Lorenzo Vigas: “En Venezuela no hay cine, pero a la gente no le importa, está pensando en comer”

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El director de cine venezolano, Lorenzo Vigas. / Caramelfilms.es
El director de cine venezolano, Lorenzo Vigas. / Caramelfilms.es

Contra todo pronóstico, Lorenzo Vigas se llevó el mundialmente codiciado León de Oro en el Festival de Venecia con Desde allá. Hasta la fecha, ninguna película iberoamericana se había llevado un galardón de tanto prestigio internacional. El gran triunfo de Vigas fue celebrado en su país, Venezuela, como todo un logro. Él mismo cuenta que cualquier buena noticia, entre tantas malas, es recibida allí con euforia. Pero, paradójicamente, Vigas no recibió ninguna felicitación del poder, del Gobierno de Maduro. Y ojo: es el premio más importante de la historia del cine venezolano.

Para colmo, la película todavía no ha podido estrenarse en su propio país. Los cortes de luz (por una inexplicable falta de previsión del Gobierno en su energía hidroeléctrica) hacen que no sea posible estrenar en los cines, en los centros comerciales donde la gente está a otras cosas, no precisamente al cine. Las sesiones de las ocho o las diez allí son impensables. Se va la luz. Allí el cine es un lujo, no una necesidad. Hay que tener libertad y valor para rodar hoy una película de temática gay y que refleja la realidad venezolana con crudeza.

Vigas, que está a muy a gusto en Madrid. Se ha enfrentado a todo ello en una película indie que no será del gusto todos. España no queda en gran lugar: resulta alucinante lo que ha tardado en estrenarse su película, nada menos que premiada con el León de Oro.

– Actualmente, Venezuela es tristemente conocida en España por Podemos. Por su supuesta financiación, el asesoramiento a su Gobierno...

– Lo sé.

– ¿Y qué te parece?

– En Venezuela hace años veíamos, con curiosidad, cómo nos veían desde fuera. Pero ahora la preocupación principal es tener comida, que no te maten en la calle, conseguir papel higiénico... Ya no nos importa lo que digan, la realidad local es tan avasallante que nos da igual cómo nos vean desde otros países. El venezolano está preocupado por sobrevivir. Y cuando tu preocupación es que a tus hijos no los maten en la calle, pues ya te da igual cómo te ven desde fuera.

– Venezuela está más polarizada que nunca: parece un país de muy, muy ricos y de muy, muy pobres. Y casi nada de clase media, cosa que empieza a sonarnos en España, con todas las distancias. 

Cartelera de la película 'Desde Allá', ganadora en 2015 del León de Oro en Venecia. / caramelfilms.es
Cartelera de la película 'Desde allá', ganadora en 2015 del León de Oro en Venecia. / caramelfilms.es

– La clase media se ha empobrecido muchísimo, todavía sigue habiendo una clase rica que ha tenido acceso a privilegios relacionados con el Gobierno. La clase media se ha empobrecido tremendamente y la clase pobre sigue siendo pobre.

– ¿Crees que en España nos manipulan la realidad de tu país?

– Se ven las colas en los supermercados...

– Pero no vemos todo, no el total. Cada uno parece ir a lo suyo. Depende de las tendencias ideológicas.

– Hay que vivir esa cotidianidad. En Venezuela no hay cine, pero a la gente no le importa, está pensando en comer.

– ¿El ninguneo del Gobierno venezolano que ha sufrido tu película puede venir del tema gay que trata?

– No, más por la realidad que reflejo. Por la criminalidad. No creo que les gustase que seamos presentados de esa manera. Imagino que será por eso. La película ni se ha estrenado en Venezuela, se estrena el 2 de septiembre.

– ¿Cómo fue el paso por el Festival de Venecia, con ese primer León de Oro iberoamericano? Ni siquiera era favorita en las quinielas...

– Conversando con el jurado fue la que más gustó. Eso es lo maravilloso del cine todavía, que una película de Venezuela de pronto sea la mejor. Pero el premio causó reacciones encontradas también. La parte imperialista del cine, el establishment, criticó que le dieran el León de Oro a una película venezolana. Una visión muy imperialista.

– No por la calidad, sino por la bandera, la ideología otra vez.

"Me encanta
haber metido
una bofetada
al sector imperialista
del cine"

– Director novel, venezolana... ¿Cómo pueden dar el León de Oro a esto? Es una cosa todavía imperialista: el cine se tiene que hacer en ciertos países. Me encanta haberle metido una bofetada a esa gente. En el sentido figurado, claro.

– El estilo del film no es nada comercial. Planos muy largos, mucho desenfoque, bastante fuera de campo, planos captando el cogote del protagonista, lo que no se ve y tienes que interpretar... Tu película fácil no es.

– La forma de la película es la psicología del protagonista maduro. Él no se puede comunicar emocionalmente, es un fantasma, está muy separado del resto de la gente, sus emociones están en el pasado.

– Hasta su casa está como congelada en el tiempo, un acierto del departamento de arte.

– Claro, está congelado en el tiempo. Y los desenfoques son para plasmar que un fantasma aparece y desaparece entre la gente. El guión te obliga a involucrarte en rellenar cosas que no son obvias. Desde allá es una película que coloca al espectador de una manera activa, te obliga a completar, a tratar de entender, hay cosas que no se muestran, hay que imaginárselas.

– Hasta un asesinato.

"Es una película que empuja al espectador a usar su imaginación"

Exactamente, no lo ves, pero te lo tienes que imaginar. Es una película que empuja al espectador a usar su imaginación. Es una reacción a ese cine en donde te lo dicen todo. ¿Por qué es tan maravillosa la Mona Lisa? Cuando la ves, no sabes muy bien cuál es su emoción, no sabes si está contenta o está triste, eso es lo que hace a la Mona Lisa una obra importantísima. Y hemos perdido eso en el cine. Durante mucho tiempo estuvo, pero lo hemos perdido. Vas al cine y la película te dice cuál es la emoción y ha perdido esa función que es tan importante en el arte, que es conectar con tu inconsciente, que el espectador se involucre en la obra. Hoy eso se acabó, las emociones no son ambiguas. Y en la vida real la condición humana es ambigua. Odias a tu novia y la amas, quieres a tu madre o la quieres pegar... siempre te debates entre emociones.

– El personaje que más evoluciona en la película es el del chaval. Y sorprende.

– Todas sus carencias se van convirtiendo en amor y hasta en pasión. Su arco es muy grande. La gente ve con asombro la actuación de ese chaval, tan buena.

– ¿Qué opinas del horror sucedido en Orlando?

– Mira Estados Unidos, un país donde los hombres se pueden casar, adelantados... Y, de pronto, aparecen estos sentimientos que afloran, muy básicos. El mundo está en tensión y afloran esos sentimientos primigenios, primarios, de rechazo a lo que no es como tú, a tu color, a tu sexo...

– ¿Qué le queda a Venezuela para superar su homofobia, lo mismo que a Cuba u otros países del entorno?

– Educación. En Venezuela son las clases mas bajas las más homófobas, igual que vemos en la película. La educación te lleva a ser tolerante a lo que es diferente.

– ¿Qué falla en el cine latinoamericano, con una lengua tan poderosa como el castellano? ¿Por qué nos cuesta tanto ver nuestro cine, el de nuestra lengua? ¿Por qué a un cubano, un venezolano o un chileno no le llega nuestro cine, en español? ¿Cómo solucionarlo?

– La mayoría del cine es en inglés. Si el público estuviera más acostumbrado a ver pelis habladas en español, querría ver más. Tiene que haber un esfuerzo político para que haya distribución, que las distribuidoras no se vean tan abrumadas. Y hay que competir en calidad, pero lo que es triste es que hay películas de gran calidad que si no las nominan al Oscar nadie las hace caso, como El abrazo de la serpiente.

Caramelfilms (YouTube)

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