Para la policía pekinesa, con cariño

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La autora se prepara para entrar en el Templo del Cielo. / Foto: Javier Vaquero

Para concluir esta serie sobre  China, escribo hoy acerca de uno de los lugares de Beijing que merece una visita, siempre y cuando los viajeros estén sobre aviso y no se creen falsas expectativas con los nombres de los lugares turísticos.

Veréis, yo me imagino el cielo como un lugar en el que se come, se fornica y se ven películas, todo ello sin dejar de reírse ni un momento. Así que cuando nos dijeron que íbamos a visitar un monumento llamado El Templo del Cielo me las prometía muy felices. Me lo figuraba como una antesala del paraíso, el lugar desde el que salir proyectado si pudiera aplicarse la máxima “De Beijing al cielo”. A las puertas del Templo, pues, dispuse todos los preparativos y realicé los ensayos pertinentes para emprender un vuelo a lo Mary Poppins, como se aprecia en la imagen.

Mi desilusión llegó en seguida, y no por el paraje, ciertamente paradisiaco. Una serie de palacetes –en los que tradicionalmente se hacían rogativas por las buenas cosechas- erigidos en medio de un inmenso parque componen El Templo del Cielo.

Uno de los palacetes del Templo del Cielo / J. V.

El lugar esmaravilloso, a pesar de que no haya resultado inmune a la afición de los chinos por las grandes explanadas –siguiendo el modelo de la Ciudad Prohibida-, de suerte que no hay forma de resguardarse del calor en verano, ni de la lluvia en invierno. Sin duda, los arquitectos tradicionales chinos tenían intereses en el negocio de los paraguas.

En el parque la gente hace Taichi o juega con un pequeño artefacto de plumas que lleva un peso en su extremo -similar a la pluma del badminton- y que los participantes se van pasando, golpeándola con cualquier parte del cuerpo. El juego resulta más difícil de lo que parece, pero además de un deporte muy popular entre los chinos, pasarse la pluma es casi lo único que se puede hacer. En el Templo del Cielo, todo está prohibido, ergo no puede ser su antesala . Un enorme cartel en bronce a la entrada del parque explica que no se permite jugar a la pelota, ni tirar petardos, ni montar en bicicleta, ni patinar, ni hacer fuego… ¡Ni fumar! ¡En un parque! ¡Al aire libre! No recuerdo si también estaba prohibido besarse, pero sí que no vi a nadie haciéndolo.

Prueba documental para la policía pekinesa. / J. V.

Naturalmente Beatriz García, alias Ms. Livingstone, y servidora, hicimos cuanto estaba en nuestra mano para que aquello se asemejara más al cielo: buscamos un rinconcito en el que infringir la ley, fumamos y bebimos cerveza. El fotógrafo recogió el momento, porque le acababan de decir que su horóscopo chino es el Dragón, el signo del emperador, y automáticamente le dio un arrebato inquisitivo, lo que es el poder. Con cariño, muestro sus pruebas documentales a la policía pekinesa, que tantas horas pasa vigilando la web. Téngannos a mano en los archivos. Volveremos pronto. Suya afectísima.

6 Comments
  1. Mariano says

    Poco respetuoso me parece a mi; si no soportan el purgatorio sin una birra y un pito ¿cómo quieren llegar al cielo, eh? Por cierto, estoy buscando algún centro o academia donde estudiar mandarín y no lo encuentro. ¿Me podrían orientar si hay alguno baratito en Madrid?

  2. IGNACIO says

    Para algunos que rondamos la cincuentena, China fue un mito de nuestra juventud. Este verano he podido disfrutar de la lectura de «El chino», de Henning Mankell. Además de un retrato de la China actual, ofrece una retrospectiva sobre la generación de jóvenes europeos admiradores del «libro rojo». Muy interesante.

    Y gracias por la serie, Irene.

  3. Josep Calvet says

    @Irene Lozano.

    El otro día dejé este comentario y a pesar de que veo que contesta a algunos, no ha sido éste el caso.

    No hay forma de comentar en el blog de Rosadíez.net . Convencido estoy que hay algo raro porque con varios ID de WordPress no entro. Tal vez estoy equivocado y le pido ayuda. ¿Cómo se entra para comentar? ? ¿Hay alguna dirección de corrreo?

    ¿Cómo se comunica usted que Rosa Díez con quien supongo tiene relación dado que su blog lo he visto
    enlazado allí junto con unos pocos más ?

  4. punto sin radio says

    Cuidado con las contracturas del cuello que luego hay que pedir hora con el fisioterapeuta.

    HAce veinte años si pasabas de primero de chino en la Escuela de Idiomas te regalaban un viaje gratis al paraiso del capital europeo y del capitalismo explotador de partido único, claro que en primero éramos cuatro y a segundo no pasó nadie, al menos aquel año.

    ¿para cuando entendderá el PC chino que desdoblarse en dos le daría legitimidad democrática de cara a la hiocrita Euramérica orweliana?
    PC social capitalista y PP C liberal capitalista, como aquí en el 75 se desdobló la falange franquista en PP SOE, dos partidos una sola política posible una sola nación.

  5. jose-chete says

    Los chinos?otros cubanos

  6. Irene Lozano says

    Querido Josep Calvet:
    No le he contestado porque no tengo la menor idea de cómo se comenta el blog de Rosa Díez. Tal vez haya que registrarse. En todo caso, gracias por informarme de que ella mantiene un vínculo a mi blog. No lo sabía y me alegra que mis textos logren la mayor difusión posible.

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