Rajoy amaña con el director de 'ABC' una escapatoria ante las pruebas de Bárcenas

El presidente del Gobierno ni explica los presuntos sobresueldos ilegales que recibió del extesorero del PP Luis Bárcenas ni tiene la más mínima intención de dimitir. En una rueda de prensa tasada y tramposa [ver vídeo], Rajoy reconoció que Bárcenas le quiso chantajear, pero “el Estado de Derecho no admite chantajes”. Rajoy, que llevaba escrita la respuesta, amañó previamente la pregunta con el director de ABC.

La primera rueda de prensa del jefe del Gobierno después de que Bárcenas hiciera llegar al juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz el documento original de su contabilidad con los sobresueldos ilegales que cobraba Rajoy del dinero de la financiación paralela del partido y de que se conocieran los mensajes de teléfono móvil que intercambió con el procesado antes de que saliera a la luz su fortuna en Suiza, se convirtió en un escándalo que permite evaluar hasta qué punto el presidente está tocado.

Como ocurre siempre que el presidente comparece con sus colegas internacionales –con el presidente polaco, Donald Tusk, en este caso--, las ruedas de prensa se limitan a cuatro preguntas, dos de los periodistas extranjeros y dos de los españoles. Estos acuerdan el contenido de las preguntas y designan a dos para formularlas. En este caso, el contenido estaba claro [textualidad de las preguntas, en PDF].

La encargada de hacer la primera pregunta era Marisa Cruz, periodista de El Mundo, el periódico que ha publicado la documentación original y los SMS que se intercambiaron el extesorero y el presidente. La segunda pregunta corría a cargo del representante de la agencia Efe, José Miguel Blanco. Los periodistas transmitieron los nombres de los que iban a preguntar a los responsables de Comunicación de La Moncloa. Sin embargo, el presidente prefirió la prensa servil y, ante el asombro de los informadores, dio la palabra al representante del ABC, Mariano Calleja, quien le preguntó si se sentía chantajeado por el señor Bárcenas. Cuando, al finalizar la comparecencia, preguntaron a ese informador por qué no había respetado el acuerdo, del que, por cierto, se mostró huidizo, contestó que su director Bieito Rubido le había dictado la pregunta y él se debía a su periódico.

De este modo quedó claro que Rajoy eligió al periodista que debía formular la pregunta previamente acordada con el director del periódico mencionado. Por toda explicación, la secretaria de Estado de Comunicación les dijo que había sido “un error”. El presidente, que llevaba la respuesta a la pregunta del “chantaje” convenientemente preparada, repitió hasta tres veces que “el Estado de Derecho no se somete a chantaje” y señaló que los SMS que se publicaron el domingo entre él y Bárcenas “lo único que hacen es ratificar que el Estado de Derecho no se somete a chantaje, que la policía, los jueces, los fiscales y los agentes de la Agencia Tributaria (que investigan la trama Gürtel-Bárcenas) no se someten al chantaje”.

Rajoy, que vestía un traje azul a rayas muy parecido a los que utiliza su extesorero, que pidió declarar vestido con traje y no con ropa carcelaria, aseguró que “no se ha producido ni se está produciendo ni se va a producir ningún tipo de indicación a la justicia”. Con ello quiso salir al paso de la información publicada ayer, según la cual, dos abogados de la trama Gurtel habrían hecho llegar a Bárcenas sendas ofertas de pacto en nombre de Rajoy para que mantuviera silencio sobre las finanzas ilegales del PP y los sobresueldos a cambio de librar a su mujer de la cárcel, de la anulación del proceso y la destitución del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón. Como se sabe, el titular de Justicia tuvo en su departamento desde diciembre hasta mediados de enero los resultados de la comisión rogatoria sobre la fortuna de Bárcenas en Suiza. Y así como el responsable de Hacienda, Cristobal Montoro, le facilitó la amnistía o regularización fiscal secreta para esquivar el delito, Gallardón no maniobró convenientemente.

Para intentar demostrar que no ha movido un dedo por el “delincuente Bárcenas” (el entrecomillado es del portavoz Alfonso Alonso en el Congreso), Rajoy dijo que “los jueces, los fiscales, los policías y los agentes tributarios son los mismos de antes de este Gobierno”. Al no existir posibilidad de repregunta, queda la duda de si el presidente entiende que el juez Antonio Pedreira --que exculpó a Bárcenas-- y el juez Pablo Ruz, que instruye el caso y sobre el que también recae la supuesta gran estafa de Pescanova, son la misma persona.

Rajoy, que se remitió a su declaración del 3 de febrero a través del plasma en la sede del PP –entonces negó que hubiera cobrado sobresueldos de dinero negro-- y al debate sobre el estado de la nación, se negó a dar la más mínima explicación sobre las últimas revelaciones del extesorero porque “no se le puede pedir a un presidente de Gobierno que desmienta un día sí y otro también todas las informaciones interesadas y las declaraciones que se hacen. No voy a entrar”. Sobre las peticiones de explicación y las solicitudes de dimisión que ha formulado la mayoría de la oposición, así como la eventual moción de censura y la ruptura de relaciones que ha anunciado el dirigente del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, se limitó a decir que “ellos sabrán, la oposición es libre”. Y se envolvió en el saneamiento económico y la estabilidad política para reiterar que no piensa dimitir. “Aquí hay un Gobierno estable que va a cumplir con sus obligaciones y yo voy a cumplir el mandato”, concluyó.