Choque de ‘aparatos’ para elegir al nuevo líder del PSOE y controlar la dirección

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Pedro Sánchez, candidato a la secretaría general del PSOE, habla por teléfono, ayer, en el Congreso. / Javier Lizón (Efe)

Sumidos en la mayor crisis electoral y de desafección de los ciudadanos desde la restauración democrática, hace 35 años, los veteranos dirigentes del PSOE, comenzando por el expresidente Felipe González y siguiendo por su hombre de máxima confianza, Alfredo Pérez Rubalcaba, han visto contrariados sus planes sobre el nuevo liderazgo del partido. A pocas horas de que el viernes comience la recogida de avales o 10.000 firmas de los militantes para plantear candidaturas, algunos se lo piensan y lo único cierto es que hoy presentará su opción el diputado por Madrid y profesor de Economía, de 42 años, Pedro Sánchez Pérez-Castejón, y el viernes lo hará Eduardo Madina, secretario general del grupo parlamentario. El profesor de la Universidad de Granada, José Antonio Pérez Tapias, concurrirá con el apoyo de Izquierda Socialista.

En el proceso crítico que vive el PSOE –ayer dimitió el primer secretario del PSC, Pere Navarro-- no sólo pesan los “pésimos” resultados de los comicios europeos del 25 de mayo, en los que Rubalcaba quemó las naves con Elena Valenciano de mascarón de proa, sino también algunas cuentas pendientes y una lucha sorda y larvada entre los aparatos de Ferraz y la dirección del partido en Andalucía y en Madrid. La falta de sintonía entre Rubalcaba y los dirigentes andaluces que en su día apoyaron a Carme Chacón, ha hecho imposible la solución de compromiso de Susana Díaz, por la que apostaban algunos barones.

El propio Rubalcaba dinamitó esa opción al aceptar la exigencia de Eduardo Madina de “democracia directa” para elegir al secretario general. La fórmula de “un militante un voto” no era precisamente la que prefería Díaz, que desde el primer momento recabó unanimidad y cierre de filas. Finalmente, el martes despejó el camino al anunciar que no concurriría a la secretaría general en las elecciones internas que tendrán lugar el 13 de julio.

Con su opción, la dirección de Ferraz también ha asestado un golpe definitivo a las aspiraciones de primarias abiertas a todos los ciudadanos que reclamaba Carme Chacón. En el PSOE pocos dudan de que el secretario general que elijan los militantes será candidato a la presidencia del Gobierno en las elecciones generales de finales de 2015. Dicho sea de paso, ni González ni otros miembros de la vieja guardia eran partidarios de primarias y bicefalias.

El primer plan sucesorio de Rubalcaba pasaba por Patxi López, quien fue el primero en anunciar su dimisión como secretario general del PSE-EE tras los malos resultados del 25M. Pero la decisión de someter la elección al veredicto directo de las bases, enfrió su expectativa y decidió mantenerse en segundo plano para no competir con Madina. Nadie en el partido en el País Vasco, no sobrado de cuadros, entendería la disputa y el forcejeo por el voto entre ambos dirigentes, de modo que el exlendakari ha confirmado que no competirá por la secretaría general.

Esto no quiere decir que López no esté disponible para una responsabilidad fuerte en la nueva dirección que salga del congreso extraordinario de finales de julio. Y consciente de que “gane quien gane”, Andalucía será decisiva en el congreso extraordinario para configurar el comité federal y la nueva dirección, no ha ocultado su deseo de lograr el mayor grado posible de entendimiento con Díaz. López aparece como el mejor apoyo con el que podrá contar el nuevo secretario general, y un puente sólido con la vieja guardia felipista.

Los movimientos internos son muy fluidos y algunos notables han lanzado sus globos sonda, de modo que no hay que descartar figuras como el exministro de Justicia y eurodiputado, Juan Fernando López Aguilar, no precisamente afecto al aparato de Ferraz, y, en sentido contrario, a Soraya Rodríguez Ramos, portavoz en el Congreso y exsecretaria de Estado de Cooperación. El candidato menos conocido, Pedro Sánchez, aparece en principio como el más firme contrincante de Madina. En los últimos siete meses ha recorrido decenas de agrupaciones en toda España y explicado sus planteamientos contra la crisis y el paro a miles de afiliados. Hoy anunciará su opción en la agrupación de Alcorcón (Madrid).

Los precandidatos comenzarán la recogida de firmas el viernes y serán proclamados el 28 de junio. Los avales serán el primer barómetro sobre las posibilidades de cada uno. En Madrid, el joven sociólogo Alberto Sotillos, hijo del periodista y exportavoz del primer Gobierno de González, Eduardo Sotillos, ha anunciado su opción al frente de un colectivo de militantes de base.

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