En el PSOE creen que Griñán le ha dejado a Rubalcaba la «herencia envenenada» de Susana Díaz

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Alfredo Pérez Rubalcaba y Susana Díaz, el pasado jueves, tras el encuentro que mantuvieron en la sede socialista de Ferraz. / J. J. Guillén (Efe)
Rubalcaba y Susana Díaz, el pasado jueves, tras el encuentro que mantuvieron en la sede socialista. / J. J. Guillén (Efe)

Lo dicen destacados socialistas no sólo andaluces, también del resto de España. Y es la comidilla en el Congreso de los Diputados. Lo que le ha dejado Griñán a Rubalcaba eligiendo a Susana Díaz es, aseguran, “una herencia envenenada”. Quienes lo afirman consideran que la ya presidenta andaluza va a hacer una política propia, no la marcada por la dirección federal, y ponen como muestra el reciente pacto contra la corrupción que le ha ofrecido a Mariano Rajoy, de cuyo contenido informó al secretario general 24 horas antes de reunirse con el presidente.

Un pacto que la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría se apresuró a tener en cuenta aunque abriéndolo al resto de autonomías y recordando que ya lo planteó hace unas semanas en el Parlamento, a petición de Rajoy. Eso sí, sin conseguir apoyos concretos de nadie de momento. Pero en Moncloa aseguran que el buen recibimiento dado por Rajoy a la propuesta y la buena disposición a dialogar con la presidenta andaluz obedecen a una estrategia, la de seguir hincando el diente en la yugular del líder del PSOE acentuando las luchas por la sucesión y alimentando la idea de que no manda en su partido. Pero lo cierto es que, cuando Sáenz de Santamaría propuso el acuerdo de regeneración democrática, Alfredo Pérez Rubalcaba dijo que no era el momento porque lo importante es que el PP "aclare su responsabilidad" en todo lo referido al caso Bárcenas. Algo que Díaz no parece haber tenido en cuenta. Y, significativamente, fue algo a lo que Díaz no le prestó ni la mínima atención por más que haya señalado que si algunos ven su propuesta a Rajoy sobre un pacto por la regeneración política y la lucha contra la corrupción como una posibilidad "para buscar una grieta" del PSOE se equivocan.

Para ella, su posición de oferta de pacto no es incompatible con la de Alfredo Pérez Rubalcaba de romper con el gobierno de Rajoy precisamente por la corrupción. Pero incluso en eso marcó distancias al asegurar: “Yo no vengo aquí a hacer la sesión de control, no me meto en las competencias de Rubalcaba, pero las posiciones son compatibles”.

Las fuentes socialistas consultadas sobre la relación entre Rubalcaba y Díaz aseguran que nadie se fía de las declaraciones oficiales que hacen unos y otros porque cada uno va a lo suyo. En el seno del PSOE, pocos creen a la dirección de Ferraz cuando asegura que Díaz no es un problema y que la hoja de ruta sigue siendo la misma y menos a Díaz cuando afirma que Rubalcaba no debe temerla “en absoluto” y que desde que salió elegido secretario general, aunque ella hizo todo lo posible para que no saliera, está arrimando el hombro. “Eso que dice Díaz de que es todo menos un verso suelto no se lo cree ni ella”, asegura un destacado diputado socialista que ve con simpatía que también haya marcado distancias vehemente sobre el derecho a decidir de los catalanes que propone el PSC. Un asunto en el que los oficialistas recuerdan que el PSOE tampoco está de acuerdo con el PSC en eso, pero en el que muchos cuadros no ven una posición dura de distanciamiento por parte de Rubalcaba.

La intensa agenda nacional que ha desarrollado Díaz desde que es presidenta también es un motivo de desconfianza en Ferraz, aunque nadie, oficialmente, lo manifieste. Pero muchos están convencidos de que la presidenta andaluza tiene su propia hoja de ruta y no sólo para Andalucía. Como ejemplo, ponen el rechazo de la sugerencia de Rubalcaba a que presidiese la Conferencia Política que va a celebrar el PSOE del 8 al 10 de noviembre. Según sus allegados, lo hace porque no quiere verse atrapada por un papel arbitral y pretende jugar fuerte con iniciativas propias del PSOE andaluz que de seguro chocarán con las oficiales en las cuatro comisiones de debate porque irán en la línea de las propuestas defendidas por los críticos en el Congreso de Sevilla, donde la ahora presidenta andaluza jugó a tope a favor de Carme Chacón. Sobre todo, iniciativas en el modelo de partido y, singularmente, sobre el modo –y puede que sobre los tiempos– en que deberán celebrarse las primarias tanto para la presidencia del Gobierno como para las autonomías o los grandes ayuntamientos. Díaz, de seguro, va a tener muy en cuenta que lo que se apruebe condicionará, y mucho, el Congreso del PSOE andaluz que se celebra dos semanas después de la conferencia.

1 Comment
  1. Lucas says

    Es tan estúpido y estupidizante pactar con un corrupto contra la corrupción como con los mafiosos contra la mafia.

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