JUSTICIA / Al presidente del Gobierno le obliga a dar explicaciones la Asociación de Abogados Demócratas de Europa

Rajoy y la ‘Gürtel’… ya tal…

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Rajoy y la 'Gürtel'. Mariano Rajoy en la tribuna del Congreso de los Diputados en mayo de 2016.
En esta imagen de archivo, Mariano Rajoy hace un gesto de fingida impotencia, en dirección a los bancos de la oposición, durante una alocución, en mayo de 2016. / Partido Popular (Flickr)

El 1 de agosto de 2013, con la alevosía del día escogido como principio y fin de las vacaciones para millones de españoles, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, compareció en el Congreso de los Diputados para explicar su relación con Luis Bárcenas, el extesorero al que el PP pagó durante años sus abogados en el caso Gürtel, al que dio despacho e indemnización en diferido cuando los indicios de corrupción llevaban meses a la luz y al que el propio jefe del Ejecutivo enviaba mensajes privados pidiéndole que fuera “fuerte” mientras en público trataba de distanciarse de él y le citaba como “esa persona de la que usted me habla”. Aquel día de su comparecencia canicular, Rajoy citó a Bárcenas hasta 16 veces, una cada cuatro minutos, y reconoció sus errores. “Me equivoqué al mantener la confianza en alguien que ahora sabemos que no la merecía. Cometí el error de creer a un falso inocente, pero no el delito de encubrir a un presunto culpable”, aseguró el presidente en un medido acto de contricción.

Dicen que el pasado siempre vuelve y este miércoles, cuatro años después de aquel día en el que Rajoy quiso dar por finiquitado el caso Bárcenas, que no es otro sino el del riego de millones de euros en dinero negro con el que algunos empresarios alimentaron la caja B del PP durante más de dos décadas a cambio de ser tratados con cariño, el jefe del Ejecutivo volverá a cruzarse con su fantasma. El que le persigue desde que se publicaron sus meticulosos manuscritos de entradas y salidas de fondos, el que permaneció callado durante meses pero osó desafiarle un día revelando el secreto mejor guardado del PP y proclamando, a su salida de Soto del Real, que había seguido su consejo y la cárcel le había hecho “fuerte”. Fantasma, quizá domesticado desde que retiró su acusación por la destrucción de sus discos duros y dulcificó su expresión hasta rebautizar la caja B del PP como “contabilidad extracontable”, pero fantasma al fin y al cabo.

Rajoy declara en el juicio de la Gürtel porque es el único de los secretarios generales del PP que todavía no lo ha hecho y porque su formación, como destacaba el propio tribunal en su auto de citación, no ha colaborado en ningún momento con la Justicia. Si en la instrucción el juez Pablo Ruz tuvo que expulsarle del procedimiento como acusación popular porque todas sus actuaciones buscaban eximir de sus responsabilidades a los imputados, en el juicio oral, al segundo día, la formación de Rajoy se unió a las defensas de los ya acusados para pedir la anulación de la causa entera y su automática absolución. Y en febrero, ratificando la misma estrategia, el PP mandó a un abogado a sueldo que se negó a declarar en el turno de los responsables a título lucrativo, condición que tiene la organización en el caso Gürtel por los 245.492 euros con los que Correa financió las campañas de los exalcaldes Guillermo Ortega y Jesús Sepúlveda.

Al presidente del Gobierno le obligan a dar explicaciones los representantes de la Asociación de Abogados Demócratas de Europa (ADADE) Francisco Montiel y José Mariano Benítez de Lugo, al que Bárcenas se encaró en junio de 2013 al grito de “¡el socialista me va a encontrar!”, después de que el juez Ruz hubiera aceptado su petición de ingreso en prisión tras constatar que había  falseado dos contratos de venta de cuadros para justificar sus sospechosos ingresos en efectivo.

A la tercera, y con el voto siempre en contra del presidente del tribunal, Ángel Hurtado, más preocupado por las consecuencias “mediáticas y metajurídicas” de la declaración de Rajoy que por el valor jurídico de su declaración lejos del plasma, como dejó escrito en su voto particular, el tribunal acepta citar al “gran ausente” de este juicio y sacarle de la “urna de cristal” en la que, según la acusación de ADADE, le había situado la Justicia desde el comienzo de la investigación.

El presidente del Gobierno sólo podrá ser preguntado por hechos relativos a la primera época de actividades de la trama Gürtel, que se desarrolló entre 1999 y 2005, pero el tribunal ha permitido desde el principio que los comparecientes se adentren en la contabilidad B del PP hasta el punto de que el cabecilla de la red, Francisco Correa, confirmó los manejos en negro de los populares asegurando que él mismo actuaba como intermediario de adjudicaciones de Fomento y Medio Ambiente y llevaba “maletines llenos de dinero” a Bárcenas a su despacho en la calle Génova que introducía por el garaje para evitar el control del escáner de la puerta principal.

También tendrá que explicar si el encuentro con Bárcenas en su despacho, en el que se acordó la ventajosa salida pactada del extesorero en presencia de Rosalía Iglesias y Javier Arenas, fue una reunión “más humana que política”, como detalló ante el tribunal el dirigente andaluz. O por qué, tras tomar el control del partido tras el dedazo de Aznar en 2004, la red Gürtel no sólo siguió trabajando para el PP de Esperanza Aguirre y el de Francisco Camps, sino que organizó mítines de las generales de 2008 que Rajoy protagonizaba e, incluso, una parte del Congreso Nacional de Valencia en el que logró sobrevivir a las embestidas de sus oponentes.

Lo probable es que Rajoy, que tendrá que medir cada una de sus palabras más por las consecuencias políticas que puedan tener que por las jurídicas, se haga el gallego y siga la línea de sus antecesores en la Secretaría General del PP, que desviaron la responsabilidad de las finanzas en el partido al extesorero Álvaro Lapuerta, apartado del juicio por su demencia sobrevenida, y todo lo demás lo despacharon, en palabras de Jaime Mayor Oreja, con un impostado “no lo sé, no me consta, lo desconozco” de manual jurídico. O en palabras de Rajoy: la Gürtel…ya tal…

2 Comments
  1. florentino del Amo Antolin says

    No se hace Gallego… ¡ Es !. Fuera tópicos, este malandrín ( el de los hilillos ); es muy capaz de jurar en vano, o el tesorero que peor tenga la cabeza… ¡ Toda la mierda para el !. Son una organización para delinquir; representan lo más ruin en política; no homologable en Europa, ¿ la culpa de que estén ahí ? sus votantes, y los partidos del régimen- trama. Estos, no paran de querer desprestigiar a UP; pues piensan laminar votos en base a una supuesta suposición: ¡ Somos, la izquierda!. Sociolistos, que nunca movieron un dedo para defender lo elemental de un socialismo humano… Los otros nueve dedos los emplean de maravilla: ¡ Las puertas giratorias !. Que falsarios, siempre están con las dobleces; una vela a Dios, y la otra a la multinacional del CETA GLOBAL…

  2. florentino del Amo Antolin says

    Cuarto Poder debía actualizar el día a día, Rajoy hizo lo que tenia calculado el Gobierno del PP. Primero, ponen jueces afines; segundo entrar agazapado a la Audiencia. Tercero, lo sientan a la derecha, no enfrente; o sea, que juzgaban… A los que preguntaban!. Cuarto, la Asociación de Abogados de Europa, ya sabe lo que significa: » Marca España «. A este sujeto lo tienen que despachar; por el cinismo natural que tiene. Fue, Ministro del Interior; sabe de cloacas y de guerras sucias… Gracias muy pocas, se cargan la credibilidad de estamentos básicos del pueblo: Dignidad, honradez y la mismísima gente sencilla. ¡ en mi nombre, fuera !.

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