"Seguiremos dos reglas: comprar lo hecho en EEUU y contratar estadounidenses"

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Agencia Efe (Youtube)
Actualización de las 22:55 con información sobre altercados y detenidos en Washington.

"Reconstruiremos nuestro país con manos americanas y mano de obra estadounidense. Seguiremos dos reglas simples: comprar productos lo hecho en EEUU y contratar a estadounidenses", esta es la fórmula que ayer propuso Donald Trump a las cerca de un millón de personas concentradas frente al Capitolio de Washington, para asistir a la toma de posesión del 45º presidente del país.

En un discurso de algo más de 16 minutos y de marcado tono populista, el nuevo inquilino de la Casa Blanca desgranó sus ideas con una retórica más propia de un mitin electoral que de la solemnidad que el momento requería. Y dijo a los allí concentrado lo que querían oír: que viven peor porque los políticos de Washington les han robado. La pesadilla de todos los ciudadanos del Medio Oeste y del sur profundo, el llamado Cinturón de la Biblia. Y les aseguró que él tiene la respuesta: devolver el poder al pueblo

"Durante demasiado tiempo, un pequeño grupo en la capital de nuestra nación ha cosechado las recompensas del gobierno, mientras que a la gente le ha correspondido afrontar el coste.Washington florecía, pero el pueblo no compartía esa riqueza. Los políticos prosperaban, pero los puestos de trabajo se iban y las fábricas cerraban. El establishment se protegía a sí mismo, pero no a los ciudadanos. Sus victorias no han sido vuestras victorias. Sus triunfos no han sido vuestros triunfos", afirmó entre vítores y aplausos.

"Devolver el poder al pueblo"

"Todo esto cambiará aquí y ahora. Este es tu momento, tu día, tu celebración. Te pertenece", dijo, antes de agregar: "Hoy no estamos simplemente transfiriendo poder de una administración a otra o de un partido a otro. Estamos transfiriendo el poder de Washington y devolviéndoselo al pueblo. Lo que realmente importa no es qué partido controla nuestro gobierno, sino que nuestro gobierno sea controlado por el pueblo. El 20 de enero de 2017 será recordado como el día en que los estadounidenses volvieron a dirigir los destinos de esta nación", dijo retomando así el ideario de Thomas Jefferson, tercer presidente de Estados Unidos y unos de los más admirados padres fundadores.

Y alentó a los más desfavorecidos: "Los hombres y mujeres olvidados de nuestro país no volverán a ser olvidados (...) Formáis parte de un movimiento histórico como el mundo nunca antes ha visto. Y en el centro de este movimiento, una convicción crucial: que una nación existe para servir a sus ciudadanos", darles buenas escuelas, vecindarios seguros y buenos empleo, "pero para muchos la realidad es muy diferente", bolsas de pobreza, trabajos lejanos, un sistema educativo elitista y el crimen y las drogas"que han robado demasiadas vidas y han privado a nuestro país de tanto potencial. Esta masacre se detiene aquí y ahora. Somos una nación y su dolor es nuestro dolor. Compartimos un corazón, un hogar y un destino glorioso".

Y de aquí saltó a las medidas proteccionistas, otra de sus ideas-fuerza. Tras señalar que durante décadas Estados Unidos ha enriquecido y financiado a otros países, a otros ejércitos y a empresas foráneas, en detrimento de las propias, afirmó: "Hemos hecho ricos a otros países, mientras  que la riqueza, la fuerza y la confianza de nuestra nación se han disipado en el horizonte", dejando atrás pobreza y desempleo. "La riqueza de nuestra clase media ha sido arrancada a sus hogares y distribuida por todo el mundo, pero esto ya es pasado y ahora sólo miramos al futuro".

"Estados Unidos primero"

Por eso, "a partir de este día, una nueva visión gobernará nuestra tierra: Estados Unidos ante todo, Estados Unidos primero. Toda nuestra política se hará en beneficio de los trabajadores y las familias estadounidenses. Debemos proteger nuestras fronteras de los estragos que nos han causado otros países fabricando nuestros productos, robando nuestras empresas y destruyendo nuestros empleos. La protección conducirá a una gran prosperidad y fortaleza".

Y se comprometió a no flaquear nunca en este empeño: "Lucharé con cada latido de mi corazón. Y nunca, nunca les decepcionaré. Recuperaremos nuestros trabajos, volveremos a levantar nuestras fronteras, recuperaremos nuestra riqueza y nuestros sueños. (...) Reconstruiremos nuestro país con manos americanas y mano de obra estadounidense. Seguiremos dos reglas simples: comprar productos estadounidenses y contratar a estadounidenses".

Trump aclaró que hará comprender a los demás países que es lícito erigir barreras para protegerse. "No pretendemos imponer nuestro modo de vida a nadie, sino que simplemente debemos brillar para que todos nos sigan". Y una de las primeras misiones será unir "al mundo civilizado contra el terrorismo islámico radical, que erradicaremos completamente de la faz de la tierra".

"Haremos a EEUU grande de nuevo"

La fractura que durante los últimos mandatos presidenciales se ha producido en la sociedad estadounidense también tuvo cabida en su discurso de investidura: "La base de nuestra política será una lealtad total a Estados Unidos y a través de ella redescubriremos nuestra lealtad mutua. El patriotismo no deja lugar a los prejuicios (...) debemos debatir nuestros desacuerdos honestamente y perseguir la solidaridad y la unidad, porque cuando estamos unidos, Estados Unidos es totalmente imparable".

Y tras invocar la protección divina, además de la del Ejército y la Policía, recordó a sus conciudadanos que nada se consigue sin esfuerzo y que "ha llegado el momento de la acción. No fallaremos. Nuestro país florecerá y prosperará nuevamente. Todos vertemos la misma sangre de patriotas, disfrutamos de las mismas libertades y saludamos a la misma bandera. Haremos de nuevo a Estados Unidos rico, orgulloso, seguro. Haremos a Estados Unidos grande de nuevo".

95 detenidos en Washington

Las grandes promesas de Trump no lograron acallar el hecho de que asume el cargo siendo uno de los inquilinos menos populares de los que han puesto sus pies en la Casa Blanca y que despierta desconfianza, inseguridad y temor en una parte importante significativa de la población. Y estos grupos se han mostrado muy activos desde el mismo inicio de la campaña electoral. Las protestas se han multiplicado y radicalizado desde el triunfo del magnate en las elecciones, a pesar de haber obtenido 2,5 millones de votos menos que su rival, Hillary Clinton, que ayer fue muy aplaudida en la ceremonia de investidura del nuevo magnatario.

Y mientras en la explanada del Capitolio se desarrollaba la solemne ceremonia de traspaso de poderes, en otros puntos de la ciudad se producían serios enfrentamientos entre detractores del nuevo presidente y parte de los 28.000 agentes desplegados para proteger el orden público en una jornada tan señalada. La intervención de los agentes se saldó con 95 detenidos, mientras que dos policías resultaron con heridas leves en un forcejeo con manifestantes.

RT (Youtube)

 

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