PONERSE DE PERFIL / El president cambia de opinión sobre la marcha

Puigdemont pasa la ‘patata caliente’ al Parlament, mientras el Senado tramita el 155

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Actualizado a las 18h30.

“y el gentío rompía las ventanas 
a las cinco de la tarde. 
A las cinco de la tarde. 
¡Ay, qué terribles cinco de la tarde! 
¡Eran las cinco en todos los relojes! 
¡Eran las cinco en sombra de la tarde!”
(Federico García Lorca)

Como en el poema La cogida y la muerte, del poeta granadino, Carles Puigdemont compareció a las cinco de la tarde para anunciar que dada la actitud del Gobierno de Mariano Rajoy, no podía convocar elecciones autonómicas anticipadas y que dejaba la decisión en manos del Parlament, que debía celebrar un pleno una hora más tarde. El mandatario, tras varios aplazamientos horarios, ponía así fin a un baile de decisiones que sometió a Cataluña y al resto del país a unas horas de intensa (e inmerecida) angustia, que se reflejó en la concentración de varios cientos de personas en la plaza de Sant Jaume, donde corearon eslóganes en los que se calificaba de traidor al president y se exigía la prosecución del proceso independentista.

El mandatario, como ya se había filtrado filtró unos minutos antes de su alocución, aseguró: “He estado dispuesto a convocar estas elecciones”, como le exigía el Gobierno, para suspender la tramitación del artículo 155 en el Senado. Agregó que había intentado agotar todas las vías para buscar una solución dialogada a un conflicto que, en realidad, tiene carácter político, pero que sus iniciativas no se habían visto secundadas por ningún gesto del Ejecutivo central que ofreciese garantías de que no se iba a intervenir la autonomía catalana.

La declaración del president había venido precedida por insistentes rumores de que, finalmente, ante las presiones de varios de sus consejeros, de una parte del PDeCat, del mundo empresarial e incluso del lehendakari Íñigo Urkullu, había optado por descartar la declaración unilateral de independencia (DUI) y por convocar elecciones autonómicas anticipadas para el mes de diciembre. Así se lo habría comunicado a la CUP --cuyas juventudes se echaron a la calle y que publicaron tuits calificándole de traidor--, también a su socio de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), que amenazaron con abandonar el Govern si Puigdemont procedía de esa manera.

El president, que tenía previsto comparecer a las 13h30 para anunciar su decisión, la aplazó hasta las 14h30, antes de desconvocarla, para anunciar otra, esta vez una declaración institucional, que finalmente se llevó a cabo en el palacio de la Generalitat. Con la puesta de perfil de Puigdemont, se ponía término a la esperanza de que esta crisis se cerrase de forma inocua. En principio se esperaba la presencia de Puigdemont en la Cámara Alta era una posibilidad y hasta el último momento ha estado en duda. Esto se leyó, en un principio, como un portazo del Govern al diálogo. El plantón sentó mal en el PSOE, que ha calificado esta decisión como un “error”, a través de su portavoz en el Senado, Ander Gil. Por su parte, el portavoz de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea en la Cámara Alta, Óscar Guardingo, también lamentó que el president haya decidido no defender las alegaciones en contra de las medidas del Ejecutivo porque es una oportunidad perdida para el entendimiento . “A la mayoría nos hubiera gustado tener a los dos gobiernos juntos en una misma sede, indicio de un diálogo que es lo que la mayoría espera", ha manifestado Guardingo.

En el seno del Govern la situación es de alta tensión. La larga reunión que sostuvieron este jueves por la tarde y que se mantuvo hasta altas horas de la madrugada ponía en evidencia la existencia de posiciones enfrentadas. Algunas voces de JxSí apostaba porque el pleno del Parlament que comienza este jueves sirviera para proclamar la independencia y diese comienzo a un proceso de resistencia que cuente con la ayuda de la ciudadanía de Catalunya, según el argumentario adelantado por Nació Digital. Dicha ejecución conllevaría una fractura en la cúpula. El conseller Santi Vila, titular d'Empresa i Coneixement no estaba a favor de esta opción. La presión también estará en la calle: la ANC ha convocado una concentración a las puertas de la Cámara catalana “en defensa de la República”. Sin embargo, parece que la opción menos rupturista está ganando la partida a estas horas.

La aplicación del artículo 155 se cocina en el Senado

De manera simultánea al pleno en el Parlament, este jueves se pone en marcha la comisión del Senado para la aplicación del artículo 155 y el pleno se celebrará el viernes a las 10h00. El PP cuenta con la mayoría absoluta en la Cámara, por lo que podría sacarlo adelante solo sin problemas si así lo quisiera. Ya lo advirtió la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría: la Cámara Alta puede “adaptarse a lo que Puigdemont y el Parlament hagan”.

Este jueves por la mañana, la ponencia, que se reúne a puerta cerrada en el Senado, ha recibido las alegaciones de Puigdemont rebasando unos minutos el límite temporal. Unidos Podemos y PdeCAT barajan realizar enmiendas parciales para rechazar el documento –no se puede realizar enmienda a la totalidad-- y el PSOE podría modificar también el texto con varias sugerencias referidas, por ejemplo, a TV3.

La modalidad de artículo 155 que ha planteado el Gobierno, con el apoyo del PSOE y Ciudadanos, incluía la convocatoria de elecciones en Cataluña en cuanto se recupere “la normalidad”; el cese de Puigdemont, del vicepresidente, Oriol Junqueras, y todos sus consejeros; un mando estricto sobre los Mossos; el control de la Administración catalana y de la radiotelevisión pública hasta que se convoquen elecciones en un plazo de seis meses, en principio, aunque el periodo podría alargarse.

El viernes el texto pasará al Pleno de la Cámara para su debate. Si nada cambia, la aprobación se haría por mayoría absoluta, en torno a un 80%, ya que PP, PSOE y Ciudadanos suman 214 de los 266 senadores. El Senado habrá dado una autorización o habilitación al Gobierno para que aplique esas medidas, que no serán de ejecución automática e inmediata. Moncloa ha asegurado que el plazo para poner en práctica el mecanismo completo podría ser inferior a una semana, aunque el Ejecutivo podría hacerlo de manera gradual o esperar a ponerlo en marcha, en función de los acontecimientos.

Pero aun queda la baza del Tribunal Constitucional. Los grupos en el Senado de PDeCAT y ERC han anunciado que presentarán un recurso de amparo al TC para bloquear la aplicación del artículo 155 de la Carta Magna. Los independentistas han asegurado que ha habido una serie de irregularidades que vulneran sus derechos como senadores, además de que consideran que las medidas "no se adecua a la propia Constitución".

 

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