La crisis de la Familia Real planeó sobre la sesión constitutiva del Congreso

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Zapatero conversa, ayer, en el Congreso, con el diputado de Amaiur Errekondo, excompañero de Iñaki Urdangarin en la selección española de balonmano. / Juanjo Martín (Efe)

La sombra del yerno del jefe del Estado, Iñaki Urdangarín, al que la voz popular ha modificado una consonante del apellido y ahora llaman “Urmangarín”, planeó sobre la sesión constitutiva del Congreso de los Diputados. Quiso la edad que el presidente de la Mesa provisional fuera por segunda vez consecutiva el sevillano del PP Juan Manuel Albendea Pabón, de 74 años, voz arenosa y convicción monárquica hasta la médula. Año tras año, Albendea ha rechazado enérgicamente las enmiendas al Presupuesto del Estado que formulaban IU-ICV y ERC, solicitando el desglose y control de la asignación a la Casa del Rey. Ese dinero –que ha bajado de 10 a 8,4 millones de euros al año desde 2008 por culpa de la crisis– se entrega al Monarca y él lo distribuye entre su familia sin tener que dar cuentas a nadie.

En sus rifirrafes presupuestarios con Joan Tardá y Gaspar Llamazares, Albendea solía utilizar el argumento de que tenemos la Monarquía más barata y austera de Europa, y sacaba a relucir unas comparaciones muy periodísticas, según las cuales, a los suecos, los belgas, los ingleses… les cuesta entre diez y cincuenta veces más que a nosotros (18 céntimos de euro per cápita al año) el sostenimiento de sus casas reales. Las cuentas de Albendea tenían truco, pues no incluía los costes de las infraestructuras palatinas, los viajes, gastos de representación, las cenas de gala y otros dispendios que se distribuyen en los presupuestos de Presidencia, Exteriores y demás departamentos ministeriales y se hallan sometidos a control.

Como decía, al acendrado monárquico Albendea le tocó presidir la Mesa de edad con la que comenzó la X legislatura de la democracia, y no dudó en aprovechar la circunstancia para pedir a sus sorprendidas señorías que rindieran homenaje al Rey. Al oír sus palabras, la Cámara estalló en aplausos. Quien más quien menos entre los 349 diputados electos –faltó el de Amaiur por Navarra para permitir a sus compañeros vascos la constitución del grupo parlamentario con las condiciones que exige el reglamento– fue consciente en ese momento del disgusto del monarca por los embolsos dinerarios del yerno Urdangarín, residente en Washington por razones de trabajo, y oficialmente excluido unas horas antes de la Familia del Rey mediante un comunicado.

La eutrapélica iniciativa de Albendea no hizo ninguna gracia al coordinador de IU, Cayo Lara y a otros diputados de su grupo, que cuando llegó el momento de jurar o prometer la Constitución, lo hicieron añadiendo: “Sin renunciar a mi convicción republicana”. Los seis de Amaiur, los tres de ERC y los cinco del PNV –que se sumaron a la fórmula-, prometieron o juraron “por imperativo legal”. Para muchos diputados, el homenaje al monarca fue extemporáneo, ya que si la Cámara quiere mostrarle su aprecio tiene oportunidad de hacerlo dentro de unos días a través del nuevo presidente, Jesús Posada, cuando inaugure solemnemente la legislatura. En todo caso, el socialisa Alfredo Pérez Rubalcaba no dudó en manifestar en respuesta a los periodistas que su partido ha apoyado y apoyará a la Familia Real.

Se produjo además la paradoja abominable para las mentes bien pensantes de que mientras Mikel Errekondo, antiguo compañero de Urdangarín en la Selección Española de Balonmano, ocupó su escaño como representante del soberano por la coalición vasca Amaiur, la sombra del duque consorte de Palma entró de muy mala manera en el Congreso en boca de sus señorías, estimuladas por el monárquico Albendea. Y encima Errekondo y Zapatero se saludaron con una sonrisa de aprecio, como si fueran viejos conocidos. Lo son desde que el abertzale jugaba en el Ademar-León.

Por lo demás, la sesión constitutiva, que duró tres horas y pudo durar una si, como dijo Carles Campuzano, hubiesen colocado tres urnas en vez de realizar tres votaciones consecutivas en la misma urna –una para presidente: Jesús Posada (PP), otra para vicepresidentes: Celia Villalobos (PP), Javier Barrero (PSOE), Dolors Monserrat (PP) y Jordi Jané (CiU), y otra para secretarios: Ignacio Gil Lázaro (PP), Carmela Silva (PSOE), Teresa Cunillera (PSOE) y Santiago Cervera (PP)--, registró la protesta de Gaspar Llamazares por la exclusión de IU, tercera fuerza política en votos, del máximo órgano de dirección del legislativo.

5 Comments
  1. Muchoyo says

    Una paradoja histórica muy interesante: a unos los elige el soberano y otros sólo jugaron al balonmano y estudiaron técnicas de enriquecimiento fácil y rápido.

  2. Roberto says

    Mal asunto me parece eso de que el soberano tenga que defender al rey de sus familiares

  3. krollian says

    Bueno, ¿entonces el uso de los dineros de la Casa Real van a ser transparentes?

  4. Rinconga says

    Lo que yo me pregunto, ahora que está tan de moda el tiro al duque es: ¿y todo esto del mangante urdangarín no lo sabía nadie? Si andaba robando a calzón quitado a todas las administraciones públicas que se cruzaban a su paso, ¿nadie fue nunca a decirle a su suegro, o a un meddio de comunicación de esos que ahora lo masacran, mira lo que está haciendo este chorizo? No me lo creo.

  5. Tricolor says

    Os habéis fijado que cuellos más largos tienen esos pavos y gallitos de la monarquía?

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