Marruecos vuelve a la tensión con España

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Agentes de la Guardia Civil custodian a inmigrantes subsaharianos interceptados en aguas de Melilla. (F.G. Guerrero / Efe)
Agentes de la Guardia Civil custodian un grupo de inmigrantes subsaharianos interceptados en aguas de Melilla. (F.G. Guerrero / Efe)

La dureza de la Policía y de la Guardia Civil frente a la inmigración clandestina en los pasos fronterizos de Ceuta y Melilla se ha convertido en el último argumento de las autoridades marroquíes para elevar la tensión política y diplomática con España. Desde que a mediados de mayo el primer ministro Abbas el Fassi reclamó en el Parlamento un “diálogo” con el Gobierno español “para poner fin a la ocupación de las ciudades marroquíes”, de Ceuta y Melilla, Rabat ha comenzado a protestar por los supuestos malos tratos a inmigrantes indocumentados, en su mayoría subsaharianos.

El ministerio de Exteriores marroquí ya ha emitido cuatro comunicados y el rey Mohamed VI sigue sin nombrar al nuevo embajador en Madrid. En lo que llevamos del mes de agosto se han sucedido las concentraciones de protesta ante la embajada española y el Instituto Cervantes en Rabat y frente a los consultados de Nador y Tetuán. El cónsul en esta ciudad, Javier Jiménez Ugarte, reconoció días antes de cambiar de destino que “vuelven momentos difíciles para las relaciones entre España y Marruecos en lo que tiene que ver con Ceuta y Melilla”.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, perfectamente informado de las nuevas escaramuzas para crear tensión frente a Ceuta y Melilla, defendió el martes la actuación de las fuerzas de seguridad españolas y ofreció “diálogo, aclaraciones y explicaciones” al Gobierno marroquí. Las fechas elegidas para las protestas solidarias de marroquíes y subsaharianos son ciertamente propicias al nerviosismo: el comienzo del Ramadán. Y según fuentes policiales españolas no hay que descartar incluso intentos de atentados con explosivos.

Entre las acciones organizadas por la coordinadora de la sociedad civil del norte de Marruecos figura, a partir de hoy, el bloqueo de los camiones con pescado en la frontera comercial con Melilla y, a partir del domingo, de los transportes de material de construcción. Las acciones de esta coordinadora y del llamado Comité Nacional para la Liberación de Ceuta y Melilla no afectarán, dicen, a los coches particulares ni a las frutas y hortalizas marroquíes. Como el sector pesquero está en manos de altos militares y miembros del Gobierno marroquí, cabe suponer que el bloqueo no afectará a sus intereses.

Con independencia de que las autoridades y la policía marroquí hayan tratado históricamente de manera cruel y despiadada a los inmigrantes subsaharianos y de que España haya reforzado las vallas de Ceuta y Melilla desde las avalanchas de 2005 –el año pasado se produjeron seis asaltos a la valla de Melilla y “ninguno significativo” a la de Ceuta, según fuentes policiales--, es verdad que la crisis económica ha obligado a las autoridades españolas a cortar el cupo de inmigrantes marroquíes y latinoamericanos y a reforzar los controles en las fronteras.

Las cifras son elocuentes: 20.804 personas devueltas y expulsadas el último año, 1.382 detenidos como integrantes de organizaciones dedicadas al tráfico de seres humanos, 59 cadáveres rescatados en el mar como consecuencia del naufragio de pateras, 101 patronos de embarcaciones detenidos y a disposición judicial, 469 subsaharianos trasladados desde Ceuta y Melilla a los centros de internamiento de inmigrantes en cinco ciudades españolas y otros 737 desde Canarias, apoyo económico y técnico a las policías de Marruecos, Senegal, Mauritania, Mali, Cabo Verde, Senegal, Níger, Gambia, Gana, Guinea Bisau y Guinea Conakry.

Si la inmigración y el comercio entre las ciudades autónomas españolas y el norte de Marruecos no constituyen un gran problema, y la observancia de los derechos humanos nunca ha sido una preocupación prioritaria del reino alauita, parece claro que Mohamed VI –ausente en la cumbre UE-Marruecos-- y su Gobierno optan una vez más por tensar las relaciones como válvula de escape de los problemas internos.

El rey Juan Carlos llamó ayer por teléfono a Mohamed VI para aclarar "malos entendidos" y preservar unas "relaciones excelentes" que "no es bueno" que se deterioren por "los pequeños incidentes" que en las últimas semanas han provocado sucesivas quejas de Marruecos. Ambos jefes de Estado acordaron un próximo "encuentro informal" del que la Casa del Rey no ha especificado la fecha ni el lugar.

8 Comments
  1. celine says

    ¿»Recuperar» Ceuta y Melilla? ¡Ahí va! Ahora me entero de que hubieran sido marroquíes alguna vez. De todos modos, estoy de acuerdo en que la brutal policía española tome lecciones de derechos humanos de la respetuosa (si bien corrupta a tope) policía marroquí. Marruecos, el país de las libertades individuales y del respeto democrático vive al albur de cómo se levante el reyecito medieval que lo explota. ¿Que le duelen las muelas? Pues a darle leña al mono español que es de goma. Y el Rey, a pedirle árnica. O tempora o mores!

  2. skinitor says

    tendrian que estar pidiendo perdon por la cantidad de inmigrantes que se cargaron ellos en el atentado de atocha.

  3. aguila says

    No creo que ningún país árabe tenga la fuerza moral para hablar de derechos humanos. Primero, que atiendan las necesidades de su pueblo antes de cualquier otra consideración.

  4. Manuel de Barcelona says

    El otro día estuve comiendo con miembros de Frente Polisario y me expresaron su preocupación ya que se extrañan de que los españoles no se dieran cuenta que la invasión del islote de Perejil por Marruecos fue para comprobar si el Gobierno español reaccionaba o no. Si no se les llega a echar lo siguiente es Ceuta y Melilla y después los campamentos de refugiados de Tinduf y expulsar a los Saharauis de los territorios ocupados.

  5. anónimo says

    Yo se como va a acabar esto y no hace falta ser adivino. Esta gentuza va a dar muchos problemas, ya esta empezando a darlos, y como no corten esto de tajo nos vamos a ver metidos en un embolado del que va a ser muy dificil salir. El problemas que estan teniendo israel con gaza sera muy parecido al que tendremos nosotros y sino, al tiempo.

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