25 AÑOS DE ALTA VELOCIDAD / La primera línea Madrid-Sevilla revolucionó el transporte con trenes que rodaban a 300 km/h

357 millones de personas han viajado en alta velocidad (AV) desde que se inauguró en 1992

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Imagen de un tren de alta velocidad Ave durante su recorrido en abril del 2012.
Imagen de un tren de alta velocidad Ave durante su recorrido en abril del 2012. / Renfe Operadora (Flickr)

Hace 25 años que el primer tren de alta velocidad en España, el Ave, conectaba las ciudades de Madrid y Sevilla, coincidiendo con la Exposición Universal (Expo 92') que se celebraba en la capital andaluza. Se ponían en marcha trenes que alcanzaban la velocidad máxima de 300 km/h y revolucionarían la forma de viajar en nuestro país. Desde entonces el crecimiento ha sido imparable: un total de 357, 5 millones de viajeros han utilizado el servicio, según indica Renfe con datos actualizados a finales de abril de este año. De ellos, 267,7 utilizaron trenes que solo han circulado por vías de ancho internacional (AVE y Avant), mientras que otos 89,9 millones han utilizado otros de rodadura desplazable que fundamentalmente se encuentran bajo la marca Alvia.

A esa primera conexión que unió Madrid y Sevilla --con una duración de 2 horas y 45 minutos en una primera fase y 2 horas y 30 minutos en una segunda-- le seguirían en octubre los servicios “lanzadera” entre Madrid y Ciudad Real/Puertollano. Ese año más de 1,31 millones de viajeros utilizaron los trenes de alta velocidad, una cifra que ha crecido exponencialmente en el primer cuarto de siglo que celebra el servicio: el año pasado estas mismas líneas fueron usadas por un total de 4,31 millones de personas, lo que representa un crecimiento del 119 por ciento respecto al año de inauguración, 1992. En total, 35,2 millones de viajeros utilizaron trenes de alta velocidad en 2016 para llegar a sus destinos.

Pero la alta velocidad no se concentra solo en el Ave. Los trenes Alvia, por ejemplo, utilizan parcialmente las líneas de alta velocidad (AV) y circulan posteriormente por vías convencionales. Este hecho supone un importante ahorro de tiempo apara los millones de españoles que viven en ciudades como Pamplona, Cádiz, Asturias o Galicia. El 65% de los viajeros (7,4 millones) viajan en trenes de larga distancia que utilizan parcialmente la red AV. Según explica Renfe, esto es posible gracias a uno de los factores tecnológicos que distinguen al modelo español: la existencia de trenes con un sistema de ancho de ejes variable y de intercambiadores de ancho en vía.

Actualmente, hay 27 provincias y 47 estaciones conectadas que cubren más del 67% de la población española, según la entidad pública Adif. En el sector de la alta velocidad España es puntera, con más de 3.000 km de vía en servicio, la segunda mayor red del mundo después de la de China, que cuenta con más de 11.000 km. Eso sí, somos los primeros con más kilómetros de red de alta velocidad por habitante del mundo, según un informe realizado por expertos de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea).

Mapa de la red ferroviaria de alta velocidad en España en abril de 2017.
Mapa de la red ferroviaria de alta velocidad en España en abril de 2017. / Fundación de los Ferrocarriles Españoles (FFE).

El tren le gana la partida al avión

En cuanto a los viajes de larga distancia, el tren le gana la partida al avión. Excluyendo orígenes y destinos fuera de España, 30, 2 millones de viajeros utilizaron el ferrocarril para distancias largas frente a los 13,8 millones de personas que prefirieron utilizar el avión. Por tanto, 25 años después del primer servicio de alta velocidad, el tren sigue siendo el transporte colectivo preferido para trayectos extensos.

Las implicaciones que genera este hecho están conectadas con el sector industrial y ferroviario español, referente mundial, con el sector turístico y con una economía baja en carbono, además de otras consideraciones, como la seguridad, la fiabilidad y la puntualidad de unos servicios que aportan al usuario un valor añadido muy distinto al que el ferrocarril ofrecía al inicio de la última década del siglo pasado.

Casi diez años del primer viaje Madrid-Barcelona

Nos acercamos también al décimo aniversario del primer viaje entre Madrid y Barcelona (febrero de 2008) en tren de alta velocidad. Desde entonces, un total de 52,3 millones de viajeros han utilizado los servicios Ave en el corredor Madrid--Zaragoza--Lleida--Camp de Tarragona--Barcelona--Figueres en los 180.000 trenes que han prestado servicio en este período. Esta línea es clave en la transformación que la alta velocidad ha producido, ya que une las dos principales ciudades y centros metropolitanos de España.

También en este recorrido ha conseguido consolidarse el tren frente al avión, alcanzando una cuota de mercado del 62% durante el último año --entre el 20 de febrero de 2016 y el 19 de febrero de 2007--. A los viajeros que utilizan los servicios de larga distancia se les suman aquellos de media distancia y alta velocidad (Avant) que circulan por la línea. Entre Figueres, Girona y Barcelona, el año pasado se desplazaron 783.000 personas, mientras que entre Barcelona, Camp de Tarragona y Lleida lo hicieron 403.000.

Las otras conexiones más importantes son la que une Madrid con Valencia y Alicante, Línea de Alta Velocidad Madrid-Levante (o LAV Madrid-Levante) --con paradas en Cuenca, Albacete y Requena/Utiel--, que rozó los 4 millones de viajeros en 2016, y la que une la capital española con Valladolid-Palencia-León, que transporta anualmente a casi 3,8 millones de viajeros.

Viajes mucho más rápidos

La velocidad comercial media por la red de alta velocidad se sitúa hoy en los 222 km/h, una cifra que supera a la de Japón (218 km/h) y a la de Francia (216 km/h), según Adif. El pasajero se ahorra mucho más tiempo en los viajes si comparamos las cifras actuales con las de finales de los 80, antes de la existencia del Ave. Si en 1986 el tren que unía Madrid con Barcelona avanzaba a una media de 94 km/h, un tren de alta velocidad que a día de hoy viaja de una ciudad a otra lo hace a una media de 248 km/h. El incremento de velocidad es bastante significativo: un 160%.

A finales de la década de los 80, un trayecto entre Barcelona y Madrid en tren duraba 7 horas 20 minutos mientras que, ahora, una persona que viaja de una ciudad a otra en Ave tarda 2 horas 30 minutos. Según los datos facilitados por Renfe, los pasajeros de tren que viajan entre Madrid y las ciudades Sevilla, Málaga, Barcelona, Valencia, Alicante Gijón o Santander han pasado a ahorrarse una media de 3 horas y 30 minutos desde que se inauguró la alta velocidad en el país.

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