PRESUNTA CORRUPCIÓN / Ha sido provisionalmente sustituido por el socialista español Antonio Gutiérrez Limones

Agramunt (PP) paraliza la Asamblea del Consejo de Europa para evitar su destitución

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El presidente de la Asamblea del Consejo de Europa y senador del PP, Pedro Agramunt.
El presidente de la Asamblea del Consejo de Europa y senador del PP, Pedro Agramunt. / Consejo de Europa

El senador del PP Pedro Agramunt, actual presidente de la Asamblea del Consejo de Europa (PACE por sus siglas en inglés), protagoniza un escándalo a nivel internacional sin precedentes. La Mesa de la organización multilateral, que vela por el respeto a los Derechos Humanos, le retiró la confianza el pasado mes de abril por participar en un controvertido viaje patrocinado por Moscú para encontrarse en Siria con el presidente Bashar al Asad. La medida le impedía ejercer sus funciones como representante de la Asamblea y forzaba una dimisión voluntaria que no ha llegado. Ante ello, la Cámara aprobó este martes una modificación del reglamento para poder expulsarle mientras el popular, que ha perdido la confianza de su propio grupo, se atrinchera en el cargo y promete acciones legales por las medidas emprendidas en su contra.

El encuentro con Al Asad generó un gran malestar en la Asamblea. El Consejo de Europa tiene por cometido realizar informes y recomendaciones sobre Derechos Humanos que, aunque no son vinculantes, tienen un peso importante en Europa. Precisamente en enero se había debatido la necesidad de mandatar que se cumplieran las resoluciones de Naciones Unidas para llevar a Al Asad ante el Tribunal Penal Internacional por crímenes de guerra y contra la humanidad.

Cuestionado por la Asamblea, Agramunt respondió que el viaje que realizó a Siria, en compañía de una delegación de parlamentarios rusos e italianos --entre ellos el diputado catalán Jordi Xuclà, del PDeCAT-- tenía el objetivo de “defender el diálogo” e instar “al final de la violencia y al respeto de los Derechos Humanos en Siria” y se disculpó por el error de no haber avisado al Consejo, pero aseguró haber sido autorizado por el Gobierno español, cosa que el propio Ejecutivo negó.

Agramunt indicó que su viaje, en un avión militar del Ministerio de Defensa ruso, había sido “manipulado” por algunos parlamentarios y medios de comunicación. El presidente de la Asamblea, que despierta antipatías incluso en el seno del Partido Popular Europeo por su defensa del diálogo con Moscú, acabó obteniendo la reprobación de la Mesa a finales de abril.

Esa semana se produjo un episodio rocambolesco. El senador se reunió con todos los jefes de grupo y les planteó retrasar la decisión de su dimisión hasta el viernes de esa semana porque el Rey Felipe VI visitaba la Asamblea el jueves y prefería mantenerse en el cargo hasta entonces. El malestar era tan grande que el senador evitó entrar en la Cámara con el monarca y se reunió a solas con él en su despacho. Ni siquiera acompañó al rey por los pasillos al acto solemne que se le iba a dedicar y que finalmente fue presidido por otro español, el diputado del PSOE, Antonio Gutiérrez Limones, relatan fuentes del Consejo a este medio. Después de todo, Agramunt no dimitió.

Esta semana y tres meses después –la Asamblea del Consejo se reúne cada tres meses-- Agramunt está definitivamente acorralado. La Cámara modificó este martes su reglamento para poder activar una moción de destitución por confianza con 105 firmas de representantes de 15 países que representen al menos a tres grupos diferentes. Las firmas ya han sido recabadas y se espera que la iniciativa se ponga en marcha de manera inminente.

Sin embargo, debido a los plazos ajustados, la votación podría retrasarse hasta el próximo mes de octubre, cuando tenga lugar la próxima reunión de la Cámara. Entonces ya podría ser tarde. Ese mes se presentarán las candidaturas para renovar la presidencia de la Asamblea en enero, cuando finaliza el mandato de Agramunt. El senador, que ha calificado esta modificación del reglamento como “un proyecto ilegal” ya ha manifestado que emprenderá acciones legales contra esta especie de impeachment y espera aguantar en el puesto hasta entonces.

Esta semana el Grupo del Partido Popular Europeo (PPE) al que pertenece el senador valenciano ha retirado también, por su cuenta, la confianza al presidente de la Cámara por 38 votos frente a 26 y 2 abstenciones. Eso sí, algunos miembros del grupo han denunciado no se ha respetado los estatutos del PPE, que obligan a incluir las votaciones en la agenda con dos semanas de antelación. Mientras el partido europeo debate cómo expulsarle, el Gobierno español y el PP en el Senado guardan silencio, aunque algunos partidos como Compromís ya han solicitado que se le cese como también como senador. “Para la diplomacia española es terrible como está dejando Agramunt el nombre de España”, indica la diputada socialista Soraya Rodríguez, miembro de la Asamblea del Consejo.

 

2 Comments
  1. florentino del Amo Antolin says

    Marca España.. Calidad Label PP!!. Si todos los Países que forman Europa fuesen igual.. Apaga y vámonos. Este desmadre debe de acabar con una ilegalización del partido más corrupto. Sus votantes, son cómplices por aupar en el poder semejante entramado para delinquir; aparte de sufrir como los demás el desgobierno clasista neo franquista. ¡ Fuera de las instituciones, ya !.

  2. paco frutosgras says

    Se os ve el plumero a los del Cuarto «Poder». Contra Rusia, Siria y con las posiciones más reaccionarias y belicistas de Europa. Mira por donde, un senador del PP más abierto al diálogo y a la política en el mundo que todos vosotros juntos.

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