La comunicación según el PSOE: el mejor jefe de prensa es el que no existe

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Será para agradar a los mercados, que ya se sabe que estiman mucho la austeridad ajena, pero no se recuerda caso semejante en una organización política que vive de la difusión de sus iniciativas y de la propaganda en su sentido más noble: un mes después de que el equipo de Leire Pajín fuera desmantelado, el PSOE sigue sin designar un nuevo director de comunicación. La situación no habría resultado extraña en el Gobierno, sobre todo después de que Rubalcaba dijera aquello de que en el Ejecutivo había un presidente y quince portavoces, pero es ciertamente inédita en el partido, que en los 30 últimos años es muy posible que haya estado más tiempo sin secretario general que sin jefe de prensa.

Para los no iniciados en los entresijos comunicativos de los socialistas, conviene reseñar que tras el cese de Juan Antonio Blay, uno de los afectados por el ERE de Blanco de principios de noviembre, se incorporó al equipo de prensa de Ferraz la dircom de Vivienda Eva Cuesta, a quien la remodelación del Gobierno dejó sin cargo y sin Ministerio. Cuesta ya había trabajado en el partido y hubiera podido asumir eficazmente la dirección de Comunicación, de no haber sido porque el nuevo secretario de Organización, Marcelino Iglesias, debió de insistir en que estas funciones recayesen en Manuel Gracia, quien desempeña esa misma tarea en el Gobierno de Aragón.

El lío, claro, es morrocotudo ya que Iglesias es un secretario de Organización a tiempo parcial que no pasa más de tres días en Madrid, y su responsable de Comunicación se limita a acompañarle en sus idas y venidas. Es, por tanto, Cuesta quien asume estas funciones aunque sin reconomiento formal. “No va haber ningún nombramiento”, insistían fuentes del PSOE, que lejos de ver en ello una anomalía subrayaban el refuerzo para la comunicación que representaba la existencia de un comité electoral, del que es portavoz Elena Valenciano.

Tenemos, por tanto, un director de Comunicación –Gracia- que no está nombrado y no ejerce, una ex directora de Comunicación –Cuesta- que tampoco está nombrada y ejerce lo que le dejan y una portavoz del Comité Electoral –Valenciano- que ejercería hasta de secretaria de Organización si le dejasen.

A la espera de que en mayo, pasadas las autonómicas, se aclare el panorama, echo un vistazo a un trabajo de dos profesoras de la Autónoma de Barcelona –Francisca Morales y Ana María Enrique- sobre la importancia del director de Comunicación: “La gestión de la comunicación en las organizaciones se basa en la existencia de un departamento específico: la dirección de comunicación, con un ejecutivo al frente, máximo responsable de toda la comunicación de la organización, que será gestionada de forma global. Este departamento depende y reporta directamente con la máxima dirección de la empresa [léase partido], y su principal función es la de ser guardián de la imagen, al más alto nivel”. Pues eso.

2 Comments
  1. Marisa says

    La mejor noticia es la que no se da, ¿vale? Pues eso, rey.

  2. krollian says

    La impronta de este gobierno es la pura improvisación y funcionar por inercia, por el que dirán o por impulso. El asunto es que ningún Gobierno anterior ha impedido ciertos privilegios. Y casi la mitad de sus sueldos son horas EXTRAS.

    Y el Rodríguez Zapatero (conocido como el killer porque a quien no le ría sus gracias lo lamina) va y se pone a decir tonterías el día anterior al puente mas largo del año en puertas de la Navidad.

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