El socialista Francisco Vázquez, vetado por sus propios compañeros

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Benedicto XVI y Francisco Vázquez, durante el acto de entrega de credenciales de éste como embajador de España ante la Santa Sede, en 2006. / vatican.va

Tras la última visita del Papa Benedicto XVI a España, en noviembre de 2010, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy tuvieron una breve conversación, en la que, requerida su opinión por el presidente del gobierno, el líder del PP aseguró que no tendría inconveniente en apoyar la candidatura del ex alcalde de La Coruña y, en ese momento, embajador de España en la Santa Sede, Francisco Vázquez, para ocupar el puesto de Defensor del Pueblo. Así lo confirman diversas fuentes, tanto del PP como del PSOE. La Oficina del Defensor del Pueblo lleva meses con la plaza de su máximo responsable vacante, desde que Enrique Múgica concluyó su segundo mandato, y está siendo cubierta en situación de interinidad desde el año pasado por María Luisa Cava de Llano.  Pero, desde entonces, han pasado seis meses y el citado nombramiento, pese a gozar del visto bueno de Rajoy a Zapatero, cuyos respectivos grupos parlamentarios garantizan la mayoría cualificada que requería ese nombramiento, no se ha producido. Desde entonces, la situación ha cambiado. Si en los últimos meses el nombramiento ha estado a punto de ser incluido en el orden del día del pleno del Congreso de los Diputados en un par de ocasiones, ahora, los dirigentes de ambos partidos consultados por cuartopoder.es,  aseguran que ese nombramiento se incluye dentro de una negociación más amplia, que contempla también la renovación de varios miembros del Tribunal Constitucional, entre otras altas instituciones. Y que todavía queda mucha negociación por delante.

En estos meses de nombramiento anunciado al interesado y nunca ejecutado ha llovido mucho, pero, sin duda, lo que más ha llovido han sido los vetos al candidato a convertirse en Defensor del Pueblo. Lo más sorprendente es que proceden todos del PSOE.

A Paco Vázquez se la tenían jurada, entre otros socialistas, un grupo de mujeres, entre las que se cuenta la Ministra de Sanidad, Leire Pajín, o la actual portavoz del Comité Electoral del PSOE, Elena Valenciano. Según fuentes socialistas, ellas han presionado mucho a Zapatero para que éste desistiera de su idea de nombrar a Paco Vázquez Defensor del Pueblo  y, en su lugar, nombrase a una mujer. Sería la primera mujer nombrada para ese puesto por el Parlamento. Pero, en realidad, todo este sector no considera a Vázquez el más apropiado para ese cargo por haberse negado a votar, en su día, la Ley del aborto acogiéndose al voto en conciencia. De poco les sirve saber que, entonces, Vázquez puso su escaño a disposición de su partido antes de no asistir a la votación.

Por otra parte, Paco Vázquez cuenta con la oposición cerrada de los representantes más activos del laicismo, dentro del PSOE. Dirigentes socialistas como Álvaro Cuesta, o como el ex ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, también se han dirigido al presidente del gobierno para expresarle su opinión contraria al nombramiento de Vázquez. Su objeción, obviamente, radica en el marcado acento religioso que siempre ha defendido Vázquez. Este grupo de laicos del PSOE prefiere un perfil más neutral para ostentar ese cargo y también han tenido su papel a la hora de poner objeciones e impedimentos al nombramiento del ex embajador en la Santa Sede.

Pero como no hay dos sin tres, a Vázquez le salió un tercer grupo opositor de entre sus compañeros de partido: el PSC.  En el capítulo de agravios, varios dirigentes del PSC recuerdan declaraciones de Paco Vázquez absolutamente contrarias al texto que surgió del Parlamento catalán, como base del Estatut de Cataluña e incluso al posterior, “cepillado” por el Parlamento Español.  Más presiones para Zapatero y más detractores de Vázquez, que parecen ser legión dentro del PSOE.

Con todo, el nombramiento se ha ido retrasando mes tras mes y, cuando se retome este asunto, tras las elecciones del 22-M, habrá que hacerlo ampliando el objeto de la negociación a otras instituciones. De hecho, según fuentes socialistas, el PP acaban de incluir un elemento que distorsiona la futura negociación: lo ha vinculado a la renovación del Tribunal Constitucional, con la advertencia de que no aceptará vetos, ya que ellos no los ponen, y ha deslizado de nuevo el nombre de Enrique López, para formar parte del Alto Tribunal. López, que genera un enorme rechazo al PSOE desde que fuera miembro del Consejo General del Poder Judicial. Si la moneda de cambio es el juez López y el nombramiento de Vázquez pasa por que el PSOE ceda y permita la incorporación de Enrique López al TC, a Vázquez se le complica la posibilidad de ser nombrado Defensor del Pueblo. El PSOE no acepta ese trato y, además, tiene un impedimento que esgrimir ante Vázquez que no procede de su propio partido.

Seguramente, viendo el panorama de vetos e impedimentos, Paco Vázquez decidió pedir su reingreso en la Administración General del Estado y volver a desempeñar sus labores de funcionario, como inspector de trabajo que es. Desde la semana pasada es funcionario del Ministerio de Trabajo, en la Delegación Territorial de La Coruña.

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