Zapatero se abraza a Gómez para “cerrar filas”

1

El que gobierna decide el calendario. Y Zapatero ha decidido que ahora no toca realizar los cambios de Gobierno en profundidad que le insinuaban algunos ministros y miembros de la dirección del PSOE. De la reunión de la Ejecutiva del lunes, en la que no soltó prenda sobre el sustituto del ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, algunos ejecutivos salieron diciendo que ahora toca “cerrar filas” con el líder y esperar acontecimientos.

Sobre el relevo del ministro más desdichado del mundo –“no he tenido un solo día feliz como ministro de Trabajo”, ha confesado–, la impresión generalizada es que será tan normal que no hará falta un nuevo ministro, pues el secretario general de la Seguridad Social, Octavio Granado, que es miembro de la Ejecutiva se basta y se sobra para asumir la cartera de Corbacho y seguir contando parados. La decisión de no abrir el diálogo con los sindicatos y la patronal hasta dentro de seis meses, una vez que se sepa si la reforma laboral funciona, no obliga a Granado a realizar un esfuerzo suplementario.

El anuncio del relevo será tan normal que el propio Zapatero dijo el domingo en Ponferrada –“¡Londres, Madrid, Ponferrada/ tan lindos… para marcharse!, escribió Antonio Machado sin conocer a Corbacho– que lo anunciará en un canutazo en el Congreso después de la votación de las enmiendas de totalidad al Presupuesto para 2011. Y la tarea prioritaria del sustituto tampoco será una novedad: recibir el informe del Pacto de Toledo y acelerar la reforma del sistema de pensiones.

El “cierre de filas” propiamente dicho se producirá en la reunión del Comité Federal del próximo sábado. La escena está siendo meticulosamente preparada y consistirá en un aplauso efusivo a la intervención de Tomás Gómez, seguido de una respuesta tranquila y conciliadora de Zapatero y de un abrazo entre ambos que proyecte la imagen de que el triunfo del primero es también del segundo.

En la Moncloa, donde desayunan sondeos calentitos, no ocultan que la victoria de Gómez en las primarias madrileñas está teniendo un efecto positivo en el conjunto del electorado. Es lógico que ahora Zapatero quiera abrazarle. Personas próximas a Gómez no se explican el repentino interés de la Moncloa en filtrar a determinados medios de comunicación las llamadas que le hace Zapatero. Pero una cosa tienen clara: no se dejará asfixiar.

En el PSM han comenzado a crecer las afiliaciones y brota un impulso reformista que no comulga, precisamente, con la decisión de Zapatero de no tocar las tasas de beneficios y hacer recaer el peso del ajuste sobre los salarios y las jubilaciones de los trabajadores. El aparato propagandístico de Ferraz intentará ocultar esas diferencias de fondo. Pero está por ver si Gómez lo permite.

1 Comment
  1. Esteban Barrio says

    Gómez acumula a estas horas muchas experiencias de personajes traidores que quieren limpiarle los zapatos para no perder la poltrona. Debe mantener las distancias con esa gentuza y oponerse a la política de derechas de Zapatero y sus mariachis de otro tiempo, incluído el chupótero Boyer, un espía de la derecha de la peor jaez.

Leave A Reply