JUICIO CONTRA DIEZ MANIFESTANTES DE 'RODEA EL CONGRESO'

Uno de los manifestantes contra la ‘ley mordaza’: “Nos trataron como a terroristas”

  • En 2013 Álex acudió a una manifestación contra la 'ley mordaza' que le ha marcado de por vida. Este miércoles puede ser condenado a seis años de prisión
  • “Éramos personas muy jóvenes, nada organizadas, que habíamos ido voluntariamente a la manifestación para reclamar nuestros derechos”, sostiene

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El 14 de diciembre de 2013 Álex Martínez Pacín acudió a una manifestación contra la 'ley mordaza', sin saber que ese día le marcaría de por vida. Casi seis años después, él y otras nueve personas más se enfrentan a una posible condena de seis años de prisión por presuntos delitos contra la autoridad y desórdenes públicos durante aquella protesta llamada 'Rodea el Congreso'. Aunque la jornada se cerró con 23 personas heridas, 14 de ellos policías, los acusados sostienen su inocencia y piden su absolución. Hubo cinco personas, entre ellas Álex, que habían sido identificadas antes de la manifestación y fueron detenidas varios días después. Y eso les hace pensar que fueron escogidos de manera arbitraria.

La protesta no autorizada de 'Rodea el Congreso', convocada por la Coordinadora 25S, se realizó después de un par de semanas desde que el PP había presentado el proyecto de la Ley de Seguridad Ciudadana. La medida fue desde un primer momento muy criticada por los movimientos sociales por el ataque a la libertad de expresión y de manifestación que podía conllevar. Álex, que tenía entonces 20 años, estaba dando una vuelta con otros dos amigos por Madrid con la idea de unirse a la protesta. Cree que él y sus amigos pudieron ser llamativos para la Policía por la vestimenta y el peinado de cresta que entonces llevaban. “Nos pidieron la documentación y nos preguntaron si íbamos a ir a la manifestación. Les dimos el DNI y les reconocimos que sí íbamos a ir”, cuenta.

Después Álex se unió a una protesta que no recuerda que fuera especialmente violenta. Recuerda que él y sus amigos se marcharon tranquilamente a casa en transporte público. Incide en que “no fue una manifestación de grandes disturbios" en comparación con los altercados de otras en esos años de crisis. Él, además de negar su participación en altercados violentos, se describe como una persona “muy pacífica”. Y sostiene que su acusación arbitraria porque durante toda la manifestación estuvo con otras personas que nunca fueron acusadas de ningún delito. Sin embargo, a él y a otros cuatro, entre ellos los amigos junto a los que había sido identificado, la Policía les detuvo varios días después.

Cuando se presentaron en casa de Álex para detenerlo, habían transcurrido seis días desde la manifestación. “Mi hermano estaba en ese momento, me preguntó por qué me detenían y le contesté que no lo sabía. De verdad que no se me ocurría en aquel momento por qué estaba siendo detenido”, asegura. Rememora que le llevaron a comisaría de Moratalaz y ahí se encontró con los amigos con los que había sido identificado en el Paseo del Prado. Entonces empezó a entender lo que estaba pasando. Fue la primera vez que ingresaba en un calabozo y cuenta que “nunca” olvidará esas 36 horas que pasó en aislamiento, apartado de los demás. “Nos trataron como a terroristas, como si fuéramos personas muy peligrosas”.

En el juicio de este miércoles, Álex tendrá que enfrentarse a una posible condena de seis años de cárcel por “desórdenes, atentado a la autoridad, resistencia y daños”, según lee en el papel de su acusación. En una vista de solicitud de medida cautelar en diciembre de 2013 se le prohibió acercarse a 500 metros del Congreso junto a otros acusados, una restricción que operó durante dos años. En el escrito  del fiscal para este juicio al que ha tenido acceso Europa Press se acusa a una de las procesadas de dar una patada a un agente, a otros dos de patear un coche de la Policía Municipal. También se dice que cuando los agentes de la Policía Nacional fueron en auxilio del compañero, otros de los luego detenidos “les arrojaron botellas de vidrio y piedras para evitar la intervención”, mientras otro de ellos “propinó fuertes empujones a los agentes”.

Las personas que irán a juicio el miércoles, que en ese momento tenían entre 17 y 23 años, y sus familiares, esperan “el archivo del caso o una sentencia absolutoria”, así como “la derogación de esta injusta ley represiva” en relación a la 'ley mordaza', que ha preocupado a organismos internacionales como el Consejo de Europa y organizaciones como Amnistía Internacional. Álex opina, al igual que sus amigos y familiares, que fueron víctimas de “una propaganda” porque en ese momento había intereses en demostrar que la Ley de Seguridad Nacional era necesaria debido a la existencia de “personas muy peligrosas”. Sin embargo, él sostiene lo contrario: “Éramos personas muy jóvenes, nada organizadas, que habíamos ido voluntariamente a la manifestación para reclamar nuestros derechos”.

Durante estos seis años, Álex reconoce haber vivido con “mucho miedo” a la Policía y consciente de que estar por estar en el momento y lugar equivocado se puede acabar siendo “cabeza de turco”. Ahora, reconoce, se piensa más de dos veces si acude a una manifestación. “Han conseguido lo que querían”, dice antes de dar las gracias por ofrecerle un espacio para poder contar su historia. Este miércoles conoceremos la decisión que toma un Juzgado de lo Penal de Madrid sobre su futuro y el de los demás acusados.

1 Comment
  1. Miguel says

    Puro franquismo fascista , eso si ; «democratico….» .

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