Por si algún alcalde o presidente autonómico no lo tenía claro, tanto el PSOE como el PP han alertado a través de sendas circulares a los suyos de tienen de plazo hasta el próximo lunes, 28 de marzo, para inaugurar todas aquellas obras que fueron pagadas con dinero público. En las advertencias, que han partido de ambos cuarteles generales, se le recuerda a sus cargos electos que la Ley Orgánica de Régimen Electoral General (LOREG), reformada en el Parlamento el pasado mes de enero, ya no les permite poner en práctica lo que tantas veces hicieron en el pasado: inaugurar obras públicas poco antes de la celebración de las elecciones, para tratar de recordar así al electorado su “buena labor” al frente de la Administración.
El artículo 50 de la LOREG no deja lugar a dudas y prohíbe cualquier tipo de publicidad institucional, salvo la que trata de informar al ciudadano de los pormenores de los comicios, así como animar a la participación, desde el mismo instante en que se convocan oficialmente las elecciones.
En este caso, las elecciones municipales y autonómicas del 22 de mayo, quedarán oficialmente convocadas a partir del próximo martes, 29 de marzo. Por eso, desde ese momento, se acabó el cortar cintas e inaugurar pantanos. Y por eso, nuestros políticos, tanto del PP como del PSOE, han inaugurado como locos todo lo que han podido en estos días. Lo intentó el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a quien los acontecimientos en Libia obligaron a renunciar a última hora a asistir a la inauguración de una estación de alta velocidad ferroviaria en su tierra, León, el pasado fin de semana. Lo bordó la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que en los últimos días ha inaugurado un campo de Golf, Bosquesur, un espacio verde en el municipio de Leganés, la ampliación de la línea 2 del Metro de Madrid y la nueva área de hospitalización del Clínico (donde tuvo que aguantar los abucheos de un pequeño grupo de manifestantes) y a la que todavía le falta por inaugurar, en compañía del alcalde madrileño, Alberto Ruiz-Gallardón, un tramo de la línea 2 del metro. Lo harán al límite del calendario, el próximo 28 de marzo. Pero no son los únicos que se han apuntado a la fiebre inauguradora, apurando los últimos días hábiles para hacerlo. Junto a ellos, ministros, alcaldes y presidentes autonómicos andan de acá para allá, inaugurando todo lo que les ponen por delante. El que esté libre de pecado, que ponga una primera piedra o que corte una cinta. Y será otro más, tratando de apurar los plazos legales de la Ley Electoral.
Sin embargo, no todos corren la misma suerte que los ministros, los presidentes autonómicos o los alcaldes de las grandes ciudades. Son muchos los alcaldes de municipios más modestos que se lamentan de no haber llegado a tiempo, pese al empeño que habían puesto en presentar ante sus conciudadanos sus obras más emblemáticas. Uno de los afectados, alcalde de un pueblo de Madrid y miembro del PP, ha confesado a cuartopoder.es que “es materialmente imposible poder inaugurarlo (en alusión a las obras en las que trabajan a contrarreloj en su municipio) antes del martes 29, pero hemos consultado al partido y hay una solución: organizar una jornada de puertas abiertas, para que la gente lo visite y sepa lo que hemos hecho aquí”. Obviamente, el impacto no será el mismo, pero, de acuerdo con la estimación de la asesoría jurídica del PP es perfectamente lícito este sucedáneo de las inauguraciones. No son los únicos los alcaldes populares los que se han “pillado los dedos” con sus obras, tras la reforma legal que entró en vigor el pasado mes de enero. Alcaldes socialistas en Andalucía, Extremadura y Asturias están en la misma situación y, de igual modo, tratan de ingeniárselas para que, sin necesidad de organizar un acto público ni cortar una cinta, sus potenciales votantes tengan la posibilidad de ver con sus propios ojos la obra pública que han realizado en esta legislatura que llega a su fin.
El alcalde socialista de un municipio andaluz asegura: “a nosotros nadie nos consultó y, un buen día, vimos aprobada en el BOE la medida que mi partido y el PP se guisaron y se comieron. Ahora que no se extrañen si buscamos fórmulas para, sin dejar de cumplir la ley, poner en valor nuestra labor por el municipio”. Tiene razón el edil andaluz: los dirigentes de su partido pactaron con el PP y ambos partidos votaron el pasado 25 de enero, la aprobación definitiva de la reforma de la LOREG. Ellos hicieron la Ley y ellos, igual que el PP, se disponen ahora a hacer la vista gorda ante la “trampa”.
Que razón tiene el articulista,aprueban cosas y otros buscan maneras para hacer lo contrario.»hacen la vista gorda»
Por fin llega la primavera!!!!,el cambio de hora y las elecciones.Mágica palabra donde las haya.Es el tiempo del fulano de a pie.El político sonrie se muestra mas directo y cercano e incluso se permite enseñarnos algunos de sus logros,si es que los hay…
El fulano ahora es el protagonista.todo por el fulano diria la cospedal…