Madrid recibe al Papa con menos abortos juveniles y más píldoras del día después

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Imagen de la manifestación contra el aborto celebrada en marzo de 2010 en Madrid. / Efe

La diputada María Teresa García Serna, una mujer que asesoraba al ex presidente de la Generalitat Valenciana Francisco Camps en los años boyantes de la trama Gürtel, ha recurrido a la infotáctica de preguntar por escrito al Gobierno sobre “los daños” de la píldora poscoital. En membrete oficial y con sello institucional afirma que la pastilla del día después provoca abortos, hospitalizaciones urgentes, quebrantos graves de la salud y una infinidad de males. Supone que las jóvenes las compran por Internet después de haber hecho el amor y que se las toman como si fueran helados, un día sí y otro también. Y eso es gravísimo. Después de lo cual, pregunta a la titular de Sanidad qué datos tiene al respecto y qué está haciendo para evitar tan grave problema.

La parlamentaria del PP se ha entregado con tal entusiasmo a esparcir esa infopolución o polución informativa que las respuestas del Ejecutivo le parecen insatisfactorias, pues resulta que la píldora, que se puede comprar sin receta en las farmacias, ni es tan mala como ella dice ni provoca abortos como afirma. “No se tiene conocimiento de abortos clandestinos en casa ni de casos de hospitalización por la administración de dosis elevadas o recurrentes de la píldora del día después”, le ha contestado Leire Pajin. “En ningún caso estos abortos serían provocados por la anticoncepción de emergencia, ya que esta no es abortiva”, añade la ministra de Sanidad.

Para ilustrar a la política conservadora, de 34 años, Pajín le explica que la píldora contiene levonorgestrel, que es un principio activo con un efecto similar a la progesterona y que en casos de dosis superiores a las recomendadas no es abortivo, por lo que si existiera una gestación en curso no interrumpiría el embarazo. Eso sí, la comercialización de la píldora poscoital ha coincidido con una sensible disminución de las interrupciones de embarazos no deseados por primera vez en España desde que se conocen esos datos. En concreto, en 2009 se registraron 4.330 abortos menos que en 2008, que fueron 115.812. Y en las mujeres menores de 20 años, la reducción fue del 12,5% en relación con los 13.967 abortos contabilizados el año anterior.

Aunque parece claro que la progresiva disminución del número de interrupciones del embarazo es una buena noticia, y más ante la venida del Papa de Roma, don Joseph Aloisius Ratzinger, cuya cruzada contra el aborto y lamento de la pederastia clerical es bien conocida, y aunque la dispensa de la píldora evita muchos problemas a los jóvenes atraídos por la pasión mutua de la que no están exentos ni los que se den cita en Madrid para ver al Papa, todo esto al PP le parece fatal. De ahí que aliente la leyenda urbana de que la pastilla del día después es abortiva y que la solución es peor que el problema. De mayo del 68 recibimos el lema: “Haz el amor y no la guerra”. Después, con la debida formación sexual y reproductiva, se añadió: “Haz el amor y vuélvelo a hacer”.

2 Comments
  1. Ángela says

    Para la derecha cínica y facha ni condones ni píldoras ni nada. A procrear como mandó el enano dictador y que crien los hijos los obispos y las madres superioras,¿ verdad?

  2. Torombolo says

    El 20% de todos los embarazos acaban en abortos espontáneos durante los dos primeros meses, debido a que el sistema reproductor humano está muy mal diseñado. Si es verdad que dios es el responsable de ese diseño, eso le convierte en el mayor abortista del mundo, ya que tiene que dar cuenta de mas 20 millones de abortos anuales.

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