MEMORIA SELECTIVA

El motín a Lou Reed o la censura a Bob Marley: historias de un estadio en el barrio de Usera

  • El campo de fútbol Román Valero, en el sur de Madrid, acogió numerosos eventos en los años 70 y 80
  • Reed abandonó, el 20 de junio de 1980, no solo el escenario sino directamente el país tras unos incidentes que pasaron a la historia como “el motín del Mosca"
  • Iron Maiden, Dire Straits, The Police, The Cure, Leño o Miguel Ríos tocaron allí. También hubo algunos mítines relevantes, como uno del PSOE con González y Solana

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20 de junio de 1980. Hace poco más de 40 años. El mítico artista norteamericano Lou Reed presentaba su nuevo disco, Growing up in public, en Madrid. Ofrecía un concierto por primera vez en nuestro país, que aún andaba abriéndose al mundo cultural tras la dictadura. 700 pesetas costaba aquel evento programado en un lugar más allá de la M-30. En Usera, uno de los distritos del sur de Madrid, con todo lo que eso significa. Concretamente, en el barrio de Moscardó y en el estadio de fútbol de un modesto equipo, el C.D Colonia Moscardó. Su nombre, Román Valero. Un lugar hoy en día prácticamente desconocido para el gran público, pero que vivió numerosos eventos e historias en los años 70 y 80. Como aquella noche, donde Reed abandonó no solo el escenario sino el país tras unos incidentes que pasaron a la historia como “el motín del Mosca”.

“Graves incidentes de orden público, que ocasionaron algunos heridos de cierta consideración y provocaron la intervención de la fuerza pública, los bomberos y la Cruz Roja, siguieron en la medianoche del pasado viernes al concierto de rock más breve que se haya producido en la capital de España”. Así narraba el diario El País lo acontecido aquel día. La misma crónica señala que Reed estuvo sobre el escenario solo 20 minutos. ¿El motivo? Algo le impactó en la cara. Bien un bote, bien una moneda...Uno de los productores del concierto, Román Sánchez, asegura al cien por cien que fue una lata vacía, ya que la recogió él.

La cosa ya vaticinaba lío antes del inicio, que se retrasó casi un par de horas según diferentes relatos. Por un lado, se señala una huelga de transportistas que provocó que Reed no llegara a tiempo. Por otro, se apunta a a gran cantidad de gente que quería colarse en el recinto, “rock & roll para el pueblo”, se dice que se coreaba. Eso provocó cargas y descontrol en el acceso. Con el público ya “caliente”, el impacto sobre Reed paró en seco la música. Ya no volvió pese a que los productores intentaron convencerlo de que regresase si se calmaba el público. Unos asistentes que lo hicieron pero tras un tiempo de espera decidieron asaltar el escenario. Robos, destrozos, detenidos...de ahí el ya histórico “motín del Mosca”.

“Empezó el pillaje, a un tío le detuvo la Policía con un bombo de batería. Cuando te ves frente a una avalancha de cinco, seis o siete mil personas que se te tiran encima… Durante mucho tiempo, todos los que trataban conmigo y yo mismo tuvimos pesadillas todas las noche”, aseguraba tiempo después el otro productor del concierto, el histórico Gay Mercader, en una entrevista. “Se lió parda”, corrobora a cuartopoder Carlos Sanz, integrante de la Asociación Vecinal del barrio Moscardó, que estuvo presente. “Yo conocí a gente que se subió al escenario, se llevaron la batería, guitarras, luces, todo. Arrasaron”, afirma.

Ese “pillaje” tuvo también su historia detrás. José Vela, técnico de sonido de los míticos Leño, cuenta la experiencia en el libro Maneras de vivir: Leño y el origen del rock urbano, de Kike Babas y Kike Turrón: “Empezamos a tener monitores al poco de tocar Lou Reed en Madrid, el famoso concierto en el Moscardó que fue arrasado. La mesa que llevaba el teclista fue la nuestra. Se la robaron y, lo que son las cosas, llegó hasta nosotros y la compramos. En aquel concierto de Lou destrozaron todo, el público arrasó. Yo conocía a los dos primeros que subieron al escenario, dos chavalines que, nada más subir, pegaron una patada a la batería. El tío de estos dos estaba bajo el escenario y le iban echando cosas. A la furgoneta y a venderlo por ahí”.

El “motín del Mosca” culminó con la no devolución de las entradas al público asistente y una posterior multa de la administración de medio millón de pesetas a los organizadores. “Se produjeron incidentes con alteración de orden público, lo que obligó a la actuación de contingentes de la fuerza pública para restablecer el orden y la convivencia pacífica. Sin perjuicio de ultimar la determinación de las responsabilidades que correspondan a los alborotadores que participaron directamente en los indicados disturbios, el Gobierno Civil de Madrid ha impuesto una sanción de 500.000 pesetas a los promotores del aludido festival, habida cuenta que no advirtieron ni previnieron en la organización del mismo las necesarias medidas de precaución, a la vista de las características que ofrecía el espectáculo”, señaló El País.

La leyenda del reggae, censurada

Las consecuencias del “motín del Mosca” no se quedaron ahí. El 29 de junio estaba programado un concierto histórico, que iba a ser el primero de una leyenda en la península ibérica. Ya había tocado dos años antes, en 1978, en la isla de Ibiza. Bob Marley debería haberlo hecho en el Román Valero el día citado. Pero fue prohibido. “El gobernador civil de Madrid ha denegado el permiso para la celebración del concierto que el cantante jamaicano Bob Marley tenía pensado ofrecer esta noche en el campo del CF Moscardó, de Madrid ante una posible alteración del orden público”, señalaba El País.

“La prohibición es tanto más sorprendente por cuanto a lo largo de la semana la organización había llegado a un entendimiento con la comisaría del distrito, a fin de coordinar de una vez las acciones de la Policía y el servicio de orden para evitar las posibles alteraciones del orden público”, apuntaba otro artículo, al día siguiente, en el mismo diario.

El productor del concierto era, al igual que el de Lou Reed, Gay Mercader. Esto explicaba sobre el suceso en una entrevista reciente, el año pasado, en El Confidencial: “Si te digo que el gobernador civil de Madrid me jodió Bob Marley por subversivo… ¿Tú me puedes explicar qué hay de subversivo en un público fumado? O, ¿qué hay de subversivo en un hombre que canta que no tienes que juzgar a los seres humanos por el color de la piel? La censura era heavy porque eran los últimos coletazos del franquismo”.

Sanz, que tenía entrada, se quedó, como tantos muchos, sin ver a Marley en Madrid. El 30 de junio de ese año, el jamaicano sí tocó en Barcelona. Fallecería menos de un año después, el 11 de mayo de 1981, a los 36 años.

UseraConciertos emblemáticos

El estadio acogió multitud de conciertos y otro tipo de eventos durante aquellos años. Su aforo, de alrededor de 12.000 espectadores, lo situaba como el cuarto más grande de la capital, solo por detrás del Santiago Bernabéu, el Vicente Calderón y el estadio de Vallecas.

La lista de bandas que actuó allí impresiona: Iron Maiden, Def Leppard, Rainbow, The Police, Dire Straits, The Cure, King Crimson, Black Sabbath o Carlos Santana, entre otros. También, los más importantes artistas estatales de la época: Leño (concierto en 1980 del que Youtube guarda una grabación no oficial en audio), Luz Casal, Miguel Ríos o Triana. De estos último destaca el celebrado un 7 de julio de 1978, llamado La Noche roja. “Fue el primer concierto multitudinario que se hizo en España y se metieron 13.000 personas”, recuerda Sanz. Los acompañaron aquella noche de verano los grupos Tequila, Iceberg, Salvador y Guadalquivir.

Se recuerdan también las veladas veraniegas de lucha libre en los años 70. Y algunos mítines políticos relevantes. El más recordado tuvo lugar el 25 de mayo de 1977 con el PSOE de Felipe González y Javier Solana a la cabeza.

Los grandes conciertos en Usera se acabaron progresivamente en los años 90. Uno de los últimos que se recuerdan tuvo por título Monstruos del rock de aki. Actuaron Extremoduro, Burning, La Polla, Reincidentes y Def Con Dos. Era septiembre de 1995.

“En esa época, desde el 78 hasta finales de los 90, era un barrio de los punteros de Madrid, no solamente por los conciertos sino por las fiestas de Usera, que se hacían en la Plaza Romana. Los conciertos del Valero eran de lo mejor que se hacía en Europa”, comenta Sanz. “El barrio se ponía hasta arriba de gente, no solo de Madrid, también extranjeros. Quitando los Rolling Stones vinieron todos”, recuerda este vecino de Moscardó. “La llegada de 15.000 personas a un barrio obrero, y ver que se llenaba de gente, chocaba. Era un barrio vivo y diferente en aquella época. Usera se colocó en el mapa en toda España”, añade.

Los grandes conciertos se fueron trasladando al Calderón o al del Rayo Vallecano. “El problema de este campo eran los accesos y la seguridad, no era lo mismo 300 puertas en esos estadios que solo una en este campo. Yo creo que si se dejaron de hacer fue por temas de seguridad”, comenta Sanz.

Desde la AAVV Moscardó, señala Sanz, siguen trabajando por relanzar el barrio otra vez. Durante la pandemia, como tantos otras asociaciones, han colaborado con despensas solidarias de alimentos. Sus preocupaciones ahora, según muestran las redes sociales, se basan, entre otros asuntos, en denunciar la suciedad que afecta a las calles del barrio. Mientras, además, cuentan con iniciativas interesantes como “Moscaire”. Un proyecto que mide, en tiempo real, la calidad del aire en el barrio.

El Moscardó, un clásico del fútbol

El estadio solo se usa en la actualidad para la práctica del fútbol. Allí sigue el CD Colonia Moscardó, “el Mosca”, que cumple 75 años este año. Es un histórico del fútbol modesto madrileño. Llegó a jugar incluso en Segunda División en la temporada 69-70. En los últimos años ha estado sumido en diferentes problemas y hoy en día compite en la división Regional Preferente.

Su nombre, por cierto, ha estado ligado a un par de polémicas durante los últimos años. Una, por los colores, debido a las obras de reforma que se realizaron en el estadio y que borraron los colores tradicionales, rojo y blanco, de las gradas. La otra, por la memoria histórica. El general franquista José Moscardó fue presidente de Honor del club y por este motivo, y por la denominación del equipo, fue denunciado en 2018 por un abogado ante la Fiscalía Provincial de Madrid. La calle que llevaba su nombre en Madrid, situada eso sí en otra zona de la capital, cerca del Bernabéu, cambió de denominación en 2017 en aplicación de la ley de memoria histórica.

1 Comment
  1. Manuel says

    Buen artículo y muchos recuerdos.
    Permite una aclaración. Usera es un distrito compuesto por 7 barrios: Orcasitas, Orcasur, San Fermín, Almendrales, Moscardó, Zofío y Pradolongo.
    El estadio Román Valero se ubica en el barrio Moscardó, del distrito de Usera.
    Saludos

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