X-Men Apocalipsis: mediocridad en bucle

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Cartel de la película 'X-Men: Apocalipsis'. / 20th Century FOX España

Me van a perdonar, pero es que me entra la risa con estas películas de títulos y carteles clónicos. Será que ya tengo una edad. Hubo un tiempo en el que Hollywood disimuló ser una fábrica y se preocupó por los guiones, por las ideas. Entonces Hollywood tenía un público adulto que acudía a las salas por lo menos dos veces por semana y se interesaba por historias que entendían, cercanas, bien escritas y dialogadas, con sus estrellas favoritas y los grandes directores.

Pero eso pasó y ahora la cosa está diseñada para niñatos que vegetan en centros comerciales o freaks que todavía viven con mamá y se pasan la vida viendo infames adaptaciones de tebeos, secuelas, precuelas, spin-offs y trilogías con títulos tipo Nemesis, Untold, Returns, Genesis, Salvation, Reborn, Reloaded, Apocalipsis, Insurrection o mi preferida y la más descojonante: X-Men Días del futuro pasado.

Una de las burlas más divertidas que se han hecho a este Hollywood demente e infantil la he visto en la serie Entourage, en la que asistimos a uno de estos proyectos de superhéroes entre bastidores. En la serie vemos cómo se rueda James Cameron's Aquaman, producida por Warner Bros y dirigida, claro, por James Cameron, que hace de sí mismo. La coña marinera con los ejecutivos, los directores divos, las estrellas absurdas y el público aborregado de estas franquicias es brillante.

Ahora nos llega la nueva de X-Men, la sexta sin contar los spin-offs The Wolverine y Deadpool. Un lío esto de las nuevas franquicias, siempre reinterpretables, repetidas hasta el infinito o la extenuación del espectador. La dirige el artífice de las anteriores, un gris e impersonal director llamado Bryan Singer. El tipo, intimo del actor Ethan Hawk, empezó de forma prometedora, en el festival de Sundance del 93. Allí surgió la idea de Sospechosos habituales, film que tiene legiones de fans y que, aunque es resultona, no me parece la marimorena que tantos pregonan.

Del cine indie, Singer se vendió enseguida al mainstream (o sea: a la corriente principal, al cine de masas) y se enfrascó en el mundo de los tebeos de X-Men. Primero rechazó todos los guiones escritos durante casi diez años para proyectos que nunca llegaron a rodarse y acabó escribiendo, en una semana, el esbozo de un nuevo guion, posteriormente desarrollado por su chófer. Sí, han leído bien: por su chófer. El resto es historia. Y muy aburrida.

Singer también ha sido el responsable del Superman Returns (El regreso), un film informe y soso al que los Supermanes de Richard Donner le dan mil vueltas. También fue el director de Valkiria, peli de alemanes, que diría mi padre, tan espectacular como fría y falsa, tan acartonada como la cara de su protagonista (Tom Cruise).

La nueva X-Men, otro olvidable artefacto de Marvel y Fox, va de lo siguiente: hace mucho un tal Apocalipsis (Oscar Isaac), el mutante más tunante y powerful que ha existido jamás, era adorado mientras acumulaba los poderes de otros mutantes rozando la inmortalidad. El menda se pasa miles de años durmiendo, pero un día despierta (de una siesta de más de 3.600 años) con muy malas pulgas. No le gusta el mundo que ve y llama a Magneto para cepillarse la humanidad. Se les une Storm, Psylocke y Angel, pero no sabemos muy bien por qué. El trauma del personaje de Magneto, por cierto, es realmente patético. Pero el mundo tiene una esperanza: el Profesor X y Mística (la sosa Jennifer Lawrence) reunirán a un grupo de jovencitos mutantes (target principal de la película).

La lección de X-Men Apocalipsis es muy simplona, como los obvios valores de estas películas: potenciar el trabajo en equipo, la amistad, superarse y saber encontrar un lugar en el mundo. La pena es que los conflictos de los personajes son más simples que el mecanismo de un botijo y todo se centra en los galletazos, en la acción, que acaba siendo aburridísima. Y para colmo, los efectos especiales en esta ocasión dejan bastante que desear. El CGI canta mucho más que en la anterior película de la franquicia.

Es cachonda la aparición de Quicksilver y Cyclops y puede que esta película tenga uno de los mejores villanos de X-Men, pero la pena es que te pasas toda la película acojonado por lo poderoso que es y luego.... En fin.

Lo peor es que esto no va a parar nunca, esto ya es un bucle infame. El nuevo y misérrimo Hollywood prepara cinco nuevas películas de la franquicia X-Men y encima Bryan Singer va a perpetrar un remake digital de 20.000 leguas de viaje submarino, una de mis películas favoritas de la infancia. No hay derecho.

20th Century FOX España (YouTube)
1 Comment
  1. Estileto says

    Eres un babieco. Porque no se mete a director a ver que puede construir

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