La opacidad marca las negociaciones cruzadas de Rajoy, Sánchez, Iglesias y Rivera

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Pablo Iglesias, el pasado 31 de mayo, durante un acto celebrado en Toledo. / Ismael Herrero
Pablo Iglesias, el pasado 31 de mayo, durante un acto celebrado en Toledo. / Ismael Herrero

El cruce de reuniones entre los líderes de las principales fuerzas políticas, cara a la formación de los gobiernos de los ayuntamientos y las autonomías del régimen común, ofrece ya un resultado tangible: la opacidad. El presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, almorzó el martes en La Moncloa con el presidente de Ciudadanos (C's), Albert Rivera; ayer lo hizo con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y próximamente recibirá al de Podemos, Pablo Iglesias. A su vez, Sánchez se reunió el martes con Rivera y ayer lo hizo con Iglesias. Paralelamente, Iglesias se ha reunido con los dirigentes de otras fuerzas territoriales con las que es posible pactar para gobernar.

Las consabidas escenas de periodistas intentando saber quién se reúne con quién, donde y a qué hora, han vuelto al primer plano como si la información sobre la forma y los contenidos de la negociación fuera “materia clasificada” y los ciudadanos no tuvieran derecho a conocer el color, el talento y el talante de los gobernantes más cercanos. Y lo que es más importante, las políticas que van a aplicar. De los acuerdos entre el PSOE y Podemos dependen los nuevos gobiernos en Extremadura, Castilla-La Mancha, la Comunidad Valenciana, Aragón, Baleares y los ayuntamiento de Madrid, A Coruña, Santiago de Compostela y Cádiz, entre otros. C's es clave en la Comunidad de Madrid y en varias ciudades de Castilla-La Mancha.

Sobre la opacidad de las negociaciones vale señalar que al presidente Rajoy le disgustan los periodistas. Prefiere el plasma y los portavoces de turno --Carlos Floriano en la noche electoral-- cuando no le interesa dar la cara. Lo suyo es el folio con letra del cuerpo 20 y la discreción incluso cuando se trata de recibir a magnates e inversores de tanto postín como el patrón de Las Vegas, Samuel Adelson. No resulta extraño, por tanto, que ni desde el PP ni desde La Moncloa convoquen a los periodistas para informar de las negociaciones que se traen entre manos para formar gobiernos.

El encuentro Rajoy-Rivera duró tres horas. Vale suponer, sólo suponer, que Rajoy pidiera el apoyo de C's para mantener el Gobierno de la Comunidad de Madrid. Pero ninguno de los dos dirigentes ha informado de la negociación. El mensaje conocido de Rajoy es su apuesta por “la estabilidad”, como si los demás partidos apostaran por la “inestabilidad”. El encuentro Rajoy-Sánchez del miércoles duró 90 minutos y el del PSOE le trasladó la resolución del Comité Federal, contraria a cualquier acuerdo con el PP que, desde luego, ha demostrado en Andalucía cuánto le importa la estabilidad. Algunas fuentes dijeron que en la conversación estuvo presente la fecha electoral, la segunda o tercera semana de noviembre.

De Sánchez se esperaba una actitud informativa más acorde con la transparencia de la que hace gala desde que accedió al liderazgo del partido. Sin embargo, no ha sido así. Horas después de que los informadores asistieran en la sede de la calle de Ferraz a la rueda de prensa en la que Sánchez presentó el decálogo “para un cambio seguro”, se enteraron de que estaba reunido con Rajoy en un almuerzo a punto de finalizar. Sánchez no informó de su cita en La Moncloa, con lo que la transparencia de su agenda pública ha quedado en entredicho.

El dirigente socialista, que tampoco informó del contenido de su conversación con Rivera, si bien obtuvo una impresión favorable al eventual apoyo de C's a Ángel Gabilondo como presidente de la Comunidad de Madrid, también evitó desvelar el lugar de la cita con Iglesias, “en terreno neutral”, dijo. Tanto el PSOE como Podemos han acordado no formar parte de los gobiernos donde no han tenido mayoría, aunque la suma de sus votos será imprescindible para elegir a los alcaldes el próximo 13 de junio.

En cualquier caso, el valor de la transparencia no ha salido lo que se dice fortalecido del último del cara a cara Sánchez-Iglesias. Eso sí, Podemos informaba pasada esta media noche, a través de una nota de prensa, que el formato de la reunión ha sido una "cena cordial" y que ambos líderes han coincidido en que el protagonismo y la dirección de las negociaciones para la formación de gobiernos autonómicos y municipales "corresponde a los dirigentes regionales de sus partidos".

Según la nota de prensa, ambos han conversado acerca de Europa y de España, poniendo sobre la mesa "las cosas en las que coinciden y las diferencias”. Entre otros temas, la conversación ha girado en torno a la necesidad de regeneración democrática o a la importancia de las políticas de derechos sociales.  Y como dirían en un célebre concurso de la tele de hace varias décadas: "Hasta ahí puedo leer"... La nota precisa, eso sí, que Iglesias y Sánchez han dedicado unos minutos a departir sobre una afición común, el baloncesto, y que "han intercambiado impresiones sobre las finales de la NBA que se celebrarán en los próximos días. Y hablaron también de Estudiantes, pero no de las becas o de las tasas universitarias, sino de los partidos del equipo colegial allá por los años 80.

De Iglesias y Rivera, los dirigentes de los dos partidos emergentes, se esperaba una nueva actitud informativa sobre la forma y los contenidos de unas conversaciones que aunque solo hayan servido para romper el hielo no pueden considerarse “privadas” porque no estamos ante unos amigos que quedan para hablar a la hora de la comida o de la cena, sino ante unos dirigentes políticos que negocian con los votos de los ciudadanos y han de decidir cómo interpretan y utilizan el mandato de las urnas.

Frente al tobogán de la política nicomédica (por detrás) por el que ya se deslizan los que anteayer prometían la máxima transparencia, hay ejemplos en sus partidos que ridiculizan su opacidad, como la difusión por Internet de la primera reunión negociadora entre el PSOE y Podemos en Extremadura  (vídeo) o la transmisión en directo, a través de Youtube, de la negociación entre Podemos y C's en el Ayuntamiento de Zaragoza.

Guillermo Vara (YouTube)
2 Comments
  1. juanjo says

    A mediados de mayo, Luis Marcos, secretario de organización del PCAS (Partido Castellano) manifestó en una rueda de prensa, que había presentado en la Fiscalía de Burgos una denuncia contra el alcalde de Caleruega, JOSÉ IGNACIO DELGADO, desde hacía muchos años cabeza de dicho PCAS en la Ribera del Duero, el cual en las elecciones del pasado 24 encabezaba las lista de CIUDADANOS, por Burgos, a las Cortes de Castilla y León. …Salió elegido.
    ..
    Igualmente, no es poca la cantidad de individuos procedentes del citado PARTIDO NACIONALISTA CASTELLANO que figuraban en las listas de CIUDADANOS. Y, por supuesto, también los había del PP y similares

  2. Piedra says

    –¿que tal todo?
    –Pues ya lo ves.
    –¿Por lo demás bien?
    –Ya te digo

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