Zapatero pasa página del golpe militar en Honduras

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Zapatero saluda a Lobo durante la pasada Cumbre UE-América Latina. / Efe

Con los argumentos de que “Honduras avanza hacia la normalización institucional” y de que “el mantenimiento de las sanciones en el plano diplomático y de cooperación internacional alargaría el sufrimiento del pueblo hondureño”, el Gobierno español ha pasado página del golpe de Estado perpetrado hace uno año por los militares de acuerdo con la oligarquía hondureña contra el presidente democrático Manuel Zelaya, ahora refugiado en la República Dominicana.

Según ha explicado por escrito el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, al diputado de IU-ICV, Gaspar Llamazares, las elecciones de noviembre de 2009 abrieron un nuevo escenario para la “reconciliación nacional” en el país centroamericano, por lo que carecía de sentido que José Luis Rodríguez Zapatero no acogiese a Porfirio Lobo en la cumbre UE-Centroamérica del pasado mes de mayo y restableciera las relaciones congeladas a raíz del golpe de Estado.

Aunque Lobo surgió de unas elecciones organizadas por los golpistas, cuya validez no ha sido reconocida por varios países del área, según recuerda el sindicalista refugiado en España Renato Salvador, el Gobierno español entiende que “el proceso electoral había arrancado antes del golpe de Estado y ha abierto un nuevo escenario que no justifica el mantenimiento de las sanciones diplomáticas y de cooperación”.

Según el escrito de Moratinos a Llamazares, si se mantuvieran las sanciones al régimen hondureño “se abriría un horizonte indefinido de marginación” hacia un país iberoamericano, ya que “todo el mandato de Lobo y de sus sucesores seguiría contaminado” por el golpe del 28 de junio. Pero además, según Moratinos, “se alargaría el sufrimiento del pueblo hondureño”.

El titular de Exteriores argumenta que el llamado Acuerdo de Santo Domingo permitió sentar las bases para un proceso de “reconciliación nacional” y otorgó una “salida digna” a la “anómala situación” de encierro del ex presidente legítimo, Celaya, en la embajada brasileña de Tegucigalpa. En su escrito añade que un año después del golpe, “los hondureños han optado por pasar página”.

Moratinos también aclara que la invitación a Lobo para que asistiera a la cumbre UE-Centroamérica en Madrid fue cursada por Van Rom Puy y no por el presidente de turno de la UE, Zapatero. Por lo demás, considera positivo que Lobo haya aceptado la Comisión de la Verdad y recuerda que la creación de esa comisión era “un requisito de la comunidad internacional para la normalización de las relaciones con Honduras” que ya figuraba en el “malogrado” acuerdo de octubre entre el depuesto Zelaya y el presidente de facto, Roberto Micheletti. Con todo ello, el Gobierno quiere dejar claro que considera superado el golpe y que apuesta por la normalización de las relaciones con las nuevas autoridades hondureñas.

Como se recordará, el 28 de junio de 2009, un grupo de militares, comandados por el general Romero Vázquez, secuestraron al presidente Zelaya, lo sacaron en pijama de su casa, lo llevaron a la base militar de Palmerola y lo pasaportaron desterrado a Costa Rica. En su lugar colocaron a Micheletti, representante de la oligarquía. El golpe se produjo unas horas antes de que el pueblo hondureño se pronunciara en referendo sobre la modificación de “los siete artículos pétreos” de la llamada Ley Primigenia, establecida en 1982 por la dictadura militar. La modificación constitucional iba a restablecer la legitimidad del poder civil sobre la distribución de la riqueza del país. Aunque Honduras posee grandes reservas de petróleo, el 80% de la población vive en la miseria.

El golpe de Estado frustró la política social que se disponía a impulsar Zelaya. La represión que siguió se saldó con decenas de muertos. La Corte Suprema de Justicia cesó a todos los jueces sospechosos de zelayismo. Cientos de maestros fueron expulsados de las escuelas en un país en el que el 74% de los jóvenes carece de estudios. La “limpieza” iniciada por Michelletti ha proseguido con Lobo. La Federación Latinoamericana de Periodistas ha denunciado el asesinato selectivo de siete periodistas en un mes. Tras las elecciones de noviembre, en las que participó el 21,5% de la población, los promotores del golpe siguen en sus puestos y el general Romero Vázquez es ahora el flamante director de la Empresa Hondureña de Telecomunicaciones. El subjefe del comando Sur de Estados Unidos, general Ken Keen, ha anunciado un nuevo plan de “cooperación militar” y ha entregado a Tegucigalpa los primeros 25 camiones del programa de renovación de armamento.

7 Comments
  1. Eulalio says

    Este es el socialismo de ZP en el exterior (Obama y sus mariachis), en el interior ni está ni se le espera. ¡Qué poca vergüenza!
    Saludos

  2. Rober says

    La dignidad democrática por un barril de petróleo. Igual que Aznar ¡Que no, que no nos representan, que no!

  3. Perri says

    Yo no sé si es más vergonzoso lo que hacían Ánsar y Bush, aplaudiendo abiertamente estas cosas, o lo de ZP y Obama, haciéndose los dignos mientras aplauden con los pies.

    Bueno, sí lo sé, hay algunos que apoyan dictaduras, y otros que apoyan dictaduras, lo niegan todo y nos toman por tontos.

  4. Susana says

    La alianza de las oligarquías no parece muy civilizada. Can hallas.

  5. peste de políticastros says

    Y a los disidentes encarcelados y los asesinados por escuadrones de la muerte, que les den por culo. Que en este puto mundo solamente se es disidente contra «Chavez o los Castro», si el golpe lo da la ultraderecha, palmaditas en la espalda y que se jodan los ciudadanos hondureños que se opusieron al golpe.

    Peste de país!!!

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