El PSOE insiste en su hoja de ruta: moción, estabilidad y elecciones

La corrupción o el PSOE. En esos términos plantea el secretario general socialista, Pedro Sánchez, la moción de censura que se debatirá en el Congreso los próximos 31 de mayo y 1 de junio. Para el líder socialista, los diputados solo tienen un interrogante al que responder con su voto: "La pregunta es si después de la sentencia de la trama Gürtel, Rajoy puede ser presidente del gobierno, ¿sí o no?", afirmaba este lunes ante el Comité Federal del PSOE al que han acudido 260 miembros, el 81% del total. 

El secretario general ha decidido centrar una gran parte de su discurso ante el Comité en la corrupción que ha llevado a la moción de censura, que en principio no estaba en la hoja de ruta de los socialistas. Si el PP pretende hablar de casos aislados, el PSOE amplía el campo: "La Audiencia Nacional tiene aún que investigar y que anunciar su sentencia y juzgar otras siete piezas vinculadas con el caso Gürtel", ha asegurado antes de hacer referencia a otros casos como el Lezo, Púnica o Brugal. La sentencia les vino a confirmar lo que llevaban años sospechando: "La certeza es que Gürtel era el PP y el PP era Gürtel".

Por tanto, Sánchez ha decidido plantear su moción como una cuestión que va mucho más allá de un solo partido político. Es un examen a la credibilidad de la política en su conjunto, que se recuperaría desalojando al PP de Moncloa. "Lo que está en juego con esta moción de censura es la confianza en la
política por parte de la ciudadanía.", ha asegurado apelando a todos los diputados. Sánchez ha manifestado estar abierto a un "gran acuerdo por la regeneración democrática" en un discurso sin sorpresas y sin apenas novedades.

Para sostener su argumentación, el líder socialista ha recordado que los partidos son uno de los principales problemas para los españoles, según el CIS. Para Sánchez es imprescindible que el PP vuelva a la oposición para regenerarse y poder cerrar "la crisis política e institucional". Ante el "manual de tópicos, descalificaciones y acusaciones" que ha vertido el PP sobre el PSOE en los últimos días, Sánchez ofrece una hoja de ruta clara: "Censura, estabilidad y elecciones", una idea que ha repetido en varias ocasiones durante su discurso. 

Unanimidad... pero sin pactar con los independentistas

Tras el discurso de Sánchez, la andaluza Susana Díaz ha sido la primera de 22 asistentes en tomar la palabra y trasladarle a Sánchez sus impresiones. La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha mantenido en el Comité Federal lo mismo que ha expresado a la entrada de Ferraz: que no puede haber concesiones con los independentistas, una petición que comparte Emiliano García Page, que ha preferido no intervenir en el pleno. Sin embargo, la dirección socialista siempre ha mantenido que no habría negociación.

Iceta ve en esta moción "una palanca de cambio que interesa a todos": "Solo los inmovilistas pueden mirar hacia otro lado, o votando en contra o absteniéndose. Solo los muy deshonestos pueden atribuir a Pedro Sánchez cualquier interés en esta moción de hacer un pacto encubierto con los independentistas", ha dicho el líder de los socialistas catalanes, para apuntar que "hacía tiempo que no veía tanta bajeza moral; tanto robo, sí, pero bajeza moral, no".

La dirección socialista ha salido satisfecha del encuentro, ya que Sánchez no ha encontrado ninguna oposición al registro de la moción por parte del Comité Federal. Aunque no salga adelante, los socialistas creen que el coste político de no haber dado una respuesta a la sentencia de Gürtel hubiera sido más alto.