Ximo Puig: “Después del 24M vendrá otro tiempo para el PSOE”
Cristina S. Barbarroja *
Le ha tocado ser el anfitrión de la primera gran cita del PSOE tras la primera gran crisis del todavía secretario general. Valencia será este fin de semana sede de la Conferencia Autonómica con la que el socialismo da el pistoletazo de salida para las elecciones del 24M. Y aunque la convocatoria, como antes las andaluzas, bien merece la paz interna, a nadie se le escapa que la calma del PSOE es sólo una tregua con fecha de caducidad.
“Ha habido turbulencias” reconoce Ximo Puig que advierte de que “la rendición de cuentas llegara”. Pero lo primero es lo primero, más para uno de los barones socialistas con posibilidades ciertas de arrebatar en mayo un gobierno autonómico al PP… pacto con Podemos mediante si es menester. Y no dice “no” a ese acuerdo el secretario general del PSPV…
— Anfitrión de la Conferencia Autonómica del PSOE ¿Le doy la enhorabuena?
— Estamos muy contentos porque el PSOE está muy comprometido con la Comunidad Valenciana, paradigma de la corrupción, el despilfarro y la mala gestión en los últimos años. Los socialistas apostamos por la verdad de la gente, que no tiene nada que ver con su Gobierno. Por tanto, estoy muy contento de que el PSOE priorice la Comunidad Valenciana en su acción política.
— Mi duda tiene que ver con el seísmo interno de la semana pasada…
— No lo calificaría de seísmo. Si acaso un terremotillo de baja intensidad. Nuestro partido es muy sensible a cualquier movimiento o situación. Pero, de verdad, no tiene gran profundidad.
— Pero vendrán réplicas ¿Van a ser ustedes capaces de mantener la calma?
— Estamos todos juntos, de verdad. Tenemos una gran prioridad que es ofertar a los ciudadanos una propuesta realista para sus problemas; una propuesta que signifique un cambio seguro, de verdad, y eso exige la máxima concentración en el trabajo político que tenemos que desarrollar. Todo lo demás sería una gravísima irresponsabilidad y yo no veo a nadie que esté en otra órbita.
— Eso tiene una fecha de caducidad: el 24 de mayo.
| "Después del 24M tendremos que analizar lo que haya pasado y plantearnos el nuevo reto de las elecciones generales" |
— Después del 24 tendremos que analizar lo que haya pasado y plantearnos el nuevo reto que son las elecciones generales. Pero, en un mundo en el que de un día para otro cambian tanto las cosas –la recuperación, el precio del petróleo..., si no sabemos lo que va a pasar la semana que viene– ponernos a hablar de lo que va a pasar después del 24… Ahora, lo primero de lo primero es el 22 de marzo en Andalucía, que es el gran reto del PSOE en este momento. A partir de ahí, autonómicas y locales y después… después vendrá otro tiempo.
— Le planteo un par de escenarios para ese tiempo nuevo. Susana Díaz obtiene un excelente resultado el 22M y el 24M el PSOE obtiene mejores resultados de los esperados ¿De quién será responsabilidad?
— ¡De todos, faltaría más! Si las cosas le van bien a Susana Díaz, le van bien al PSOE y le van bien a España. Cada uno puede hacer la lectura que quiera, pero si salen bien las cosas todos somos corresponsables y, si salen mal, también.
— ¿O sea, que si el PSOE se hunde el 24M la culpa también será de todos?
— Claro. Aunque eso de la culpa es muy cristiano. La responsabilidad me gusta más (risas).
— Entiendo que no es momento porque les hace daño el “ruido” del que hablaba Pedro Sánchez, pero cuando el río suena…. Como miembro de la Ejecutiva, dígame qué no ha hecho bien el secretario general para que se le cuestione.
— Yo creo que un cuestionamiento general del secretario general no hay. Puede haber cuestionamiento de acciones concretas, pero no general.
— ¿Qué se cuestiona en concreto?
— La rendición de cuentas llegará, llegará en los comités federales y, después, en el Congreso. Y ahí se analizará todo, pero no podemos estar en un ejercicio de rendición de cuentas permanente. Puede parecer una contradicción, pero nosotros tenemos que evaluar lo que hacemos cada día y tomar medidas para mejorar, pero no podemos estar volviendo a empezar cada 24 horas.
| "Puede haber disafunciones entre Ferraz y las federaciones, y de hecho las ha habido, pero no es un seísmo, son solo turbulencias" |
— Le digo una de las quejas: que Ferraz no está contando con las federaciones (no sé si incluye a la valenciana).
— Puede haber desajustes en un momento determinado, en alguna cuestión, en alguna decisión. Pero el secretario general tiene la voluntad de contar con todo el mundo y, de hecho, en el Consejo Territorial se aprobaron las reglas del juego. Puede haber disfunciones, y de hecho las ha habido, pero no es un seísmo, son sólo turbulencias.
— Está usted firme ante las citas con las urnas. ¿Se ve president de la Generalitat?
— Voy a trabajar denodadamente para ello. Los socialistas valencianos vamos a presentar la propuesta más potente de cambio para la situación de emergencia que vive la Comunidad Valenciana. En 20 años ha perdido casi 10 puntos de renta per cápita, ha sido paradigma de la corrupción, la acción política del PP dinamitó todo su sistema financiero. Es decir, que hay motivos más que suficientes como para que haya un cambio en profundidad y pasemos página. Y mientras el PP no llegue a la oposición no podemos pasar página de esa agenda que hoy está ligada a la corrupción y que, de alguna manera, desmoraliza al conjunto de los ciudadanos de la comunidad.
En estos momentos se necesita un partido fuerte, con un liderazgo fuerte, capaz de hacer frente a una situación de emergencia. La Comunidad Valenciana tiene además una gravísima situación económica: es la más endeudada en relación al PIB de España y hay que afrontar un cambio en el modelo de financiación, una nueva relación económica con España… Todo eso exige un partido serio, potente y capaz de llevarlo a cabo.
— ¿Qué le dicen las encuestas internas?
— No tenemos ninguna encuesta ahora, pero sabemos que hay una decisión ya tomada por los valencianos: más del 75% de la población quiere que haya cambio en la Comunidad Valenciana. Es muy poca la gente que quiere que continúe el PP, cosa que parece bastante lógica. Por tanto: cambio va a haber; ahora se trata de saber qué cambio. Y nosotros ofrecemos un cambio seguro, un cambio lo más estable posible para producir las reformas que necesita la Comunidad Valenciana y con la fortaleza necesaria para negociar con el Gobierno de España.
— ¿Echará mano de Podemos si es necesario?
— Vamos a estar hasta el último momento luchando por ser la primera fuerza política de la Comunidad Valenciana, porque es lo que le conviene. No le conviene inestabilidad en un momento en el que es necesario un liderazgo potente. Por tanto: yo voy a luchar por eso. Cambio va a haber y será el cambio que quieran los ciudadanos. Una vez producidas las elecciones, tendremos que ponernos de acuerdo para formar un gobierno con unas actuaciones determinadas. Yo, hasta este momento, no sé ninguna idea de Podemos en la Comunidad Valenciana y, por tanto, es imposible saber qué va a pasar.
| "No digo que no a Podemos. Lo que digo es que no conozco ninguna idea de Podemos para la Comunidad Valenciana" |
— No dice que “no”.
— No digo que no. Lo que digo es lo que he dicho. Y lo que digo es que no va a haber ningún acuerdo de gobierno con el PP. No lo va a haber porque es necesario pasar página. La Comunidad Valenciana necesita una alternancia higiénica, que se abran las puertas y se acabe con la corrupción masiva que hemos sufrido. Porque no ha sido un caso: no es el caso Nóos, el caso Fabra, el caso Gürtel o el caso Brugal. No. Es el caso PP porque de los anteriores se ha terminado beneficiando de una forma directa o indirecta el Partido Popular.
Y no sólo por la corrupción; también por la mala gestión y el despilfarro es imprescindible que el PP pase a la oposición. A partir de ahí, nosotros tenemos un programa serio para sacar este país adelante. Y se puede sacar. En este momento estamos haciendo una consulta pública con la ciudadanía para recoger el feedback a nuestras propuestas para el programa de gobierno. Se hará una conferencia política formada al 50% por los órganos del PSPV y el 50% de personas ajenas a la dirección.
— Se ha ido por las ramas. Vuelvo a los pactos de gobierno y le pregunto ¿tendrá usted el beneplácito de Pedro Sánchez para pactar con lo que él llama “populismos”?
– Populistas hay en todos los partidos (risas). Pero mire: si la política real de cada día es impredecible, imagínese la política-ficción.
— ¿Tendría el beneplácito de Susana Díaz? ¿Ha hablado con ella sobre su política de pactos?
— No. Las turbulencias, la volatilidad que existe en este momento en el mercado político español, por decirlo de alguna manera, es de tal intensidad que lo que hay que hacer es ver qué va pasando. En menos de dos meses tenemos un experimento real: las elecciones andaluzas. Y dos meses más tarde las autonómicas, o sea que…
— Por cierto, al encuentro en casa de Bono con Iglesias y Errejón no lo invitaron...
— No (risas).
— ¿Si lo hubieran invitado, habría ido?
— Pues no lo sé, no me lo he planteado. Lo que sí digo sobre esta cuestión es que no hay que satanizar el diálogo. Otra cosa es que creo que hay que informar al secretario general, que hay que tener una comunicación adecuada –también es verdad que aquella fue una reunión muy del ámbito privado- pero creo que lo fundamental es mantener el diálogo con todos los partidos. La política española, si adolece de algo es de diálogo. El diálogo forma parte de la renovación ética que necesita esta sociedad.
— Hágame una valoración de la victoria de Syriza en Grecia.
— Es la respuesta a unas políticas profundamente equivocadas de Europa y es una respuesta proporcional al despropósito de la troika.
— ¿Y la caída del PASOK? ¿No es el PSOE el PASOK?
— Ni España es Grecia, ni el PSOE es el PASOK. Para empezar porque en España es inimaginable un gobierno sin mujeres. Aunque lo más grave sobre este asunto es que, de todo lo que he escuchado, allí a nadie le parece eso mal. España tiene un nivel de calidad democrática mucho mayor, a pesar de lo mal que estamos en otras muchas cosas. En cuanto al PASOK… ha cometido muchos errores. El principal: haber pactado con la derecha.
