Para recuperar el voto a "partidos gratis" ¿Rubalcaba o Chacón?

Pese a que la autocrítica ha brillado por su ausencia en el análisis que los socialistas han hecho de su abultadísima derrota electoral, el PSOE maneja todo tipo de estudios y análisis sociológicos del destino final y las motivaciones que llevaron a quienes fueron sus votantes a abandonarlos en las recientes elecciones generales. Según esos cálculos, resumidos por un dirigente del PSOE, de esos más de 4 millones de votos perdidos, son más de un millón los votantes que variaron su opción y depositaron su confianza en el PP. En este punto, admite el dirigente socialista que "no sólo la crisis sino nuestros errores a la hora de gestionarla, ahuyentaron a esos electores, que pensaron que el PSOE no era capaz de resolver la situación económica y apostaron por el PP, poniendo la suerte de la economía española en manos de Mariano Rajoy".

El resto de votos, según estos cálculos, se fueron fundamentalmente a lo que el dirigente socialista llama los "partidos gratis". Lo argumenta con la siguiente explicación: "Después de las últimas encuestas que se publicaron la semana previa a las elecciones, nos hundimos, porque esos sondeos dejaron claro que no solo no había ninguna posibilidad de gobierno del PSOE, sino que además se daba por descontada la mayoría absoluta PP en todos los sondeos. El electorado que otras veces ha votado PSOE, así fuera sin entusiasmo, pero con la idea de frenar el avance la derecha, se dio el gusto de votar a otros partidos, con los que simpatiza y en un contexto de profundo cabreo con el PSOE. El voto se dispersó y fue a parar a IU, a UPyD, a partidos regionalistas y nacionalistas, como CiU, en Cataluña, el PNV, en el País Vasco, Compromís, en Comunidad Valenciana, etc". En estos estudios que maneja el PSOE se detecta, además, un detalle que admite un miembro del gobierno en funciones: "Hemos sufrido una fuga de votos, incluso hacia Amaiur, tanto en Navarra como en el País Vasco. Por chocante que parezca, lo tenemos muy estudiado".

El objetivo, en los próximos años, debe ser recuperar esos votos: los que se fueron al PP, pero también y muy especialmente los que recalaron en eso que en la jerga socialista ya llaman los "partidos gratis". Y, para ello, la familia socialista tiene ante sus ojos dos opciones: Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón. Uno de los dos, si no hay sorpresas de última hora, será el responsable de levantar la moral, reconstruir el discurso y recuperar las expectativas electorales del PSOE. Ambas opciones son claras y diferenciadas.

Alfredo Pérez Rubalcaba es un hombre inteligente y astuto, y garantiza, en palabras de un dirigente del PP vasco, "la estabilidad y la solvencia". De acuerdo con sus partidarios, Rubalcaba puede dirigir bien la estrategia del PSOE en la oposición y demostrar que "lo que Alfredo fue diciendo durante la campaña se va a ir cumpliendo y el PP acabará haciendo lo que se negó a admitir en campaña: recortes en áreas especialmene sensibles y subidas de impuestos". El dirigente socialista que suscribe esta predicción no cree que, con el PP, llegue el ansiado milagro económico. Y en esa circunstancia basa parte de la recuperación del PSOE, con Rubalcaba al frente. "Los ciudadanos acabarán por entender que, frente a esta crisis, más allá de algunos errores cometidos, el gobierno hizo lo que pudo, tratando de no lesionar el sistema social, y que el PP tampoco tiene la soución, por mucho que proclamase que sabía cómo salir de la crisis", añade

Para otro dirigente del PSOE, Carme Chacón es la "pulsión de cambio, necesario a juicio de muchos de los militantes que creen que la persona que ha cosechado el peor resultado de la historia del PSOE en democracia (en alusión a Rubalcaba) no puede ser, a su vez, el motor de la renovación, el cambio y la regeneración del PSOE".

La mayoría de los dirigentes consultados por cuartopoder.es opinan que Rubalcaba parte con ventaja en esta carrera por liderar el PSOE y que, cuanto antes se celebre el Congreso, más posibilidades tiene de ser el elegido. De hecho, Rubalcaba dispondrá de una ocasión de oro para postularse ante los ojos de sus correligionarios, si cuaja una buena actuación en el Parlamento, la próxima semana, durante la celebración del debate de investidura de Rajoy. Y eso, a un gran orador, como es Alfredo Pérez Rubalcaba, y excelente parlamentario, no debería suponerle ningún problema.

Pese a todo, hay quienes sostienen que, aunque el verbo y las buenas maneras parlamentarias de Rubalcaba le hagan brillar los próximos días 19 y 20 de diciembre, "no se puede poner un punto y seguido donde debe ir un punto y aparte", como afirma abiertamente un secretario general de una federación socialista. Este líder regional, sin embargo, asegura no tener decidido su voto. Solamente tiene claro lo que no votará. A saber: no votará a Rubalcaba, pero tampoco confirma que su voto vaya a parar a Chacón. Dice este dirigente socialista que prefiere esperar a ver cuáles son las opciones finales. Pero puntualiza que, de haber algún otro candidato que se sumase finalmente a la carrera por la secretaría general del PSOE, "debilitaría sin duda la opción de Chacón, porque dividiría el voto de quienes queremos un cambio profundo en el PSOE".

Los deleados que asistan al congreso de febrero del PSOE tendrán que elegir entre el cambio o la larga expriencia para su próxima travesía en la oposición y para tratar de preparar un nuevo asalto a la Moncloa. Rubalcaba es, por ahora, cuando todavía no hay siquiera candidatos oficiales, quien tiene, sobre el papel, más opciones de convertirse en el futuro líder del PSOE, pero su ventaja deja de ser tan nítida para uno de los miembors del Comité Federal del PSOE. Este notable socialista argumenta que "hay que tener en cuenta que casi todas las federaciones del PSOE van a llegar muy divididas al Congreso, pero es que, además, siendo el voto para elegir al secretario general individual y secreto, nadie puede dar nada por ganado...¡Y sino que le pregunten a Pepe Bono!". Efectivamente, nadie en la familila socialista ha olvidado la derrota de Bono por 9 votos en un Congreso que, aparentemente, iba a ser un paseo militar para él. Y quien lo tiene más presente es Rubalcaba, que fue su mano derecha en aquella aventura.

En la presente, son muchos los dirigentes socialistas que esperan que el tiempo y la crisis pongan al PP en su sitio a ojos de los ciudadanos, pero del nuevo líder esperan que recupere esos votos que se fueron también a lo que consideran "partidos gratis". Se trata de volver a convertir al PSOE en alternativa de gobierno, con opciones reales, y de decidir si quien puede lograrlo es Rubalcaba, o tal vez Chacón.