla el viento, sol.