Llamazares medita su retirada

El diputado y ex coordinador de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, medita su retirada de la vida política cuando termine la presente legislatura. Su intención es dedicarse a su profesión de médico salvo que, en ultima instancia, los compañeros asturianos reclamen su presencia para encabezar la lista al Congreso como ya ocurrió hace doce años. Llamazares, que ha hablado con la ministra Rosa Aguilar sobre la situación de IU y mantiene una relación cordial con Cayo Lara, cree que es dificil pero no imposible recuperar a los electores de izquierda y volver a los nieveles del año 2000 con el apoyo sindical.

Si finalmente decide presentarse por Asturias tendrá que asumir un reto más dificil que el de hace una década porque la circunscripción ha bajado de 9 a 7 escaños por la perdida de población y porque las exigencias de la ley d’Hont, que socialistas y conservadores se han negado a modificar en aras de una mayor proporcionalidad entre votos y escaños, sitúan el listón por encima del 10% de los votos. Y eso significa que tendrá que conseguir más de 50.000 papeletas.

Llamazares cree posible obtener el apoyo de las cuencas mineras, por las que ha trabajado incansablemente con iniciativas e interpelaciones al ministro Miguel Sebastián y a la vicepresidenta Elena Salgado, y arañar un buen puñado de votos en Avilés y en Gijón. No duda de que en su pueblo, Piedrasblancas, puede superar al PSOE, aunque no al PP, porque la población es derechista. En todo caso, conseguir entre el 10% y el 11% de los votos de los asturianos será muy complicado y esperará el resultado de las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo para ponerse a disposición de la federación de IU. Los que le conocen afirman que su ausencia en el Parlamento sería una pérdida para la izquierda, pues sus análisis y planteamientos suelen ser rigurosos y acertados. Su sensibilidad social y su talante flexible y moderado le convertirían incluso en un buen Defensor del Pueblo, aunque ni el PSOE ni el PP están por la labor.