La compleja encrucijada catalana
Aunque las respuestas a la crisis económica priman en todas las actuaciones del Gobierno, altos responsables socialistas me aseguran que, en términos políticos, las elecciones catalanas son la máxima prioridad de José Luis Rodríguez Zapatero. Y lo son con más que fundamento. Porque lo que se va a jugar allí en noviembre es el futuro, no sólo de Cataluña, sino de España.
Los dos grandes partidos parlamentarios estatales, el PSOE y el PP, dan por sentado que Artur Mas va a gobernar solo. Pero también saben que, dependiendo de cuáles sean las necesidades de CiU, su Grupo Catalán del Congreso de los Diputados se inclinará a un lado u a otro y determinará la política española no sólo de los próximos dos años decisivos, sino de una o dos legislaturas más. Es decir, que si CiU gobierna en solitario en Cataluña, determinará el gobierno de Madrid inclinando la balanza en favor de José Luis Rodríguez Zapatero o de Mariano Rajoy. Y ese acuerdo regirá la próxima década política española en la medida de que, como todo el mundo prevé, nadie alcance mayorías absolutas.
Por eso, Zapatero tiene puesto el punto de mira en Barcelona y, según los suyos, confía en que las encuestas actuales mantengan la tendencia. Una tendencia por la que CiU se acerca cada vez más a la mayoría absoluta, pero no la alcanza, y que conlleva el precio de una caída severa de ERC y una derrota del PSC, aunque no desastrosa porque Montilla se llevaría gran parte del voto que pierda ICV y algunos restos de los republicanos menos radicales. En la hipótesis que reflejan las encuestas, el PP crecería levemente, comiéndose a Ciutadans, pero CiU no lo necesitaría y podría gobernar en soledad.
Si ese marco se consuma, el portavoz de los nacionalistas catalanes en el Congreso, Josep Antoni Durán Lleida, tendría las manos libres para actuar en Madrid apoyando a unos u otros. Y, aunque no acaba de fiarse de las encuestas (coincide con la máxima italiana de que son como un perfume que hay que oler, pero que no se puede beber), el dirigente democristiano de UDC lo tiene muy claro.
Recientemente, en una charla que dio en el Ritz, afirmó que si CiU gana “habrá una nueva política a nivel español”, pero sin alcanzar acuerdos estables “con un Gobierno que está en caída libre”. Definió perfectamente su posición cuando añadió que en estos momentos “no podríamos votar una moción de confianza a Zapatero ni apoyar una moción de censura de Rajoy”. Pero puso un pedrusco en el platillo de la balanza del PP cuando añadió que, hoy por hoy, es “imposible” alcanzar ningún tipo de acuerdo de fondo con el PP por culpa del recurso de inconstitucionalidad que los conservadores presentaron y mantienen contra el Estatut.
Esa centralidad política que Durán Lleida ha recuperado magistralmente para CiU gracias a su reclamación de un pacto de Estado contra la crisis (hasta él mismo dice que “estamos donde estábamos” desde que Miquel Roca promovió el centro reformista) le ha dado tan buenos resultados que incluso la han impuesto en la campaña catalana. De hecho, afirman que CiU no gobernará Cataluña apoyándose en ninguna posición extrema, en referencia clara a ERC y en no tan velada insinuación al PP.
Zapatero ve el cielo abierto porque si el PSC mantiene el tipo, aunque pierda, seguirá aportando al PSOE un porcentaje de diputados que son imprescindibles para gobernar en Madrid. Pero él, de rebote, podría encontrar en Mas el aliado necesario para seguir gobernando España y, al tiempo, dejar al PP sumido en el caos. Porque si Rajoy no gana, el PP tendrá que reiniciar los deberes sobre el futuro liderazgo y estallará de nuevo un torbellino interno.
Con todo, no deja de ser el cuento de la lechera. Porque Rajoy también sabe que si es él quien saca a bailar a CiU porque los nacionalistas necesiten al PP para gobernar en Cataluña, quien puede irse al carajo es Zapatero. Y entonces será el PSOE el que vuelva a transitar un desierto en el que, como de costumbre, no ha dejado pozos abiertos de los que sacar el agua para sobrevivir.
Por eso las catalanas son tan decisivas y el duelo entre Zapatero y Rajoy es a cara de perro.
He leido atentamente el articulo y le ha salido ha Vd. demasiado «redondo» si me permite la critica constructiva. Convergència dudo mucho que ha esta alturas se fie del PSOE, y es cuestión de confianza visto desde Cataluya el apoyo a un partidoo a otro, púes ambos no sólo han incumplido sino han engañado tanto y más a Convergència como al PSC, (Maragall). En Catalunya tenemos un fin de ciclo con respecto a España, que puede ir hacia un sitio o hacia otro las política de Roca estuvo bien entonces, pero ahora ha «sangre» por medio, hemos visto desde Catalunya la «campaña militar» desencadenada por los dos «corruptos» partidos con masa de votantes-empleados (700.OO el PP).
En Catalunya estamos escarmentados y el «Peix al cove» catalán, se acabó, sería más de lo mismo, y no estamos para que nos «cepillen» cada vez que Madrid tiene mala digestión. Cre personalmente que hay que cambiar el marco politico de España (sobran 30.00 funcionarios en Madrid) por las competencias transferidas, y nos guste o no hoy lo que fundiona en U.E. son las áreas económicas y Madrid es périferia, Lyón/BCN, Levante. Y competencia mucha competencia no a la SUMISIÓN económica, eso el PSOe no sabe gestionarlo. Lo dicho cambio de ciclo, sobretodo económico, en BCN no se vive de deudas historicas ni «peonas» ni ha tanto el voto, aqui manda el balance de situación…..y ojo con Anglada.
Se le han colado dos a con una hache del verbo haber que no procede, vilaboi. Mejor escribir con más tino y la mente más clara. No confunda el deseo con la realidad, es un mal corriente, pero poco recomendable.
ciertamente tiene Vd razón se me han colado dos haches. Pero es cuanto a los deseos Sr. Jonathan, el tiempo pone a cada uno en su sitio y me temo que Vd. no conoce la realidad catalana, Catalunya no es el Baix LLobregat, ni tampoco «los quema banderas» pero estamos hartos incluso los que creemos que España es viable, en cuanto al tema económico, Vd. verá ¿porque cree que hay tanta inversión en los «Aves» para conectarse con Europa vamos digo yo. En cuanto a los de los 30.000 no es un deseo lo publicó una revista económica, quizás duele ser périferia, como a todos ¿O no?. No dude en corregirme en todos mis muchos errores yo se lo agradezo. Pero no nos SOMETERAN. Se acabó el pactismo estúpido, llegó el momento de ser duros no todos somos unos blanditos, algunos nos sale nuestra vena hispánica. Gracia anticipadas.
No quise ofenderle Vilaboi. Conozco la realidad catalana un poco ya que vivo en Cataluña desde hace unos añitos, pero en la profunda, no en la capital. Y sí, creo que tiene usted razón en los funcionarios centrales que sobran. Y hay que multiplicarlos por 17 para dar con la cantidad exacta.
No se si será una una mala constumbre pero tengo que darle la razón otra vez son demasiados funcionarios para multiplicarlos por diecisiete. Solo un apunte sin ánimo de discusión, esto es lo malo del «café para todos», y por otro lado España está compuesta por diecisiete autonómias según la constitución. ¿que hacemos?. La Catalunya profunda, bien cierto mi padre es de Olot, conozco la zona le felicito vive Vd en un sitio precioso. Volviendo a la conversación, y como Vd. bien sabe lo de autonómia em Catalunya no es nuevo desde Valentí Almirall que la reclamamos, y Vd. sabrá también que en el resto de España en el año 1978-1980, no tenian ni idea de lo que quería decir autonómia «cosa de catalanes», y no lo digo en tono despectivo, mi mujer es de Albacete y se de lo que hablo, ni idea estaban en contra de su propia autonómia. Pero fué un error, por eso soy federalista convencido, no de PSC- ni E.R., pero España se merece más y mejor gobierno y los catalanes un reconocimiento a nuestros anhelos politicos, sin cicateria, y la administración federal en mi opinión sería lo adecuado, con todas las matizaciones y garantias necesarias. Reciba un saludo. Y Vd. no me ofendió me dió una lección de grmática.