El acertado paso de la liberación de presos cubanos

Como de costumbre, el  éxito diplomático y político de Miguel Ángel Moratinos logrando arrancarle un puñado de presos cubanos al castrismo ha sido cuestionado por quienes, desde el radicalismo conservador, pretenden desgastar al Gobierno a cualquier precio y, en este caso concreto, prefieren que en Cuba prime el “cuanto peor, mejor” que favorezca sus intereses, aunque los que lo sufran sean los ciudadanos de la isla. Son, significativamente, los mismos sectores que abogaban en España, tras la muerte de Franco, por la reforma frente a la ruptura con el Régimen, por la transición pacífica hacia la democracia mediante un pacto de los demócratas con los franquistas. Algunos, por cierto, de muy mala gana, por obligación, porque con Franco vivían mejor.

A esos sectores que tratan de confundir los hechos, es bueno dejarles las cosas bien sentadas. Hay que decirles que España ha contribuido decisivamente a la liberación de presos cubanos desde hace muchos años y que siempre se les ha ofrecido la posibilidad de venir a nuestro país, incluso acompañados por sus familiares. A todos ellos, y a sus familiares, el Gobierno español les proporciona gratuitamente los billetes de avión para el viaje.

Como ha expresado detalladamente el Ministerio de Exteriores, esos presos que están viniendo a España, lo hacen de forma voluntaria, expresándolo fehacientemente por escrito. Antes de viajar, la Embajada española en La Habana realiza todas las gestiones administrativas necesarias con el Gobierno cubano para la salida de Cuba de los presos liberados y les informa de todo lo referente a su estatus en España. Y entran en nuestro país con un visado, concedido por el Gobierno español, en virtud del Reglamento de Extranjería.

En el aeropuerto de Barajas, todos los presos cubanos que están llegando, y sus familiares, están siendo recibidos por funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores de España, que les ayudan en todos los trámites aduaneros y les explican, nuevamente, el estatus jurídico que tienen, dándoles además, toda la información para los pasos siguientes que pueden realizar en nuestro país. A la llegada y en el mismo aeropuerto, se les presta asistencia médica y psicológica que, al igual que el resto de la gestión humanitaria que vendrá a continuación, realizan tres Organizaciones No Gubernamentales: la Cruz Roja, la CEAR y la ACCEM. Todo ello, en aplicación de los acuerdos que tiene suscritos el Gobierno con estas ONG. Desde el aeropuerto los presos y sus familiares son trasladados al alojamiento al que estas ONG llevan habitualmente a todos los solicitantes de protección internacional (Hostal Welcome, de Madrid).

Además de la ayuda de las ONG, funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores se trasladan, prácticamente a diario, al lugar donde están alojados, para informarles y ayudarles en cada una de las gestiones que deben hacer, una labor que se complementa con la presencia permanente de un especialista en este tipo de situaciones del Ministerio de Exteriores, cuya tarea es ayudarles en lo que necesiten.

En función de las necesidades y deseos que cada uno de los presos liberados manifiesta para sí y para su familia, se decide su ubicación temporal en las plazas disponibles en diferentes centros de acogida en España, siempre salvaguardando la unidad familiar. En los centros de acogida, las ONG cubren y realizan una atención integral para cada persona. Entre las ayudas que reciben está la manutención, vestuario, asistencia sanitaria y psicológica, ayuda para la obtención de documentación administrativa, etc. Aunque no soliciten la protección internacional, el Gobierno español ha llegado al acuerdo con el Gobierno cubano por el cual los presos podrán regresar a Cuba previa autorización del Gobierno cubano y sus familiares lo podrán hacer cuando quieran. Además, todas sus propiedades en Cuba les serán respetadas.

Los presos llegan a España con un visado y, una vez aquí, pueden solicitar la protección internacional. Este estatus les concede un permiso de residencia permanente en España y autorización para trabajar. También les permite viajar a cualquier país que deseen, incluido Cuba.

Para conceder este estatus jurídico, la Oficina de Asilo y Refugio ha habilitado un horario especial, para poder acelerar la tramitación y gestión de la protección internacional. La Comisión de Asilo y Refugio es la encargada de conceder este estatus y está integrada por los ministerios del Interior, Asuntos Exteriores, Trabajo y Justicia.

Además, ACNUR está presente en la Comisión, con derecho a voz pero no a voto. Y,  en fin, en fechas muy próximas, según asegura Exteriores, la Comisión decidirá sobre las solicitudes que les hayan sido presentadas.

Teniendo en cuenta que la mayoría de los presos llevaba años en la cárcel, en condiciones extremas y sin poder ver a sus familiares, de lo que no cabe duda es que la actuación de la diplomacia española ha sido más que acertada. Aunque lo realizado sea, como es, sólo un paso en pos de la democratización definitiva de Cuba.