Quince días de guerra en Libia sin disparar un tiro

Cuando se cumplen quince días del comienzo de la misión militar autorizada por Naciones Unidas para proteger a los libios de los bombardeos de las tropas de Muamar el Gadafi, los cuatro cazabombarderos españoles F-18, la fragata Méndez Núñez y el submarino Tramontana no han tenido que hacer uso de la fuerza. Pero el coronel libio no se ha rendido, no está dispuesto a abandonar el país y los estadounidenses han retirado 40 de sus 90 cazas, por lo que no hay que descartar un cambio de zona y de operaciones para los aviones españoles y una prórroga de la misión, autorizada por el Congreso para un mes.

Según dijo el jefe del Estado Mayor de la Defensa, José Julio Rodríguez, a los portavoces parlamentarios con los que se reunió ayer, la misión de exclusión aérea desde Cerdeña se está desarrollando con normalidad. Los F-18 han realizado 25 salidas para hacer cumplir la exclusión aérea sobre Libia y han hecho 170 horas de vuelo sin gastar un misil. Estos datos fueron adelantados a los periodistas por el jefe de estrategia del Estado Mayor Conjunto, Juan Francisco Martínez Núñez, tras la reunión de seguimiento de las operaciones con la ministra Carme Chacón.

Todas las patrullas aéreas han terminado “sin novedad”: ni los cazas han sido atacados ni tenían objetivos que atacar. En las operaciones han consumido 242.000 litros de combustible, en parte suministrados desde el Boeing 707 de abastecimiento en vuelo. Tampoco la fragata Méndez Núñez, que ha inspeccionado 13 buques en cumplimiento del embargo de armas, se ha visto obligada a emplear su armamento. Tanto la fragata como el submarino tocarán puerto en Italia el próximo jueves.

La misión de la fragata y el submarino es de tres meses, pero la de los F-18 termina el próximo día 15 y no hay que descartar que el Gobierno pida al Congreso una prórroga antes de Semana Santa. Aunque los mandos se muestran herméticos, la retirada de la mitad de los aviones de Estados Unidos obliga al mando de la OTAN a reasignar las operaciones. Según el mando de la OTAN, Gadafi conserva el 70% de su fuerza militar y el objetivo sigue siendo la anulación de la misma, una tarea en la que pueden intervenir aviones españoles.

El comandante de la operación en Libia, el general canadiense Charles Bouchard, explicó el martes que las patrullas aéreas se han visto reforzadas por Qatar, Emiratos Árabes Unidos y Suecia, que aportan respectivamente cuatro, doce y ocho cazas. Reino Unido enviará cuatro Tornados más. A la espera del resultado de las negociaciones de Ankara, auspiciadas por el Gobierno turco, la OTAN reconoce las dificultades para destruir la artillería pesada de Gadafi desde el aire, ya que los militares meten los tanques y las baterías en las ciudades y utilizan a la población como escudos civiles. Eso está sucediendo en Misrata, cuya población sufre desde hace casi un mes los bombardeos del régimen, con centenares de muertos y heridos, y ahora está siendo utilizada como paraguas frente a los aliados.