Un plan para la corresponsabilidad y la apuesta de Igualdad para repartir los cuidados

Durante la pandemia, los cuidados se han revelado más esenciales que nunca para sostener la vida. Este trabajo no remunerado o precario, cuando lo realizan las trabajadoras del hogar, recae mayoritariamente sobre las mujeres. El Ministerio de Igualdad pretende equilibrar la balanza y para ello ha ideado una una pieza clave. El Plan Corresponsables es “la gran apuesta de este Gobierno por la conciliación y el primer paso hacia un Sistema Estatal de Cuidados”, según indicó la secretaria de Estado de Igualdad, Noelia Vera, el pasado viernes en el Congreso de los Diputados.

El plan cuenta con una partida de 200 millones de euros de los 451,42 destinados a Igualdad en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) del Gobierno de coalición. Según explicó Vera, este plan, que se desarrollará conjuntamente con las comunidades autónomas, va dirigido a favorecer la conciliación de las familias con hijos e hijas a cargo menores de 14 años. Más allá de que los hombres se hagan cargo de su parte correspondiente en los cuidados, se trata de que el Estado se asuma también su responsabilidad en este reparto. En principio, es una “dotación modesta”, indicó Vera, para esta política "semilla", que se busca que vaya creciendo en las próximas legislaturas.

El Plan Corresponsables pretende contribuir a la conciliación al mismo tiempo que crea “empleo público y de calidad”. Se crearía “un sistema de contratación público de cuidadores y cuidadoras” y “una certificación” de la experiencia en el ámbito de los cuidados que permita a las mujeres “pasar del trabajo informal al formal”, explicó la secretaria de Estado.

No es la única medida de Igualdad en este sentido. Al Plan Corresponsables se le añaden otras iniciativas políticas que impulsa Igualdad en el marco de la conciliación y el reparto de los cuidados. En junio se anunció la Ley de Tiempo Corresponsable que se presentará conjuntamente con el Ministerio de Trabajo y que, a falta de conocer más detalles, tiene una orientación más laboral. Por otro lado los PGE también incluyen una partida de 200 millones de euros para crear plazas públicas en el primer ciclo de Educación Infantil, de 0 a 3 años; y otra de 300 millones de euros para que los permisos de maternidad y paternidad iguales en 16 semanas y remunerados al 100% para 2021.

Primer paso hacia un Sistema Estatal de Cuidados

La intención desde el Gobierno, ya lo anunció Irene Montero en junio, es crear “un Pacto de Estado por los Cuidados”. La ministra de Igualdad defendió como necesario un acuerdo entre las distintas fuerzas políticas para defender “el derecho a cuidar en dignidad” como el derecho a ser cuidados, así como reconocer estas tareas esenciales realizadas por las mujeres que no son reconocidas como trabajo.

El desequilibrio en el reparto de los cuidados y las tareas es acuciante desde antes de la pandemia y es una de las principales batallas del movimiento feminista. Según la Encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo de 2015, las mujeres con empleo a tiempo completo ya dedicaban de media 13 horas más a la semana que los hombres al trabajo no remunerado, 27 frente a 14. Otro estudio de 'ClosingGap' señalaba el año pasado que las mujeres en España se ocupaban del hogar y la familia casi dos horas más al día que los hombres y que esta “desigualdad” tiene un impacto económico negativo. Por ejemplo, si las mujeres no hubieran tenido que dejar su trabajo a tiempo completo para cuidar, en 2017 el PIB hubiera contado con un punto más.

Si la situación ya era crítica, la brecha de los cuidados se ha agravado durante la pandemia. Según el Instituto de la Mujer (que pasará a ser Instituto de las Mujeres), durante el estado de alarma, el cierre de los centros educativos y el impulso del teletrabajo provocaron que muchas mujeres tuvieran que incrementar sus tareas de cuidados y se vieran incapaces de seguir con sus empleos. Esta situación ha afectado especialmente a las familias monoparentales, de las que 8 de cada 10 están encabezadas por mujeres. También las trabajadoras del hogar han vivido situaciones de sobre exigencia y han estado en muchas ocasiones tan expuestas al virus como los profesionales sanitarios, aunque han tenido más dificultades para protegerse por su precaria situación laboral.

El Ministerio de Igualdad también considera este nuevo Sistema Estatal de Cuidados, además de justo, puede tener un impacto económico positivo. Montero resaltó el impacto de esta desigualdad en los cuidados: la brecha retributiva del 22% y de las pensiones en un 30% o unas tasas de parcialidad en el empleo femenino del 70%. Además indicó que este nuevo sistema podría crear “unos 300.000 empleos de calidad en el ámbito de lo público”. La Organización Mundial del Trabajo (OIT) calculó hace dos años que el trabajo de cuidados no remunerado en España suponía cerca de un 15% del PIB -a nivel mundial representan el 9%- y que el país podría crear un millón de puestos en este ámbito.

Otros obstáculos

Otro de los grandes retos para caminar hacia la igualdad en el ámbito de los cuidados son las trabajadoras del hogar y la Ley de la Dependencia. La propia Vera reconoció el viernes que no se ha avanzado la ratificación del convenio 189 de la OIT sobre los derechos laborales de las empleadas del hogar, una de las reivindicaciones principales del gremio que el Gobierno aceptó y que todavía no ha llevado a cabo.

Por otro lado, la Ley de la Dependencia sigue siendo un gran obstáculo para descargar a las mujer del excesivo peso que cargan en los cuidados. Las deficiencias en el modelo de residencias y atención domiciliaria suficiente provocan que las mujeres se acaben haciendo cargo de los mayores de la familia. Según la última Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) en el tramo de 45 a 64 años casi una de cada cuatro mujeres españolas cuida de manera no profesional. Si no se pone remedio, las cifras podrían aumentar después de la pandemia.