Rajoy aspira a un tercer mandato, pero Cataluña y la economía tienen la llave

A Mariano Rajoy no le son suficientes los logros económicos y la exhibición de los mismos, para garantizarse la reelección como presidente del Gobierno. Hay quienes pensarán que es prematuro hablar de una nueva candidatura del actual líder del PP. Sin embargo, aquellos que forman parte de su círculo más próximo dan por hecho que el presidente del Gobierno buscará su reelección, “porque en su primera legislatura”, asegura uno de sus más cercanos colaboradores, consultado por este diario, “no se pudo ocupar de otra cosa que de la economía... con bastante éxito, por cierto, pero los resultados no se llegaron a percibir por el conjunto de los ciudadanos y en ésta, todo ha quedado contaminado por el conflicto catalán...".

Según este relato, Rajoy buscaría un tercer mandato para dejar su impronta. Pero, tanto Cataluña como la economía son los dos asuntos que más pueden lastrar al líder del PP y a sus aspiraciones de permanencia en el poder. Y ambos están íntimamente ligados. De no salir airoso de los mismos, su reelección podría complicarse y --esto sí que lo tiene muy claro su entorno-- Rajoy no va a presentarse si cree que pierde las elecciones o que no va a poder gobernar.

Para intentar cumplir su objetivo e ir a por una tercera reelección, el actual inquilino de Moncloa necesita, en primer lugar, ofrecer una solución satisfactoria y convincente para el conflicto catalán. De momento, no se atisba en el horizonte y, según parece, no será fácil atisbarla si, como apuntan fuentes judiciales, la Sala del  Tribunal  Supremo decide mantener en prisión preventiva al líder de ERC, Oriol Junqueras. Fuentes del Ejecutivo aseguran que la salida de Junqueras de la prisión de Estremera precipitaría una guerra mucho menos sutil entre ERC y Jx Cat.

Con el “enemigo” dividido y peleando por liderar el gobierno independentista, al gabinete que encabeza Rajoy le sería más fácil tejer su estrategia para aislar al independentismo catalán y tratar de que el conflicto se apacigüe. Pero todo ese asunto y sus secuelas están ahora en manos de la Justicia que, aunque para muchos ciudadanos resulte increíble, no parece que vaya a actuar ni al dictado, ni a favor de los intereses del Ejecutivo.

Por otra parte, los Presupuestos Generales del Estado 2018 son parte básica de  su objetivo: lograr un reconocimiento generalizado por su estrategia económica. Rajoy y su entorno son conscientes de que no podrán aprobar las cuentas del presente año hasta que no se levante la aplicación del artículo 155 de la Constitución Española y el PNV se digne a aportar sus cinco votos (imprescindibles para la aprobación de las cuentas públicas). El PNV, por su parte, quiere apoyarlas, pero no mientras que esté en vigor el artículo 155 de la Constitución. Sin esos PGE, el PP podría seguir gobernando con la prórroga presupuestaria actualmente en vigor, pero se vería obligado a convocar las elecciones para 2019 al no poder prorrogar de nuevo los PGE. En esas circunstancias, no parece que el presidente y el PP llegasen en condiciones óptimas para revalidar un tercer mandato, por lo que Rajoy podría anunciar --en contra de su voluntad inicialmente-- su renuncia a seguir en la carrera electoral.

Rajoy depende de la economía y de la evolución del conflicto de Cataluña, pero esta última es tributaria, en buena medida, de las decisiones que tomen los jueces con respecto a la situación de Junqueras y los otros tres presos de Estremera (Jordi Sànchez, Jordi Cuixart y Joaquim Forn), la posibilidad o no de ir a votar de los cuatro diputados electos que, en la actualidad están privados de libertad, cumpliendo prisión preventiva en la cárcel de Estremera y la posibilidad de que los cuatro exconsellers que acompañan al ex molt honorable Carles Puigdemont en Bruselas, regresen a España para recoger sus actas, ponerse en manos de la Justicia y votar, si llega el caso.