CCOO y UGT llaman a una marcha masiva contra la reforma de la Carta Magna
La Unión General de Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras (CCOO) han llamado hoy martes a manifestarse contra la reforma del artículo 135 de la Constitución a todos los asalariados a las siete de la tarde en la madrileña plaza de la Cibeles. La protesta, bajo el lema Contra la reforma de la Constitución, referéndum ya, discurrirá por la calle de Alcalá hasta la Puerta del Sol, lugar emblemático del Movimiento 15M, que desde mayo viene denunciando las consecuencias de la crisis capitalista y la debilidad del poder político frente a los dictados de los mercados financieros.
Los sindicatos de clase reclaman una consulta popular sobre la reforma constitucional que petrifica la “estabilidad presupuestaria” y la “prioridad absoluta” del pago de la deuda por parte de las administraciones públicas. La agresión “neoliberal” supone, según entienden los dirigentes de las dos grandes organizaciones obreras, Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo, la ruptura del consenso constitucional de 1978 y una burla a los principios del Estado social y democrático de derecho. El 31 de agosto ambos dirigentes enviaron una carta a los portavoces de los distintos grupos del Congreso y del Senado, pidiéndoles que no apoyaran la reforma y, en todo caso, que solicitaran un referéndum.
Como se sabe, la Mesa del Congreso, desestimó todas las enmiendas de las minorías que reclamaban una consulta, y el PSOE y el PP respaldaron la reforma y se disponen a ratificarla el miércoles en la Cámara Alta por los dos tercios de los votos, con independencia de que, como han anunciado Méndez y Toxo, la manifestacion sea “masiva e importante”. El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, se ha esforzado en desactivar la protesta diciendo que “no hay una sola reivindicación sindical que no quepa en la reforma constitucional”, pues, según dice, “todas las reivindicaciones caben en el marco de estabilidad presupuestaria a lo largo del ciclo como el que diseña la reforma de la Constitución”.
Los dirigentes de las dos grandes centrales obreras no lo creen así y junto a más de un centenar de organizaciones sociales han elaborado un manifiesto en el que sencillamente reclaman un referéndum y recuerdan que la Constitución fue el resultado de un amplio consenso político y de un posterior referéndum de la ciudadanía, por los que cualquier reforma que se realice ha de ser refrendada por los ciudadanos. Para forzar una consulta es necesario que la solicite el 10% de los miembros del Senado o del Congreso (26 senadores o 35 diputados) en un plazo de 15 días tras la aprobación de la reforma. Pero los nacionalistas y las minorías discrepantes a la izquierda del PSOE no suman ese porcentaje.
Zapatero, autista ante los acontecimientos, no escuchando a casi nadie y aconsejado por los más neo liberales del gobierno, Blanco y ninguno Rojo, con deseos de pasar a la historia por cambiar la Constitución después de tres décadas.
Se acaba de abrir una puerta muy peligrosa, pues los mercados, responsables de la crisis económica, son insaciables y seguirán pidiendo medidas, que un Estado de Derecho no debería aceptar. Dentro de poco pedirán recortes neo libertades como el derecho de huelga, manifestación o negociación colectiva etc..
Zapatero abrió el melón para que los nacionalistas, pidieran , que se incluyese en esta, el reconocimiento a la independencia. Con esta medida, se pone en contra a numerosos movimientos ciudadanos de carácter progresista, agentes sociales, nacionalistas e izquierda. Y el único beneficiados en términos electorales, el PP y esto con las elecciones en puertas, con el candidato Rubalcaba, que no quería este cambio, pero Zapatero le convenció, por la vía de los hechos consumados y, con el ineludible coste que esto tiene en termino de votos.