El odio de HazteOír frena ante las bolleras mamarrachas

  • El FachiTour del Encuentro bolllero recorre lugares emblemáticos de las derechas y ultraderechas de Madrid
  • Plumas, boas y mamarrachismo contra el machismo

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Las postpotorras estamos emoushion, livin, emocionás! Por contaros lo que hoy hemos hecho junto a nuestres amigues desviades y mamarraches de la plataforma de Encuentros Bolleros de Madrid con motivo de la Huelga Feminista del 8 de marzo.

Esta mañana nos hemos puesto todas nuestras plumas y vestimentas de brillantina, lentejuelas y estampado de lunares para dar un peculiar paseíto con nuestros unicornies por el Madrid de los Fachas; desde la sede Voxllera (VOX) hasta la plaza colonial occidental de Colón, pasando por la sede de P’aquí P’allá (PP) y la Plaza de les desviades, como nos gusta llamarla (Plaza de Margaret Thatcher). Este FatxiTour, con guías turísticas mamarrachas incluidas, ha recorrido algunas de las zonas más simbólicas de represión hacia nuestros cuerpos y libertades. Por eso hemos decidido tomar estas calles, poco transitadas por los movimientos feministas, para mostrar nuestras reivindicaciones y expresar desde la performance los motivos que tenemos para habernos sumado a esta Huelga.

Este paseo desviado por las zonas emblemáticas del cisheteropatriarcado neoliberal y colonial no ha sido en autobús, pues no queríamos entrar a competir en la carrera de la propaganda autobusera de los discursos de odio. Sin embargo, para nuestra sorpresa nos lo hemos encontrado, al autobús de HazteOír y lo hemos parado a los  gritos de “nos quieren sumisas, nos quieren mamarrachas” y “España mañana será desviada”. Allí donde se concentran los villanos por excelencia del movimiento feminista, nos hemos concentrado para reivindicar nuestros derechos como bolleras a través de nuestra peculiar corrida lésbica. Con esto hemos querido reivindicar nuestro derecho al placer sexual y denunciar cómo se regulan nuestras sexualidades y deseos regidos por la heteronorma encarnada por estos duendes verdes. Contra estos señoros que pretenden reprimir nuestros afectos en público, nuestras corridas lésbicas.

Enfrente de esta sede xenófoba y machista –no hay espacio suficiente en este artículo para mencionar todos sus odios- nos encontramos con la privatización de la sanidad (Sanitas) y de la educación (Residencia Universitaria de Nebrija). Una sanidad que patologiza nuestras identidades y nuestros deseos, y que ejerce violencia obstétrica e invisibiliza nuestras sexualidades. Porque recibimos una educación machista y heteronormativa que no reconoce nuestra aportación a la historia, porque la educación afectivo sexual se centra en la reproducción e invisibiliza nuestra diversidad, nosotras hemos apoyado la Huelga estudiantil.

Caminando hemos encontrado banderas en los balcones que nada tenía que ver con los colores de las nuestras, ni de nuestras plumas. Hemos podido ver y fotografiar las sedes/feudos de los amiguitos de la iglesia, aquella que regula nuestras sexualidades pero es reticente a hacerlo con la de los miembros de su equipo. Frente a la iglesia, nuestra pluma que rezuma. Mientras seguimos avanzando, y aprovechando la hora del bocadillo, le mandamos un saludito a Ciudadanos, y unos besis –siempre y cuando sean consentidos– a nuestras amigas del feminismo liberal.

Llegamos a la sede de la estafa, del clasismo más rancio, de la familia solo puede ser una, grande y libre: la familia heteronormativa. Haciendo uso del Pinkwashing pretenden meter su propio lavado de cara a las disidencias sexuales y de género. Si pareces una persona de “bien”: bien peinadita, bien vestidita, y sin ningún pelo asomando, entonces podrás formar parte de esa gran familia que va p’aquí p’allá con su amigo gay, blanco y con mucho dinero.

Finalizamos nuestro tour más mamarracho en la plaza colonial por excelencia, con una performance de nuestres compas bolleras racializadas. Nos paramos frente a la estatua de Colón para denunciar el sistema racista, colonial y occidental que rinde homenajes a conquistadores y genocidas. “Europa, somos las hijas de las que cuidan a tu padre”. Paramos y finalizamos aquí porque la precariedad y la discriminación afecta directamente a todas las bolleras racializadas, por la indiferencia constante de la Oficina de Asilo y Refugio que nos desprotege, porque migramos para defendernos de la violencia estatal que nos atraviesa por nuestra identidad y orientación sexual, que es, en muchos países, heredera del colonialismo de occidente y por la negación de derechos y las violencias ejercidas en los CIEs, y nos posicionamos en contra de la explotación, de la trata, de las violaciones correctivas y de los centros de reconversión y de leyes antiLGTB+.

Nuestro tour más desviado ha querido ser un espacio de luchas desde el humor y la creatividad, y pretende resignificar los espacios simbólicos en torno a las opresiones que nos atraviesan. Con plumas, boas, purpurina y mucho mamarrachismo nos hacemos un hueco, en un día como hoy, gracias a la diversidad y pluralidad de cuerpos y voces que participan en los feminismos.

1 Comment
  1. ninja45 says

    Los de Vox alarman acerca de la cruzada feminista, una nueva conspiración judeo-masónica-comunista que atenta contra la dignidad de los varones. Saben que eso tiene tirón. Y hasta algunos colegas demócratas bromean sobre los inconvenientes que pueden surgir hoy al subir con una mujer en el ascensor, solos los dos; no vaya a ser que te denuncie. “Los chistes de feminismo salen más caros que los chistes sobre la monarquía”, afirma el tan comentado anuncio. Aquí están ellos para arreglar tal desaguisado. Su discurso conecta con las bajas pasiones de una España cuestionada, desigual, cabreada y que vive a golpe de titular. Su percepción de la realidad está hiperventilada, alimentada por ritos tribales que hacen retroceder 40 años nuestro grado de civilización. El sabio Teodor Todorov, tras recoger el premio Príncipe de Asturias, recordó que ser civilizado no tiene nada que ver con tener estudios superiores o con tener un alto cociente intelectual. “Ser civilizado significa ser capaz de reconocer plenamente la humanidad de los otros, aunque tengan rostros y hábitos distintos a los nuestros; saber ponerse en su lugar y mirarnos a nosotros mismos desde fuera”. Vivimos una regresión intelectual, una peligrosa antipedagogía que involuciona a valores y contextos que parecían superados. Pero los voxeros se agarran a las hinchadas velas de Trump, Bolsonaro, Salvini, Le Pen y compañía, por no ir más atrás. Y juntos y unidos, ansían que mujeres y extranjeros, extranjeros y mujeres, regresen allí de donde nunca hubieran tenido que salir: sus casas. A la m. con la Injusticia española prevaricadora, títere de los fascistas y corruptos, vergüenza de Europa y sus «valientes» esbirros aporreadores de viejecitas y gente indefensa. Si me pegan, me divorcio. Som República !!*!!

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