El periódico L’Humanité lanza un SOS a los lectores para evitar su desaparición

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Matías Arraez *

Primera página del diario L'Humanité el pasado 1 de mayo. / humanite.fr
Primera página del diario L'Humanité el pasado 1 de mayo. / humanite.fr

L'Humanité, el periódico emblemático de la izquierda francesa que fundara Jean Jaurès en 1902, está a punto de desaparecer, asfixiado por las deudas y la falta de dinero. No es la primera crisis económica que sufre, pero puede que sea la última, dice su director Patrick Le Hyaric, quien ha vuelto a apelar a la solidaridad de los lectores para sobrevivir.

“Estamos en peligro”, ha alertado Le Hyaric en un artículo pidiendo ayuda para seguir contando la verdad a los lectores. Si hoy en día el periódico sigue en los kioscos es gracias, precisamente, al apoyo de esos lectores incondicionales. Pero su situación económica es muy delicada. Las ayudas que ha conseguido en el último lustro le han permitido sobrevivir con dificultad. En 2010, el Estado francés compró su edificio, lo que le supuso un balón de oxígeno de 12 millones de euros, insuficiente para la deuda del diario. Tres años después le condonaron una deuda fiscal de 4 millones de euros, lo que fue muy criticado y tachado de “clientelismo” por la jefa del Frente Nacional, Marion Maréchal-Le Pen. Y ahora la situación de impago vuelve a afectar al periódico, un problema grave no sólo para el rotativo, sino para el conjunto de la sociedad porque, como dice su director, si desaparece L’Humanité, desaparecerá la pluralidad de la prensa francesa. 

El periódico pierde 50 céntimos por cada ejemplar que vende. Su antiguo director de redacción y secretario nacional del Partido Comunista Francés (PCF), Pierre Laurent, dice que “siempre ha vivido en un equilibrio difícil”. El actual director de la redacción, Patrick Apel-Muller, explica que “todos los grandes diarios franceses pierden dinero; la diferencia es que nosotros no tenemos inversores del CAC 402 (similar al Ibex 35) para capitalizar el periódico”. L’Humanité siempre se negó a tener inversores que influyeran en su línea editorial, aunque en el pasado contó con el apoyo de grupos como Bouygues o el banco Caisse d’épargne.

Al igual que Le Canard Enchaîné, el periódico decidió prescindir de la publicidad para que los anunciantes no puedan influir en el contenido informativo. Esa desventaja respecto a otros rotativos fue paliada en parte por la norma aprobada en 1986 bajo la presidencia de François Mitterrand que permitía incentivar la libertad y la pluralidad de prensa con subvenciones a los medios con restricciones publicitarias. Hoy en día se benefician de esas ayudas L’Humanité, la Croix y Libération. En el 2014 – últimos datos disponibles en el Ministerio de la Cultura y Comunicación – el periódico cobró 5,9 millones de euros, lo que representó 0,59 euros por ejemplar, casi un millón de euros menos que el año anterior.

Según el Observatorio del Periodismo y de la Difusión (OJD), el periódico perdió 7.000 suscriptores entre 2011 y 2015. Hoy cuenta con 27.000. Pero el fallecimiento de los lectores y los desacuerdos políticos con la línea editorial siguen reduciendo el número de suscripciones. A ello se suma el declive del PCF. No hay que olvidar que en las últimas elecciones presidenciales tuvo que aliarse con otras fuerzas políticas de izquierda para formar el Frente de Izquierda (Front de Gauche). La alianza les permitió alcanzar el 11% de los votos y remontar la calamitosa situación de 2007, cuando la dirigente Marie-Georges Buffet solo fue votada por un 1,9% de los electores. El PCF cuenta con 138.000 afiliados, de los que 70.000 pagan regularmente su cuota.

La llamada de ayuda al periódico, realizada por Le Hyaric hace un mes, ha reportado unos 700.000 euros hasta el momento. Los periodistas de L'Humanité, entre los que se encuentra Grégory Marin, afirman que “el periódico pertenece a sus lectores y, cuanto más humildes, más se movilizan; la gente no quiere ver morir a ese trozo de la historia de Francia.” Pero el camino es largo y no se sabe todavía si L’Humanité se podrá salvar o no.

(*) Matías Arraez es periodista.
1 Comment
  1. Angeles Vidal says

    Articulos como este nos hacen recapacitar, que podriamos hacer para evitar que desaparezca un periodico, lo que vemos en el pais vecino tambien ocurre aqui mismo. «No dejemos que estas noticias nos dejen indiferentes»

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