Podemos e IU en Andalucía, una confluencia a fuego lento

  • La buena sintonía entre Antonio Maíllo y Teresa Rodríguez, necesaria para el acuerdo
  • Una marca diferenciada y primarias conjuntas, escollos con Podemos estatal

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Junio de 2016. Arrancaba la campaña electoral. Tras meses de negociaciones fallidas entre las distintas fuerzas políticas que habían obtenido representación parlamentaria en las generales de diciembre de 2015, se volvían a convocar elecciones ante la incapacidad de conformar Gobierno. El 26 de junio la ciudadanía española volvía a estar llamada a las urnas. Algo había cambiado en el tablero político que se presentaba a aquellas elecciones veraniegas: Podemos e IU concurrirían en confluencia bajo la marca de Unidos Podemos.

Aquella campaña de Unidos Podemos fue desigual en los distintos territorios. Mientras que en algunos las formaciones diseñaban campañas propias, diferenciadas, con algún acto conjunto entre candidatos de las distintas formaciones que compartían listas, en otros lugares el entendimiento era mayor y la campaña funcionaba como una sola, a pesar de que se respetaba la autonomía de cada dirección. En el horizonte estaban las confluencias catalanas y gallega. En Comú Podem había ganado las generales de diciembre en Catalunya e integraba diversas fuerzas, tales como ICV, EUiA, Podem y Barcelona En Comú. En Marea, en Galicia, también había obtenido muy buenos resultados con Podemos, EU, Anova y Equo en una única candidatura y bajo una marca conjunta.

En Andalucía, la buena sintonía entre el coordinador general de IU, Antonio Maíllo, y la secretaria general de Podemos, Teresa Rodríguez, era evidente. En los actos de campaña de Unidos Podemos, se hizo famosa la foto con la que cerraban los mítines: Maíllo y Rodríguez sobre el escenario sujetando la bandera andaluza. Unos días antes, además, habían publicado un libro conjunto: “Diálogos para la confluencia”. Un libro que reproducía una entrevista conjunta que les había hecho el cantaor y periodista Juan Pinilla y que incluía, además, algunos artículos de los dirigentes. Ya entonces, el entendimiento entre ambos era evidente.

La voluntad de las izquierdas en Andalucía de construir una confluencia superadora a los dos partidos ha sido manifestada por ambas organizaciones durante todo este tiempo. El partido Marea Andaluza se registraba el pasado enero por gente del entorno de Anticapitalistas en la provincia de Cádiz. Una confluencia andaluza entre Podemos e IU, que vaya más allá de las  siglas de ambos partidos. Una confluencia que viene de lejos… Y que, de momento, parece no gustar a la dirección de Podemos estatal y a su secretario de Organización, Pablo Echenique.

Discrepancias con Podemos estatal

El secretario de Organización de Podemos reconocía ayer en rueda de prensa que “existe una discrepancia” con la dirección de Andalucía. IU y Podemos plantean realizar unas primarias conjuntas en esta región para la candidatura, cuyo nombre se conocerá muy pronto. Unas primarias conjuntas que, por otro lado, no excluye que previamente se hagan primarias propias en cada organización. Esta metodología no concuerda con el documento que presentó Podemos estatal el pasado 27 de mayo, por el cual se apuesta por que cada formación con la que se llegue a acuerdos para concurrir conjuntamente realice sus propias primarias y, luego, las organizaciones negocien qué puestos y cuántos corresponden a cada una de ellas.

Así lo explicaba ayer Echenique, apostando por la configuración de las listas mediante el procedimiento “que es habitual”. “Cada organización hace sus primarias y luego se debate y conversa con las demás fuerzas hermanas y en función de diferentes argumentaciones, como el peso electoral, se configuran las papeletas”, por este procedimiento apuesta Echenique. “Esta es la manera en la que creemos que es la que se debe hacer, en la que los resultados serán más sensatos”, añadía, ayer, el responsable de Organización de Podemos.

Echenique, refiriéndose a Podemos Andalucía, les recordaba: “Los reglamentos de ámbito estatal son de ámbito superior, tocará hablar con los compañeros de Andalucía porque han propuesto una manera distinta a coóo se ha hecho siempre y, de este modo, los resultados son difíciles de prever”. Sin embargo, desde Podemos Andalucía lo tienen claro. Así lo cuenta el secretario de comunicación de la formación morada andaluza, Pablo Pérez: “Esto no hay quien lo pare”, Pérez apuesta por “la voluntad de desborde”, de crear un sujeto político diferenciado de base plenamente andaluza.

“Los compañeros en Madrid deberían tener más confianza en Andalucía, llevamos trabajando mucho tiempo, años, en esto”, reclama a Echenique, a quien advierte: “En Andalucía las elecciones no se ganan desde Madrid, vamos a ver en los próximos meses a Susana Díaz dándole fuerte a Pedro Sánchez y no podemos caer en eso ni estar pendientes de lo que dice Madrid. No nos va a ser eficaz para ganar Andalucía”.

En IU, por su parte, aprobaban este pasado domingo el acuerdo de confluencia con Podemos. Un 93% de la Coordinadora de IU Andalucía apostaba por primarias conjuntas y por una marca con algún elemento específico. Cabe recordar que, salvo giro de guion inesperado, las próximas elecciones que se celebren serán, precisamente, las andaluzas. “Recogemos el guante del nombre que proponen las dos direcciones estatales, pero tendremos nuestra parte específica”, reconoce a este periódico Maíllo, líder de IU en Andalucía. El equipo de Maíllo y el federal de Alberto Garzón han trabajado conjuntamente para forjar esta confluencia, no hay disonancias entre ellos. Los documentos internos de IU que establecen el marco para las confluencias territoriales otorgan siempre la última palabra a los territorios.

En Podemos, sin embargo, apuestan por una toma de decisiones más centralizada, la última palabra la tienen los órganos estatales si alguna comunidad autónoma se desvía de lo recogido en el protocolo estatal: primarias internas de cada formación, acuerdo entre las direcciones de cada partido integrante de la confluencia para conformar las listas conjuntas, un nombre común para todos los territorios, Unidas Podemos Izquierda Unida Equo. En Andalucía, aseguran desde Podemos, habrá un nombre diferenciado.

Presentación de la marca inminente

Se prevé que próximamente se conozca la marca andaluza, lo que, sin duda, supondrá un conflicto entre Podemos Andalucía y estatal. Ya la semana pasada, en plena moción de censura contra Rajoy, la líder del Podemos andaluz, Rodríguez, por equivocación, hacía pública en redes sociales una conversación privada con Echenique en la que le recriminaba a este la creación de un documento en el cual se aseguraba que Anticapitalistas, la corriente izquierdista de Podemos, de la cual forma parte Rodríguez, quería romper con Podemos.

Desde Anticapitalistas, un portavoz a nivel estatal, asegura a este medio que “la opción de romper con Podemos no está sobre la mesa, hace poco celebramos nuestro propio congreso y en ningún momento se contempló esa posibilidad”. Además, asegura este portavoz que “lo que tiene que hacer Podemos es apostar por la descentralización, permitir que en cada territorio se apueste por participar de la unidad popular de una manera activa”, criticando “el control” que desde la dirección estatal “quieren imponer” a los territorios.

“Echenique es el encargado de cuidar Podemos y está tratando este asunto, hablará con Teresa en el momento que corresponda”, aseguraban fuentes de la Secretaría de Organización. Dos visiones y modelos organizativos que no concuerdan. Rodríguez ganó las primarias a la Secretaría General de Podemos Andalucía con una propuesta organizativa que apostaba por la descentralización del partido y por generar procesos de confluencia alejados de los aparatos. “Apostamos por el desborde, más allá de las organizaciones políticas, que la gente se sienta partícipe de la conformación de la candidatura”, explica Pérez, responsable de Comunicación de Podemos Andalucía.

“Tenemos un documento aprobado en Podemos Andalucía en el que se habla de esta confluencia y mayor proporcionalidad en la elección de las lista, abogamos por un proceso de descentralización por debajo de la organización”, asegura Pérez, que recuerda que la confluencia andaluza se viene gestando desde hace mucho más tiempo y destaca tres elementos que hacen que lo que sucede en Andalucía se diferencia de procesos de confluencia del resto del Estado. “Aquí se encuentran dos organizaciones con dos direcciones que hacen un balance crítico de la experiencia de gobierno con el PSOE y tienen una hoja de ruta clara de no subordinación”, dice Pérez.

“Nuestra estrategia se hace fuerte porque no queremos ser hermano pequeño de nadie, queremos ser la alternativa al PSOE de Andalucía, que es el representante del régimen aquí”, añade el responsable de Comunicación de Podemos en Andalucía. “Además, tenemos la coincidencia y buena sintonía entre Rodríguez y Maíllo, que ha hecho que todo avance de forma más fácil”, prosigue. El tercer elemento, y más importante, para Pérez es que “hay una voluntad de desborde, tenemos la intención de buscar el desborde frente a los funcionamientos de aparatos y partidos”.

La campaña de junio de 2016 supuso un punto de encuentro entre Rodríguez y Maíllo que se ha mantenido hasta ahora. En el Parlamento de Andalucía, a pesar de formar grupos parlamentarios separados, Podemos e IU han hecho una oposición conjunta al Gobierno de Susana Díaz en múltiples aspectos. Hay que tener en cuenta que en Andalucía se da una situación política que difiere del resto del Estado: el PSOE gobierna con los apoyos de Ciudadanos, lo que convierte a las izquierdas en oposición a un gobierno socialista.

Trabajo conjunto en el Parlamento

Según explica el coordinador general de IU Andalucía, Antonio Maíllo, a cuartopoder.es, “la buena sintonía y el cariño que nos une --a ambos dirigentes-- ha sido una pieza fundamental en que las negociaciones vayan tan avanzadas”. “Al acuerdo del 26-J se une una confluencia natural en las propuestas políticas en el Parlamento, un encuentro en los espacios de lucha social y alianzas tan importantes como la proposición de ley que presentamos para exigir que el 5% del PIB andaluz se destine a Educación”, comenta Maíllo. “Es algo que ha rechazado el PSOE en Andalucía mientras lo reclamaba en el Estado, aquí se ha colocado con el PP y Ciudadanos y ha tenido a sindicatos y las AMPA enfrente”, añade.

Pérez también recuerda que, junto a IU y otras formaciones políticas y sociales, han compartido lucha, también, en el espacio Salvemos Doñana y en otras luchas. “Tenemos la intención de generar un sujeto que vaya más allá de las formaciones políticas”, asegura. Ya han mostrado intención de sumarse al acuerdo formaciones andalucistas que sobrevivieron a la debacle del Partido Andalucista, como Primavera Andaluza e Izquierda Andalucista. La confluencia andaluza sigue a paso firme, pues. Una confluencia gestada a fuego lento durante los últimos dos años, pero que no concuerda con la estrategia de Podemos estatal. “Tenemos que hablar”, aseguraba Echenique ayer en rueda de prensa.

Dos modelos de partido, uno centralizado, otro descentralizado, que ya se enfrentaron en Vistalegre II. A nivel estatal ganó el primero, la apuesta de Pablo Iglesias; en Andalucía ganó el segundo, los Anticapitalistas dirigen la formación con un modelo de partido “confederal”. Y, además, se une que Andalucía, por historia, tiene unas características específicas propias. Una autonomía histórica. Siempre, desde que se fue conformando Podemos, ha sobrevolado la tensión de que la formación en Andalucía debía tener mayor autonomía. Incluso la idea de un subgrupo propio andaluz en el Congreso de los Diputados ha rondado siempre por la cabeza de muchos dirigentes. La confluencia entre Podemos e IU en Andalucía está a punto de germinar o de convertirse en otro conflicto interno para Podemos. Veremos.

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