La terna sucesoria de De la Vega

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Mientras María Teresa Fernández de la Vega asegura sentirse completamente respaldada por Zapatero, al modo que lo haría un entrenador de fútbol con los días contados, las quinielas sobre su sustituto apuntan a tres nombres del actual Gobierno: José Blanco, Carme Chacón y Alfredo Pérez Rubalcaba. Estas apuestas constituyen el único entretenimiento que se permiten en el PSOE, ya que, para el partido, el tiempo permanece detenido a la espera de que concluya el bostezante semestre español de la UE y el presidente remodele el Gobierno, momento en el que podrán empezar a pensar en cómo evitar el naufragio que se les augura en las elecciones autonómicas del próximo año.

Puede que sea pretencioso practicar la adivinación respecto a las intenciones de Zapatero, aunque en este caso no hay muchas opciones posibles. Existe amplia coincidencia en que la crisis ha de ser profunda para que sea percibida por la ciudadanía como un impulso a la acción de Gobierno, y que la tecla a tocar es la de la vicepresidencia primera. Descartado la elección de algún dirigente de la vieja guardia socialista, a los que Zapatero ha ignorado salvo para procurarles una cómoda jubilación, los candidatos que cumplirían los requisitos del puesto se reducen a la terna antes citada.

Blanco es el que mejor encajaría en la versión clásica del vicepresidente, un puesto tradicionalmente concebido para ejercer de látigo de la oposición, preservar la imagen del líder y recibir por él las bofetadas. Desde su inclusión en el Gobierno ha crecido en valoración, hasta el punto de que algunos de sus críticos más conspicuos, ven ahora en él al tipo “más listo” del barrio. Tal es así que no faltan quienes descubren en Blanco condiciones innatas para ejercer un futuro liderazgo, aunque la realidad podría resumirse en un viejo proverbio árabe: nadie puede saltar más allá de su sombra. Y el gallego es la sombra misma.

A Rubalcaba podría aplicársele el mismo criterio que a Blanco, con la diferencia de que la inteligencia se le supone ya desde antiguo. Parece poco probable que pueda ser el elegido, porque ha llegado a convertirse en el exponente de la lucha sin cuartel contra ETA, y ese es un activo a conservar. Su ascenso a la vicepresidencia exigiría cubrir la cartera de Interior con otro peso pesado, carambola que, de consumarse, podría implicar al propio José Blanco. A diferencia de éste, nadie vería en Rubalcaba a un hipotético sucesor de Zapatero al frente del PSOE.

Distinto sería el caso de Carme Chacón. Su carrera política ha sido apadrinada por Zapatero con el mimo de quien reserva para ella metas muy elevadas. De portavoz electoral, a vicepresidenta del Congreso, y de ahí al Gobierno, primero en Vivienda y luego en Defensa. Su trayectoria parece responder al aprendizaje intensivo de quien estuviera llamada –por Zapatero, se entiende- a ser la primera mujer en alcanzar el purpurado de los socialistas. Muchos aseguran que, de no ser por la crisis y por las encuestas internas de Moncloa, que auguran una debacle histórica a cualquier otro candidato que no sea Zapatero, habría podido encabezar el cartel en las generales de 2012. Era, según parece, el deseo del presidente del Gobierno, cuya intención de abandonar el timón tras dos legislaturas no era una simple suposición de Bono. Los Estatutos del partido lo hacían posible, ya que hubiera bastado con una propuesta de la Ejecutiva respaldada por el comité federal. Sin embargo, tal y como están las cosas, tendrá que seguir esperando.

A favor de la designación de Chacón como vicepresidenta se encuentra su condición de mujer, lo que a tenor de los criterios de paridad en el Ejecutivo que Zapatero ha mantenido hasta la fecha, la convierten en la mejor situada para ocupar el cargo. No es, por tanto, un requisito menor.

¿Servirá la remodelación del Gobierno para mejorar las expectativas electorales de los socialistas? Aquí las opiniones están encontradas. “No es un problema de nombres sino de forma de gobernar”, me explicaba un ex ministro de Felipe González. Y ponía algún ejemplo: “En aquellos tiempos, a la patronal de las eléctricas la recibía el secretario general de la Energía, ni siquiera el ministro. Ahora es Zapatero quien nombra a los altos cargos. Los ministros han perdido su papel y tienen menos autonomía. Todo el mundo sabe que si quiere hablar de lo suyo, ha de ir a Moncloa y ni perder el tiempo con ministros que no pintan nada”.

De la recomposición del Consejo de Ministros, dependerá también otra quiniela, la de candidatos que el PSOE ha de poner encima de la mesa para afrontar las autonómicas del próximo año. Salvo las reuniones periódicas que Leire Pajín mantiene en el Senado con distintos dirigentes territoriales, nada se ha movido en el partido, cuya obediencia a la imposición del líder de no especular sobre ninguna candidatura, incluida la suya, ha sido absoluta.

La verdad es que tampoco se esperan grandes novedades. Se descuenta que el llamado a enfrentarse a Camps en Valencia será Jorge Alarte y que, pese a las especulaciones, Tomás Gómez asumirá este mismo papel en Madrid. Los nuevos candidatos en Asturias y Aragón también parecen decididos: en el Principado, y pese a la renuencia de Vicente Álvarez Areces a dejar el sillón, será el secretario regional del partido, Javier Fernández, quien encabece la lista; y en Aragón, una vez que Marcelino Iglesias haya expresado su intención de no continuar, la actual secretaria de Estado de Educación, Eva Almunia, tiene todas las papeletas para medirse a la incombustible Luisa Fernanda Rudí. 

6 Comments
  1. Franesco says

    Atentos a Trini…

  2. SO says

    La nieta del viejo anarquista es la que mejor encaja en la quiniela vicepresidencial, y más teniendo en cuenta el caso de Bachelet en Chile. Si llega a colocarse como vicepresidenta su candidatura a la presidencia del gobierno en 2012 es más que una posibilidad. Eso, con permiso de una visible recuperación económica y del empleo, que permita a ZP retirarse dignamente.

  3. krollian says

    La verdad es que el Presidente del Gobierno de la piel de toro, tras su semblante risueño, esconde a un auténtico dictador…

  4. yatedigo says

    Chacón es mucho video y poco audio, y aunque ZP no sea Demóstenes, precisamente, se volverá a presentar, amig@ SO.

  5. so says

    Puede que estés en lo cierto «yatedigo». Pero creo que ZP antes o después dejará de ser candidato, posiblemente después, y el perfil de la Chacón con toda su juventud fotogénica y lo que curte hacer la mili de ministra de la guerra, está muy bien situada para futuribles sucesiones.

  6. jonathan says

    Donde esté Pepiño no habrá rival.

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