La policía acorrala el derecho a la información

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Ofelia de Pablo *

Un antidisturbios aparta violentamente a un periodista que grababa el desalojo llevado a cabo por la Policía durante la madrugada del pasado día 14, en la Puerta del Sol. / Víctor Lerena (Efe)

Unos trescientos indignados se manifestaron el miércoles por la tarde en la Puerta del Sol con motivo de la subida de la prima de riesgo. Los participantes del 15M decidieron en la asamblea del lunes que si la escalada de desconfianza de los mercados subía a 500 puntos iban a coger sus cacerolas y manifestarse en Sol. Los actos, como los de los días anteriores relacionados con el aniversario del movimiento, se desarrollaron de forma pacífica. Tras una hora de cantos, pitidos y cacerolada los quincemayistas decidieron marchar hacia el Banco de España. Dos cordones policiales de  antidisturbios les cerraron el paso dejándoles literalmente encerrados. Los medios de comunicación que les acompañaba quedaron atrapados en el mismo círculo.

La tensión se mantuvo durante casi una hora mientras el círculo se estrechaba y los simpatizantes llegaban al otro lado del cerco, convocados desde las redes sociales. Hubo varias identificaciones de gente que salía por goteo temerosa de un carga pero al final la policía ofreció un pasillo de salida para los manifestantes a cambio de una disolución pacífica. Antes de que los indignados decidieran aceptar la oferta, el cordón policial que bloqueaba la entrada a Sol se disolvió. La gente feliz coreaba “Sí se puede” mientras corría  a abrazar a los otros indignados que les esperaban en Sol. “Se ha terminado el secuestro ciudadano”, gritaban algunos. Fue en ese momento cuando uno de los antidisturbios salió desde detrás del cordón policial que permanecía en la calle Alcalá, se dirigió hacia Javier Zurita, fotoperiodista de la Agencia alemana Laif, y, sin mediar palabra, le arrojó de un golpe la cámara al suelo.

Zurita que estaba fotografiando cómo unos antidisturbios discutían con unos manifestantes no le vio llegar por el lateral. “Me golpeó en la cámara a propósito para lanzarla contra el suelo, el objetivo se ha roto y la cámara está dañada”, recuerda el fotógrafo. El antidisturbios se marchó sin atender sus reclamaciones, los compañeros del policía cerraron filas e impidieron el paso de Zurita. El fotógrafo se dirigió al agresor, pero este desapareció entre la fila de compañeros que afirman no haber visto nada. “El policía no iba identificado pero había seis compañeros suyos que lo han visto todo”, asegura Zurita

El fotógrafo de la agencia alemana se dirigió a pedir explicaciones al jefe de los antidisturbios, y éste, muy correctamente, dijo no conocer la situación pero le pidió disculpas por cualquier posible incidente que hubiera podido ocurrir. “No es forma de actuar de la policía. Intentaré averiguar qué ha pasado, pero, claro, si no sabes quién ha sido no podemos hacer nada”. Otro policía preguntó: “¿Y no te cubren la cámara en la agencia?”. El fotógrafo no ha podido identificar al policía porque no llevaba número de placa. El jefe de los antidisturbios señala: “Esto ha podido ser una conducta puntual pero no es nuestra forma de proceder”

Javier Zurita se pregunta: “para no ser la forma de actuar de la policía no entiendo cómo esto se repite constantemente estos últimos días. Si hacen esto a la prensa, ¿qué no harán a la gente que encima no tiene tanta visibilidad? Si yo tengo que ir identificado y puedo ser juzgado si actúo mal, ¿por qué los antidisturbios no llevan visibles las identificaciones y así, si hay casos como me dicen “puntuales”, podemos denunciar a quién nos ha agredido?”

A poca distancia estaba otro fotoperiodista, Javier Bauluz, director de periodismohumano.com. quien comenta en un vídeo cómo fue increpado por los antidisturbios el pasado día 12, cuando desalojaban a los manifestantes de la Puerta del Sol. (minuto 3.35). Él afirma que estaba cubriendo la información del desalojo cuando la policía comenzó a empujarle: “Me dieron un golpe en la cara y en la espalda a pesar de haberme identificado como periodista. Me acusaron de estar cortando la Gran Vía. ¿Yo solo cortando la Gran Vía?”. Su agresión es una más que se suma a las que han sufrido más compañeros de prensa.

Algunos fotoperiodistas fueron expulsados literalmente de la Puerta del Sol el día del primer desalojo alegando que debían colocarse detrás del cordón policial. “Me llevaron a empujones hasta Callao porque se suponía que allí estaba el cordón policial, ¿Cómo voy a hacer fotos de lo que pasa en Sol si me empujan a diez minutos andando de lo que está sucediendo?”, declara uno de los reporteros. Y otro afirma: “la policía se condujo con violencia hacia nosotros obstaculizándonos el trabajo durante los desalojos a pesar de ir perfectamente identificados como prensa”

Bauluz está recogiendo pruebas de estos actos: “Estamos recopilando fotografías y vídeos, no se puede tratar así a la prensa que solo viene a hacer su trabajo”.

(*) Ofelia de Pablo es fotoperiodista.
11 Comments
  1. José says

    Hay que limpiar la policía de macarras y neonacis.En Democracia la polícía debe estar al servicio del pueblo y no de políticos y banqueros.

  2. José says

    Como ninguno va identificado (o casi ninguno) ¿no sería posible denunciar al cuerpo de policia ante algún tribunal europeo? Digo europeo pq ya intuyo qué pasaría (y está pasando) cunado se denuncia a la policía en un tribunal español.

  3. felix says

    llevamos intentàndolo desde hace treinta años,pero cada vez que llega el PP al Gobierno, se crecen y como las cucarachas,salen de sus agujeros

  4. aganimarx says

    Eso de que no van sin identificar no se lo cree ya nadie, yo sufrí esa circunstancia el día de la Huelga General delante de las cocheras de la EMT de Carabanchel, y el jefe del dispositivo no fué nada correcto, más bien bastante chulo. Me gustaría saber si sería tan chulo sin armas ni casco.

  5. MISTERX says

    y bastante poco os dan a los periodistuchos.

  6. destornillador says

    Esto no pasa ni en la Rusia de Putin y aquí es normal.

  7. Leandro says

    Me pregunto yo si ese señor sabe lo que significa «puntual». Algo puntual es, por ejemplo, tener la suerte de encontrate con un policía que sepa hacer algo más que cruzar los brazos, abrirse de piernas y poner los huevos por delante.

  8. Kanjat says

    : @david Te equivocas. Los zmiobs existen. Hay unos cuantos hilos en esta misma pe1gina donde podemos ver las primeras (y no tan primeras) fases de la enfermedad.Aparecen en algunos foros sin previo aviso, y los llenan de mensajes ortogre1ficamente reprobables y sinte1cticamente sin sentido.De hecho, los encontrare1s pidie9ndote un Ipod, contrate1ndote como sicario, o alguna otra calamidad. Y van asociados a ciertas palabras monf3tonas y repetitivas como escribir «que» con «k», decir H0ygan, o alguna cosa similar. No dicen afan «cereeeeeebros…» pero poco les falta.El estado avanzado del virus hace que se aglomeren en discotecas con gorras de visera y tomen sustancias quedmicas para alterar la realidad. Tienden a intentar morder (o agredir) a todo no infectado, ased que en dichos lugares una persona normal tiene una vida media de 10 minutos (O bien sale horrorizado o bien muere y se convierte en uno de ellos)La faltima y devastadora fase es la que vemos en lo que tfa llamas peledculas de serie B de zombies, y afortunadamente afan no ha llegado. Ya veremos quie9n se rede cuando entren unos 400 en tu casa y te muerdan la cabeza xDEn cuanto a la noticia, doy fe de que falta municif3n, y que sereda me1s pre1ctico un arma silenciada. Pero es un kit de cuerpo a cuerpo, y para todo aquel que sea:A) inmune al virus/infeccif3n/maldicif3n zombie y cachasB) un suicidaC) pobreEste1 me1s que bien. Yo me quedo con mi rifle con mira telescf3pica y mi carro blindado lleno de comida y con remolque lleno de gasolina. Para todo lo deme1s, Mastercard.Por cierto, oigo a alguien que araf1a mi puerta. Ahora salgo a ver quien es, luego os cuento…

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