El PP se interesa por las plagas de la era Zapatero

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En el argumentario del principal partido de la oposición no podían faltar las plagas de Zapatero. De ahí que la asesora del presidente valenciano Francisco Camps durante los mejores años del Gürtell y diputada del PP, Teresa García Sena, se haya interesado por los flagelos que hemos sufrido desde 2004. En sentido lato, la más cruel y lacerante es el desempleo. Otros daños, como los accidentes de tráfico, se han ido reduciendo con educación vial y entusiasmo multívoro; cuando este agosto se ha hablado de esa “huelga de bolís caídos”, las autoridades han omitido que la Dirección General de Tráfico viene recaudando en multas año tras años un 25% más de los 200 millones de euros presupuestados.

La indagación de García Serna sobre las plagas de la era Zapatero posee, sin embargo, una orientación limitada. Sus preguntas a la ministra del ramo, la gallega Elena Espinosa, se circunscriben a las enfermedades del campo. Y aunque es sabido que las competencias fitosanitarias están transferidas a los Ejecutivos autonómicos, la ministra ha de recabar datos para cumplir su obligación de responder por escrito.

Según la información del Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino, desde 2006 han llegado a España 18 organismos nocivos para los vegetales, más de cuatro cada año. Ocho de ellos se consideraran “nuevos”, lo que significa que requieren novedosos productos venenosos para combatirlos. Como la descripción de esas plagas podría ser demasiado técnica, además de enciclopédica, Espinosa ha optado por no mencionarlos siquiera.

En los animales el asunto es diferente, tal vez porque a los animales se les quiere más que a los vegetales. Sabemos que en 2006 se detectó la introducción de la plaga de la “surra”, cuyo nombre coincide con un baile brasileño de moda, pero obedece al “tryposoma evansi” que transmiten unos tabánidos y puede llegar a matar a los caballos, las vacas y otros mamíferos, incluidos los venados.

Poco después llegó la “influenza aviar”, altamente patógena en la fauna silvestre; el “somormujo” o “gripe aviar”, que afecta a las aves acuáticas y se detectó en Álava; los serotipos 1 y 8 del virus de la “lengua azul”, que se detectaron en 2007; la “influenza aviar” en aves domésticas, que afectó a Navarra y a la provincia de Guadalajara en 2009, y la enfermedad de Newcastle, altamente contagiosa en pollos y gallinas, aunque sin efectos graves para los humanos, que afectó a granjas del País Vasco el año pasado.

En resumen, la diputada García Sena podrá aportar al argumentario del PP el valioso dato de que durante el mandato de Zapatero España sufrió no menos de 24 plagas en sentido estricto y soportó la envestida social de los antitaurinos, que también afecta a los toros bravos y amenaza a la llamada “fiesta nacional” de “interés cultural” por decreto de Aguirre y de Camps.

Aunque históricamente las plagas han azotado al país, pues la tierra tiene piel y la piel tiene enfermedades, hubo un tiempo en que oficialmente estuvo exento de males. Era cuando la censura impedía divulgar la “tristeza del naranjo” que afectaba a la huerta valenciana y prohibía hablar de los brotes de cólera en Galicia, provocados  por la falta de saneamiento. La gente moría, los árboles se arruinaban. Y aunque a Espinosa y a Sena les parezca increíble, pocos se atrevían a lanzar las plagas contra el Gobierno. Eso hemos avanzado.

3 Comments
  1. Azu says

    Para plagas, las del PP: corrupción, mangoneo, basurazo, gurtelismo, guerra de Irak, Prestige, decretazo, especulación inmobiliaria, gescarteras para eludir impuestos… 11-M-eta… No sigo. Se me canza la cabeza.

  2. Chema says

    En definitiva, todo se reduce a un refrán: «Ver la paja en ojo ajeno y no la viga en el propio». Manías de los peperos por poner cortinas de humo a su falta total de vergüenza. Todo vale por el poder.

  3. Antonio says

    Qué mezclijo de información. Me he perdido en algún punto entre plagas agriculturales de verdad y los envites de argumentos políicos.

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